“No os asombréis, se mezcla en el cielo que la vista hiere, con la aurora de un régimen que nace, el ocaso de un régimen que muere”
Inspirado en el anhelo de una humanidad libre y el deseo de ver su sueño hecho realidad, Carlos Baliño escribía estos versos a raíz de la Revolución de Octubre.
Únicamente de su sensibilidad exquisita y profundo sentimiento de ver a su pueblo libre, podría nacer la poesía como expresión genuina.
No existe un político revolucionario trabajador, honesto, sencillo y valeroso que en su pensamiento no sostenga la estirpe del pensador agudo, trabajador humilde, periodista y promotor de la justicia y la Libertad… Carlos Baliño.
Quizás estos valores, conceptos universales y necesarios para advertir el devenir político de un país, junto a su sensibilidad, fueron los móviles que hicieron a este revolucionario avizorar la comunión de las ideas de dos grandes, en función de la Patria, José Martí y Julio Antonio Mella.
Este mérito indiscutible en la Historia de Cuba esclareció la necesidad de aunar dos fuerzas en continuidad. En 1892 participa en la creación del Partido Revolucionario Cubano, organización política creada por el intelectual cubano José Martí para instrumentar la Independencia de Cuba, desde la esencia emancipadora de los pueblos de América consolidando la necesidad de dar coherencia y unidad a los esfuerzos independentistas, y la preparación de la nueva guerra que se gestaba por la Libertad de Cuba; más tarde fundaba el primer Partido Comunista de Cuba, Marxista Leninista en 1925, al lado del líder estudiantil universitario Julio Antonio Mella.
Mucho que enunciar entonces de este patriota, precursor del marxismo en Cuba, que consagró su vida a la lucha contra el colonialismo español alzando como bandera las ideas marxistas, el cubano que en las dos primeras décadas del pasado siglo XX, ancló y promovió las ideas socialistas en la isla.
La humildad y la sensibilidad exquisita dotaron a Carlos Baliño. Aunque por muy corto tiempo estudio en la Academia de Arte San Alejandro donde coincidió con José Martí, si bien no está escrito algunos historiadores sostienen la posibilidad de que ambos se conocieran desde entonces. Fue escritor de prosa enérgica y poeta, expresando en sus versos el flagelo de la esclavitud, la razón de ser y el sentido de su existencia.
Carlos Baliño vivió los amargos momentos del presidio y la deportación de su padre, del cual heredó su pensamiento independentista, ejerció con orgullo el oficio de tabaquero y durante estas labores descubrió las ideas socialistas, las mismas que desarrolló e hizo extensivas a sus compañeros.
Este luchador incansable nació un 13 de febrero de 1848 en Guanajay y falleció en la Habana el 18 de junio de 1926 con 78 años, en la capital cubana. Los documentos narran que su deceso aconteció en medio de la guerra a muerte contra los revolucionarios, principalmente los comunistas, de la cual se jactaba tanto el tirano Gerardo Machado, los archivos también rememoran el acoso contra Carlos Baliño López ya en su lecho de muerte.
Paradigma de la honestidad y la dignidad su lucha contra todas las formas de la esclavitud humana, y las injusticias, son la muestra de una vida entera dedicada al bienestar colectivo.
Hoy existe un museo en su provincia natal, Artemisa, que ostenta su nombre y la escuela Provincial del Partido Carlos Baliño, creada el 6 de septiembre de 1976, también se enorgullece como tal llevando adelante la misión fundamental de ofrecer superación política e ideológica a los cuadros, funcionarios y militantes del Partido Comunista de Cuba, de la Unión de Jóvenes Comunistas y de las Organizaciones de masas del país.
Ante un aniversario más de su fallecimiento sus discípulos y el pueblo de Cuba rinden tributo al poeta, periodista, pensador, político y revolucionario Carlos Baliño, desde cada uno de sus espacios. Fieles a la historia y a su legado intentamos todos, un mundo mejor con la convicción que nos enseñó el patriota, el roble que se levanta, para recordarnos que no morirán quienes hacen bien a la Patria.
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