El reconocido pianista cubano Chucho Valdés cerró el telón de la sexta y última edición del Festival Leo Brouwer de Música de Cámara, que regaló un programa de lujo a quienes asistieron a sus casi 30 presentaciones y 40 estrenos mundiales y nacionales, entre el 26 de septiembre y el 12 de octubre en La Habana.

Dedicado a Chucho y escrito especialmente para él por el Maestro Leo, el Concierto de los Ancestros fue el clímax de una noche –la de este domingo en el capitalino teatro Karl Marx- que se convirtió en un espectáculo doble, donde la llamada música culta cedió paso a los ritmos criollos, al jazz afrocubano y a las melodías de quienes contribuyeron a afianzar la identidad cubana.

El guitarrista español Ricardo Gallén, dio a conocer por primera vez a la audiencia nacional las Baladas del Decamerón negro, interpretadas junto al Cuarteto de Cuerdas Presto; para luego unirse a la Orquesta de Cámara de La Habana y al Quinteto Ventus Habana en el Concierto de La Habana No 7, ambas piezas creadas por Brouwer, considerado una leyenda viva de la música.

En la segunda parte de la velada, la Orquesta de Cámara y Ventus Habana, dirigidos por el compositor cubano, acompañaron a Chucho en la ejecución de la esperada pieza, una muestra de lo que somos, combinación de sonidos, de culturas, de razas, a las que se rindió tributo a través de dos movimientos: La memoria escondida y Final.

No podía irse Chucho sin regalar el raro placer de sus descargas, y antes de despedirse interpretó junto a los Afrocuban Messengers –compuestos por artistas de primer nivel como Rodney Barreto, Gastón Joya, Yaroldy Abreu y Dreiser Durruthy- temas de su disco Border Free (Sin fronteras), entre ellos Afro Comanche y Abdel.

Así cerró un Festival que nos ofreció el lujo de un programa de altura, con nombres como Yo-Yo Ma, Carlos Prieto, Fito Páez, Pancho Céspedes, Jenny Q Chai, el Cuarteto Latinoamericano, Berta Rojas, Niurka González, Haydée y Pablo Milanés, Jordi Savall y por supuesto el propio Leo Brouwer, quien nos dejó celebrar con él sus 75 años a todo dar. Lástima que ya no regresará esta cita el próximo año, por suerte esta despedida quedará para el recuerdo.