Decir amor es decir Martí, decir Martí es decir amor. Símbolo, paradigma, sinónimos. En él se integra lo supremo, lo sublime, lo universal y lo exclusivo. El amor a la Patria, a la mujer, al hombre, a la amistad, a la palabra, a la fidelidad, a la idea, a la libertad, a la estrella que ilumina…

Síntesis de lo mejor del humano, en Martí se  reflejan como cono dorado de rayos de sol que penetran la mar y convergen, y rodea, allá, hacia lo infinito de las profundidades abisales, al que sumergido en océano de azul intenso inmersiona en sus aguas. Todo en mezcla de sensaciones; grandeza y pequeñez ante la belleza e inmensidad de la naturaleza, como “rayo de luz que penetra las nubes y se hace arco iris; el espíritu humano que se acerca y eleva con las nubes del alma, y se hace bienaventurado”.

No hay saber del que el Apóstol no haya hablado y hablado bien, y que no tenga plena vigencia en estos tiempos que reclaman valores, como grito de llama acechada por el condor, o perdón señor Condor, por el águila imperial que rompiendo con los dictados de la ecología pretende dominar al mundo, es decir a todos los demás, que quede claro que a nosotros también.

Como antídoto, la acción y el espíritu del Apóstol, su amor que enseña y sobre el amor, algunos de sus aforismos:

“La única verdad de esta vida, y la única fuerza, es el amor. En él está la salvación, y en él está el mundo”.

“El amor encorva la frente a los tigres”.

“El amor, como el árbol, ha de pasar de semilla a arbolillo, a flor, y a fruto”.

“Para el amor no hay peña dura que no se abra a su contacto en raudal de aguas”.

“La amistad no es más que amor”

“…solo hay dicha verdadera en la amistad y en la cultura”.

“¿Dónde —después del amor de una mujer— hallas tú nada más hermoso que la amistad? "

“¡Amor es que dos espíritus se conozcan, se acaricien, se confundan, se ayuden a levantarse de la tierra se eleven de ella en un solo y único ser, nace en dos con el regocijo de mirarse, alienta con la necesidad de verse. Concluye con la imposibilidad de desunirse!”

“No es torrente, es arroyo, no es hoguera, es llama, no es ímpetu, es paz.”

El 14 de febrero simboliza el día del amor, aunque el amor es algo que debe cultivarse todos los días. Varias son las razones atribuidas a esta conmemoración, una de ellas dice que es patrono de los enamorados porque su fiesta coincide con el momento del año en que los pájaros empiezan a emparejarse.

Amor también es cuando encuentras tu otra mitad. Amor es la satisfacción de haber cumplido bien con la obra de la vida. Amor no es solo reproducción, es también creación, es construcción de algo útil, por simple que parezca, es darle razón de ser a la vida humana. La felicidad es alcanzar el amor.

Gracias infinitas Martí por tanto amor al ser humano, por tanto amor a tu Patria, por tanto amor a la humanidad, por mostrar el camino, por hacer camino con tu andar como gigante de las siete leguas. Por contener en ti mismo el decoro y el amor de muchos hombres.