La industria cubana del cine revalidó su legado en 2019 con el arribo a las seis décadas del Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos (Icaic) que continúa liderando la creación fílmica con una influencia insoslayable en el arte contemporáneo.
Sobre los primeros años fundacionales de la entidad cultural disertó en esta capital el reconocido intelectual franco-español Ignacio Ramonet, junto a la ensayista Graziella Pogolotti y la cineasta Rebeca Chávez, quienes abordaron la coyuntura política, económica y social del movimiento de realizadores audiovisuales con la Revolución Cubana.
Este año, la cinematografía del país celebró el centenario del documentalista Santiago Álvarez, cuya impronta en el lenguaje audiovisual aun trasciende en la región, y el medio siglo del Grupo de Experimentación Sonora del Icaic, que aportó composiciones antológicas al panorama musical.
El Icaic otorgó el Premio Nacional de Cine al productor Miguel Mendoza, el director de fotografía Livio Delgado y el sonidista Jerónimo Labrada, quienes acopiaron una sólida trayectoria como fundadores del Icaic y la Escuela Internacional de Cine y Televisión de San Antonio de los Baños (Eictv).
A la memoria de Álvarez, el Icaic consagró múltiples homenajes como el bautizo de la sala 4 del Multicine Infanta con su nombre, la publicación del libro Santiago Álvarez, un cineasta en Revolución, junto a la cancelación de un sello conmemorativo y la develación de una tarja en su casa natal, en La Habana.
La XVIII edición de la Muestra Joven Icaic se distinguió por el estreno de un premio para la animación como especialidad y acogió 11 obras de ficción y 13 documentales nacionales y extranjeros, que compitieron en esta capital, el pasado abril.
Entre las metas trazadas en el año, el Icaic proyectó la creación del Fondo de fomento del cine cubano que reconoce la figura del creador audiovisual independiente y tendrá su concreción en 2020, a tono con el conjunto de normas jurídicas que estipuló el decreto-ley aprobado por el Consejo de Estado el pasado 25 de marzo.
Mientras en Cuba, las principales salas cinematográficas acogieron el estreno de los filmes Buscando a Casal y Habana Selfies; las cintas cubanas Yuli (2018), Inocencia (2018), y Agosto (2019) validaron la calidad y el alcance internacional en importantes eventos como el Havana Film Festival (Estados Unidos) y el 67 Festival de Cine de San Sebastián (España).
Con el apoyo de la Cinemateca de Cuba y las diferentes misiones diplomáticas en la isla caribeña, La Habana acogió la celebración de varias semanas dedicadas al cine de Polonia, Perú, República Dominicana, Irán, Rusia, Nicaragua, Venezuela, Canadá, Escocia, Suecia, Panamá, China, Argentina, Italia, Francia y Senegal, entre otros.
Especialmente, la muestra de cine español en Cuba reservó el estreno de Dolor y Gloria, del director Pedro Almodóvar, ganadora de la Palma de Oro en el Festival de Cannes y candidata a los 92 premios Oscar en la categoría de Mejor película de habla no inglesa.
Del 5 al 15 de diciembre, el 41 Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano exhibió más de 300 filmes provenientes de 37 países y admitió en la competencia por los premios Corales una veintena de largometrajes de ficción, 18 óperas primas, 21 documentales (largometrajes), 10 cortos y mediometrajes, 23 animados, 25 guiones inéditos y 30 carteles.
La magna cita cinematográfica reunió a figuras reconocidas del sector, entre ellos, los actores argentinos Gastón Pauls, Ricardo Darín y su hijo Chino, el puertorriqueño Benicio del Toro y los brasileños Wagner Moura, Bárbara Paz y Bruno Gagliasso así como el oscarizado director británico Asif Kapadia.
Varias entregas fílmicas de la región conquistaron al jurado y el público del Festival como la multipremiada cinta La llorona (Guatemala), de Jayro Bustamante, que se alzó con un Coral Especial y otro de Sonido así como los galardones colaterales otorgados por la Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina y la Campaña Súmate.
La sección de galas marcó pauta con la exhibición de obras premiadas en eventos internacionales como Marighella (Brasil), el documental Diego Maradona (Gran Bretaña), Parásitos (Corea del Sur); Chicuarotes, (México); Ema (Chile) y la esperada película Red Avispa que tuvo su estreno en Cuba durante las jornadas del certamen.
Con el filme Los sonámbulos (Argentina, Uruguay), la realizadora Paula Hernández y a su equipo merecieron el Coral en las categorías de Largometraje de ficción, Guion y Mejor actuación femenina, a cargo de Érica Rivas.
En el apartado documental, A media voz, de Patricia Pérez Fernández y Heidi Hassan (Cuba, España, Suiza, Francia) ganó la prima de Largometraje en la categoría documental; en tanto Algunas Bestias (Chile), de Jorge Riquelme, fue ganadora del Coral Especial del Jurado y de Dirección en la sección de largometraje de ficción.
El filme El cuento de las comadrejas, del director Juan José Campanella (Argentina), conquistó el Premio de la Popularidad, junto al versátil actor argentino Luis Brandoni, quien se alzó con el Coral de Actuación masculina por su participación en esta cinta y La odisea de los giles.
Entre las producciones nacionales destacaron el Coral de Ópera Prima para Agosto, de Armando Capó; junto al filme de ficción Buscando a Casal, del director cubano Jorge Luis Sánchez, distinguido con el premio colateral Cámara de Plata que concede la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac).
Argentina Y Brasil se alzaron con la mayor cantidad de premios en las diversas categorías del Festival que, en su 41 edición, trascendió por su afán de contar historias significativas dentro del actual contexto político y social que rige el continente.
Por Claudia Hernández Maden
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