Ya se rompió el estambre de los 100 conciertos online y la iniciativa del Ministerio de Cultura (MINCULT), surgida a raíz de la pandemia del Covid 19, asienta un “yo me quedo”, en el recuerdo y en las redes, para revisitarme y pasar de flash en flash, y como otra prueba de todo lo que podemos construir, integrados. Son 10x10 Mb (cuadrados) de música, de buena música para todos los gustos. O más bien, para los gustos no estandarizados por las industrias culturales hegemónicas. De la que solíamos disfrutar en las salas de conciertos, en un club nocturno, en una peña, y también de las reservadas a pocos en una íntima descarga.
Siempre se han dado descargas hogareñas y ensayos que parecen miniconciertos, en la sala, en el comedor, en el garaje o en la terraza, pero solo quedaban ahí, en esa estrechez efímera, para los amigos o los vecinos que se amontonaban a escuchar, sin nasobucos, ni distanciamiento físico, a secas o con un trago de ron. Pero con muchas interrupciones y sin el orden intencional, la dramaturgia, que para un concierto se concibe.
Los Estamos Contigo sí que son conciertos, aunque se realicen en las casas de los artistas o en la casona que acoge al Instituto Cubano de la Música (ICM). Aunque nos deleiten a otra hora y desde casa; sin el “corre corre” previo, el “¿qué ropa me pongo?”, y el “¿en cuál guagua nos vamos?” que, para ser sinceros, añoramos. Como después extrañaremos estos encuentros online, cuando pase lo del Covid y la extendida cuarentena. Porque no tenemos que estar en La Habana. Porque, uno se entera previamente de la programación y escoge; en una misma semana puede haber trova, jazz y rumba, fusión….
Cada tarde, se nos ofrece por el Canal Clave. Una opción para compartir, cederle la mejor butaca a la pareja, o a la vieja, y hasta preparamos algo de beber. Y si no nos dejan, sintonizamos Radio Progreso y, entre tarea y tarea, tiramos un pasillito con La Failde o Los Van Van. Al mismo tiempo, podemos disfrutarlo con nuestros familiares, frente a la TV en el Oriente cubano y con los desperdigados por el mundo, desde el móvil. Y hasta chatear por WhatsApp: “¿Conocías a Abel Geronés?”, “la Omara sigue siendo la Omara”, o “¿viste qué lindo el patio de la casa de Haila?”.
Se dice que fue el músico uruguayo Jorge Drexler quien dio inicio a este movimiento, segundado por muchos intérpretes en todo el mundo. El 10 de marzo, el cantautor conocido en Cuba por el tema “Al otro lado del río” que identifica el filme Diario de Motocicleta, dio un concierto sin público en el costarricense Teatro Melico Salazar. “Como teníamos tantas ganas de tocar, decidimos venir al teatro con todo el equipo, montar el equipo completo y hacer este concierto a puertas cerradas, para darnos el gusto de estar tocando aquí para ustedes” - dijo antes de la cámara. El concierto virtual fue trasmitido por las redes sociales y puede ser visto en YouTube.
Días después, Alejandro Sanz, Juanes, Julio Reyes, Gonzalo Rubalcaba y Guillermo Vadalá protagonizaron un concierto virtual que compartieron vía Youtube Live. El martes 17, el cantautor español Ismael Serrano trasmitió un concierto a través de streaming y el viernes de esa misma semana, el músico argentino Fito Páez dió un concierto vía Internet, titulado Paéz en Casa. Así, surgieron en España el “Yo me quedo en casa Festival”, el “Cuarentena Fest” o el “Corona Festival”, propuestas de conciertos online. La música como puente, antídoto y bálsamo.
El multiinstrumentista, cantante y compositor David Blanco fue el pionero en Cuba de esta novedosa manera de socializar la música. La tarde noche del domingo 15 trasmitió por Facebook live su concierto, “sencillo, acústico, natural y sincero”. El martes 17, el gran Chucho Valdés también hizo un miniconcierto, también por Facebook live, con más de 2 mil visualizaciones en directo.
El 24 de marzo, se dio el primer concierto, bajo las etiquetas de #EstamosContigo y #MúsicosPorCuba, con el respaldo de varias instituciones del Ministerio de Cultura y del Instituto Cubano de Radio y Televisión. De inmediato se sumaron a esta propuesta de los conciertos virtuales Eme Alfonso, Idania Valdés, Jan Cruz, William Vivanco y Eduardo Sandoval, Patricio Amaro, Ensemble Interactivo, Toques del Río, Michel Herrera, entre otros músicos.
El lunes 10 de agosto, tuvo lugar concierto online número cien de Estamos Contigo. los protagonistas de esta fiesta virtual fueron Bobby Carcassés, quien interpretó junto a Interactivo el tema “La Noche”; Polito Ibáñez, Luna Manzanares y José Portillo regalaron “Las cosas simples”; Omara Portuondo y la Orquesta Failde compartieron “Las mulatas del Cha Cha Cha”; Havana D´Primera, su “Raza”; Síntesis, con su director de cumpleaños, interpretó “Orula” y Diego Gutiérrez, su canción “Sabor Salado”.
Una cifra que redondea el gran esfuerzo de las entidades implicadas por compartir creaciones de calidad, brindar otro espacio para el entretenimiento, influir en la concientización sobre la necesidad de cuidarse y proteger a la familia, y contribuir con su obra y su aliento a reavivar la esperanza de miles de internautas, televidentes y radioyentes, de Cuba y de todo el orbe. Son trasmitidos todas las tardes por las frecuencias del Canal Clave, Radio Progreso, el canal de Youtube del MINCULT, la Rueda Films y un centenar de páginas de Facebook.
“Hoy, sin dudas, hemos crecido, cumplido nuevos retos, constituido una familia más grande, unida, fuerte, perseverante en el propósito de llevarle a nuestro pueblo una nueva opción recreativa. Con esta experiencia, todos hemos aprendido que podemos ser mejores”- dijo Indira Fajardo, presidenta del ICM, en el encuentro realizado para reconocer a los que desde diferentes instituciones han apoyado a estos conciertos online, el Centro nacional de Música Popular, ARTEX y la EGREM (junto con sus diferentes agencias de Representaciones Artísticas), la Agencia Cubana de Rock, la Dirección Provincial de Cultura de La Habana, y el Canal Clave de la Televisión Cubana, entre otros.
Especial reconocimiento dedicó la presidenta del ICM a La Rueda Producciones, responsable de grabar y filmar casi en tiempo record estas presentaciones, por el esfuerzo desarrollado durante todos estos meses. Josué García, líder de La Rueda Producciones, agradeció el gesto del ICM y solo pidió más trabajo. “Después que hemos comprobado lo que podemos hacer en Internet, llegando con eventos como El Festival del Mar, en Cienfuegos, o las Romerías de Mayo, en Holguín, a donde nunca imaginamos que seríamos capaces de llegar, ahora lo que hay que hacer es extender esta experiencia y junto con la presencia física de los artistas lograr, una vez que hallamos pasado la actual situación epidemiológica, que nuestra música llegue igualmente, a más lugares del planeta”, dijo finalmente Josué García.
Mediante esta iniciativa, se han presentado agrupaciones y artistas nacionales de diversos estilos y tendencias: trovadores como Marta Campos, Vicente Feliú, Eduardo Sosa, Abel Geronés y Carlos Fidel Taboada; defensores de la música tradicional como Pancho Amat y su Cabildo del Son, David Álvarez y Juego de Manos, el Septeto Santiaguero; virtuosos del jazz tales como Aldo López-Gavilán, Roberto Fonseca y Gastón Joya y su conjunto; grandes instrumentistas como los pianistas Vilma Garriga, Alejandro Falcón y Nelson Camacho; propuestas musicales más contemporáneas como la de Annie Garcés y su grupo, Suilén Milanés, Buena Fe, Adrián Berazaín y Diego Gutiérrez, representantes del canto lírico como Bárbara Llanes, Marta Cardona y Bernardo Lichilin, y cultivadores del folclor como Obbini Batá, Yoruba Andabo y Los Papines.
Estas plataformas también se han constituido en los canales de trasmisión para los conciertos programados en diferentes eventos que han tenido lugar en esta etapa; como las Romerías de Mayo, La Jornada de la Canción Protesta y el Festival Piña Colada, por mencionar algunos. O para rememorar efemérides trascendentes como el 125 Aniversario del Natalicio de Ernesto Lecuona y los 60 años de la UNEAC.
Con estos conciertos virtuales nos beneficiamos todos. Los músicos, cantantes, compositores y concertistas se ganan en el pan y contribuyen, con lo que mejor saben hacer, a darle color a esta grisura de incertidumbres e impaciencias que nos contagia a todos. Oportunidad para promover su trabajo, sus nuevas producciones. Al quedarnos en casa, contenemos la trasmisión y adelantamos el momento de volvernos a abrazar y besar con calma. Además, nos salvamos al enriquecer nuestra sensibilidad. ¡Mira que a veces nos enclaustramos -o nos confinan- en unos pocos géneros e intérpretes, una estrecha banda de acordes y timbres, un manido modo de asumir la música! Y es un océano el que nos perdemos.
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