“Yo no tenía pensado hacer una marcha triunfal, ni mucho menos, me parece que eso estaría un poco fuera de lugar en este momento. Yo me he detenido en los pueblos porque me han detenido en los pueblos, el pueblo. Y yo no he podido hacer otra cosa que hablar con el pueblo, a pesar de que me parecía que era necesario que estuviésemos en la Habana cuanto antes… pero ya veníamos en este recorrido y no podía menos que atender el deseo del pueblo de hablar con nosotros y de saludar a los combatientes del Moncada.”
Estas palabras de Fidel explican las imágenes impactantes que hoy recordamos del pueblo de Cuba volcado a las calles, eufórico, entusiasmado, dispuesto a dar la vida si fuera necesario por la Libertad, cuando en una caravana encabezada por Fidel y los rebeldes renacía un país y se avizoraban reformas y bondades para todos los cubanos.
El recorrido de la Caravana de la Libertad, que desde Santiago de Cuba y por toda la carretera Central atravesó la isla de Cuba entre el 1ro y el 8 de enero de 1959, tenía el objetivo de transportar la columna en apoyo de los compañeros que iban hacia la capital. La coincidencia de ser derrocada la tiranía del dictador Fulgencio Batista sumó una connotación triunfal a la entrada de esta caravana que marcó el inicio de la Revolución Cubana.
Con este acontecimiento trascendental se abrían las puertas de un proceso de transformaciones políticas, sociales, económicas y culturales que el pueblo de Cuba merecía y anhelaba.
Al hablar con los miles de habitantes de la capital que se habían congregado en el entonces Campamento Militar de Columbia, que fuera convertido en septiembre de 1959 en centro escolar Ciudad Libertad Fidel expresó:
“Creo que es este un momento decisivo de nuestra historia, la tiranía ha sido derrocada, la alegría es inmensa y sin embargo queda mucho por hacer todavía”
Con un discurso diáfano y comprometido con su pueblo el comandante de la Revolución cubana ratificaba la trascendencia que le concedía a la presencia del pueblo para llevar adelante y defender la Revolución. El momento fue propicio para, además, hacer visible la fortaleza de una Revolución en manos del pueblo.
A 62 años de la entrada triunfal de la Caravana de la Libertad se reafirma la vigencia absoluta de los ideales independentistas de la nación, la continuidad y el compromiso que une a la juventud cubana con la generación histórica.
En un momento donde el sistema cubano ha demostrado con creces su valía también queda demostrado el pleno respaldo de los hombres y mujeres de una sociedad que cada vez más reconoce el valor de sus hijos.
El mes de enero no solo se convierte en júbilo por conmemorar la gesta de este suceso único de la historia Patria, se hace visible una vez más los nuevos bríos y victorias por librar en tiempos venideros donde la Libertad de Cuba seguirá siendo la mayor divisa en manos del pueblo.
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