Este
acto estuvo presidido por Jorge Cuevas Ramos, miembro del Secretariado del
Comité Central de Partido Comunista de Cuba, Abel Prieto Jiménez, ministro de
Cultura, Pedro de la Hoz, vicepresidente de la UNEAC, el doctor Eduardo Torres Cuevas, presidente de
la Academia de Historia de Cuba, así como por directivos y funcionarios del
sector cultural y de otros organismos del estado.
Pedro
de la Hoz pronunció las palabras de bienvenida en las cuales reafirmó el empeño
de la Comisión Aponte de la UNEAC por enfrentar desde la cultura los vestigios
de discriminación y prejuicios que tienen su origen en la pigmentación de la piel,
visibilizar las contribuciones intelectuales y artísticas de los africanos y
sus descendientes a nuestra identidad cultural y promover “la necesidad de
consolidar lo que el sabio Fernando
Ortiz llamó «la fase integrativa de la sociedad cubana»”.
El
vicepresidente de la UNEAC anunció que muy pronto se emplazará un monumento
dedicado a José Antonio Aponte cerca del lugar donde estalló la sublevación, en
las inmediaciones del litoral nordeste habanero, hoy perteneciente a la
provincia de Mayabeque. El autor de esta monumental escultura es el maestro
Alberto Lezcay que también se encontraba presente.
La
intervención central de esta conmemoración estuvo a cargo del doctor Eduardo
Torres Cuevas quien realizó un profundo análisis del hecho histórico a partir
de una reconstrucción de las complejidades ideológicas de la época y de la
lucha de Aponte, y profundizó en la trascendencia histórica y política del
mismo.
Destacó
con esta intención la influencia de las revoluciones francesa y haitiana que
antecedieron a la sublevación del 12 en Cuba y subrayó que los ideales de Libertad, Igualdad y Fraternidad de los
franceses no tuvieron la misma significación para Haití y Cuba por la
existencia de la esclavitud real, y que uno de los elementos comunes que
engrandece a los libertadores de Haití y a Aponte” es la conquista del
reconocimiento de la condición humana del esclavo”.
Llamó
la atención más adelante sobre la necesidad de acometer un análisis no solo
entre las clases sociales de la época sino igualmente intraclases para entender
la acción de Aponte. Se refirió a la composición de los compañeros de
conspiración del líder, muchos de ellos negros libres, que se desarrollaban como autodidactas en
diferentes oficios y en las artes, que fueron alcanzando una superación
cultural e integrándose.
“Aponte
es el hombre que puede unir estas fuerzas”, señaló Torres Cuevas, y más
adelante añadió: “Logra articular movimientos y procesos que se estaban dando
por toda la Isla (…) Logra convertirse en un representante real de todo ese
movimiento y por tanto es el símbolo del mismo, de la ruptura de las cadenas verdaderas,
es el símbolo de la libertad”, aseveró el historiador.
Estableció
entonces la profunda diferencia entre la idea de abolición de la esclavitud de
la época en Cuba, que era absolutamente económica, seguida de una indemnización
al dueño del esclavo liberado, y de los planteamientos radicales de Aponte y su
movimiento que definía que como seres humanos los esclavos tenían el derecho a
la libertad y que de ser necesario la conquistarían con las armas.
Resaltó
el orador que por estas razones Aponte se convirtió en alguien muy peligroso y
explicó que “es realmente el alma de un movimiento que está naciendo y que está
integrando todas las dotaciones de esclavos en las cuales se empieza a conocer
lo que había pasado en Haití y lo que podía hacerse en Cuba. Aponte era
terrible. «Más malo que Aponte», era una frase de la época (…) Era todo lo
contrario a lo que se había planificado como la sociedad blanca, colonial,
azucarera y de aquellos hacendados que paseaban por Europa”.
Dejó
aclarado Torres Cuevas que el proceso que encabezó Aponte no solo iba encaminado
a la defensa de los esclavos sino que era también un movimiento de emancipación
para los que no eran esclavos pero eran discriminadosy avasallados.
“Para
mí Aponte es algo excepcional (…) “Es muy bueno que discutamos sobre Aponte a
cada rato; mientras estemos discutiendo sobre él, está vivo; no lo dejemos
dormir. Hoy lo estamos recordando, no lo olvidemos mañana. Hoy es el día de
Aponte, que lo sea el de mañana y el de pasado también, porque tenemos que
reflexionar sobre Aponte, sobre la sociedad que tuvo que enfrentar y cómo esta a
través de siglos fue evolucionando hasta la que tenemos, pero también cómo en
la que tenemos quedan raíces profundas de la sociedad que segregó a Aponte y
que siempre trata de lograr espacios—a veces subversivos, a veces sutiles—pero
siempre están ahí, nada muere del todo”.
Culminó
sus palabras Torres Cuevas declarando: “Yo siempre veo a Aponte como uno de los
grandes luchadores por nuestra independencia, presente hoy y necesario mañana”.
Este acto rindió homenaje además al 139 aniversario de la Protesta de Baraguá protagonizada por el General Antonio Maceo el 15 de marzo de 1878, rotunda réplica histórica del Titán de Bronce al Pacto del Zanjón.
Deje un comentario