Amigos de la Casa del Alba:
Quince años atrás, esta casona amarilla, que hoy nos cobija, ubicada en la céntrica avenida habanera que es calle Línea, era inaugurada con la presencia del entonces presidente de Cuba, Raúl Castro; Hugo Chávez, de Venezuela y Daniel Ortega, de Nicaragua; así como prominentes intelectuales y artistas nacionales y extranjeros.
Aquel domingo por la noche, comenzaba a tomar forma, bajo el amparo de esta institución, una historia conjunta por la integración sociocultural con América Latina, el Caribe y el resto del mundo. Un proyecto común, que desde la unidad, estaba ─y está─, destinado a enriquecer la vida social y cultural de nuestros pueblos, al tiempo que favorece la expresión y el desarrollo de las ideas y apuesta y defiende la creación artística y literaria, de nuestro país y el mundo.
A lo largo de los años, la Casa del Alba ha sido un tejido resistente de redes populares de acción sociocultural y un abrazo cálido para intelectuales y creadores. La historia, el arte, la cultura, el pensamiento y la comunicación política, tienen en este espacio físico una memoria viva.
Promover lo mejor de la creación artística e intelectual, desarrollar una programación dirigida a la población, con un amplio acceso a las presentaciones artísticas, con una defensa vital de nuestros derechos culturales, desde la firme convicción de la Cultura con Todos y para Todos, es y será nuestro motor impulsor.
La música, la danza, el ballet, el teatro, las artes visuales, el circo y la literatura, han tenido y tienen en esta Casa, la del Alba, la de la Cultura, la mía, la de ustedes, la nuestra, las puertas abiertas de par en par, que el proyecto común siga siendo colectivo, que todos nos impliquemos. Y no es fortuito que hoy nos acompañemos, en esta celebración-reivindicación, y también ¿por qué no? Renacimiento.
Aquí estamos los amigos, los hermanos, los compañeros, los directivos y fundadores, las representaciones diplomáticas acreditadas en Cuba, los representantes de nuestras instituciones culturales y gubernamentales, los artistas y creadores que también conforman esta casa. Los vecinos de la zona, quienes también son hacedores de la cultura, la historia, la tradición.
Y es que la Casa del Alba, no es sólo un edificio amarillo con detalles en rojo en su interior; no es solo una estructura constructiva. La Casa del Alba es el sueño de Fidel, de Chávez, de Martí, de Bolívar; es también el sueño de quienes me antecedieron en este rol maravilloso y desafiante que hoy desempeño, pero es también la casa de nuestros niños, que son nuestro hoy, y que serán nuestro mañana.
La Casa del Alba es una fortaleza, no por su arquitectura; esa se ha ido debilitando visiblemente con el tiempo. Es una fortaleza de las ideas, del proyecto revolucionario, es la representación de todo lo que nuestro Fidel, inmenso, colosal, intemporal, proyectó en Palabras a los Intelectuales.
“Si a los revolucionarios nos preguntan qué es lo que más nos importa, nosotros diremos: el pueblo. Y siempre diremos: el pueblo. (…) Nuestra preocupación fundamental siempre serán las grandes mayorías del pueblo (…). El prisma a través del cual nosotros lo miramos todo es ese: para nosotros será bueno lo que sea bueno para ellos; para nosotros será noble, será bello y será útil todo lo que sea noble, sea útil y sea bello para ellos”.
Así lo manifestó el líder histórico de la Revolución cubana en ese magistral discurso, piedra angular de la política cultural cubana. Y así lo manifestamos desde nuestra cotidianidad de esta Casa del Alba: cuando propiciamos ─en conjunto─, un amplio acceso de la población a presentaciones artísticas de la música y las artes escénicas, proyecciones cinematográficas, exposiciones de artes plásticas y artesanías, cuando realizamos o acogemos conferencias, cursos y talleres, así como presentaciones de libros.
Nuestra misión de reflejar las culturas de los países del Alba y de los pueblos de América Latina, ha sido posible, gracias a cada uno de quienes hoy nos acompañan, quienes están físicamente en este motivo para la celebración, quienes las tareas o la geografía le dificultaron estar, y quienes ya no comparten este plano físico con nosotros, pero su impronta sigue viva; latiendo en estos pasillos, en nuestras acciones del día a día, en nuestra entrega, en nuestro compromiso.
La Casa del Alba, se redimensiona, ahora es también o ─además─ el Centro Multimedial y de Prensa del Ministerio de Cultura. Nuestros medios se suman a este proyecto colectivo, juntos continuaremos dando voz y acompañando ese principio fundamental de que Cuba es Cultura.
Hoy celebramos el 15 aniversario de la Casa del Alba, pero también los 20 años de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América ALBA TCP, esa gran alianza para la vida de nuestros pueblos.
Celebramos también la obra de la Revolución que se aproxima a un nuevo aniversario del Triunfo. Celebramos la convicción y las ideas, la resistencia, nuestro pueblo, nuestra historia, nuestras batallas y nuestras victorias.
¡Feliz Aniversario!
Que este día no sea un resumen, sino un motivo para la continuidad.
Gracias por acompañarnos.
Gracias por confiar.
Gracias por estar.
Imagen: Juan Carlos Borjas
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