Tras su llegada a Cuba, luego de ofrecer un contundente e histórico discurso sin precedentes ante la Organización de Naciones Unidas, el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz —entonces primer ministro del gobierno revolucionario—, convocó al pueblo de la capital para ofrecerle detalles sobre su visita a Nueva York y las macabras maniobras, del imperialismo para derrocar a la naciente Revolución Cubana.
Ese día, 28 de septiembre de 1960, frente al antiguo Palacio Presidencial —hoy Museo de la Revolución— se congregó cerca de un millón de personas. Durante el discurso se escucharon varias explosiones que no asustaron a la multitud que enardecida respondió con reiterados vivas a Fidel y al gran proyecto social liderado por él y las notas del Himno Nacional resonaron entonces.
Con su singular estilo de alocución, el querido líder, al referirse a las acciones de la contrarrevolución interna, apoyada por el gobierno de los Estados Unidos, dijo: “vamos a establecer un sistema de vigilancia revolucionaria colectiva. Y vamos a ver cómo se pueden mover aquí los lacayos del imperialismo, porque, en definitiva, nosotros vivimos en toda la ciudad, no hay un edificio de apartamentos de la ciudad, ni hay cuadra, ni hay manzana, ni hay barrio, que no esté ampliamente representado aquí…”
Luego de concluido su discurso, en horas de la noche se creaban las bases fundamentales para la creación, ese mismo día, de los Comités de Defensa de la Revolución, organización que a partir de entonces, domo dijo Fidel, demostraría “la tremenda fuerza revolucionaria que hay en el pueblo».
Museo 28 de Septiembre de los CDR
En ocasión del aniversario 60 de este extraordinario movimiento popular que agrupa en todo el país a más de ocho millones de personas mayores de 14 años, nos referiremos a una de las más destacadas instituciones pertenecientes al Ministerio de Cultura: el Museo 28 de Septiembre de los CDR, inaugurado el 27 de septiembre del 2007, a propuesta del máximo líder de la Revolución Cubana, quien durante el pleno nacional de esa organización, en febrero de 1975, propuso crear una institución que posibilitara perpetuar la memoria de este valiente proyecto que, desde la comunidad, ha sostenido una abierta y decidida lucha frene a la contrarrevolución interna, el delito y la indisciplina social, en tanto ha devenido baluarte en la vigilancia de los bienes económicos y sociales pertenecientes a todo el pueblo.
Actualmente cerrado, para evitar la propagación de la pandemia de la Covid-19, esta institución ubicada en la céntrica calle Obispo, número 310, entre Habana y Aguilar, en el capitalino municipio de La Habana Vieja, atesora una muestra de significativa importancia en la historia de la participación popular en la defensa de las conquistas de la Revolución Cubana.
Acreedor de la distinción Museo Especial, otorgada por el MinCult, en este centro se atesoran más de seis mil piezas que ofrecen al lector un recorrido visual sobre el surgimiento y desarrollo de los CDR, las cuales han sido donadas por fundadores, dirigentes, combatientes de la Revolución y personalidades. Entre estas valiosas reliquias se encuentran fotos, documentos originales, actas fundacionales, obsequios, reconocimientos y otros variados objetos, además de numerosas obras de arte realizadas por cederistas aficionados y reconocidos profesionales de las artes plásticas.
Ese patrimonio se encuentra distribuido en ocho salas: la primera de ellas rememora diferentes sucesos históricos que antecedieron al triunfo de la Revolución Cubana el primero de enero de 1959, así como el enfrentamiento popular a las acciones contrarrevolucionarias encaminadas a desestabilizar este gran proyecto social; además del momento histórico de la creación de los CDR.
En otro de los espacios se muestran las principales tareas de los cederistas en un barrio de la comunidad; además de las actividades que a lo largo y ancho del país realizan en la vigilancia revolucionaria, las campañas de alfabetización y de vacunación, los destacamentos Mirando al mar, la recogida de materias primas, las donaciones voluntarias de sangre, el trabajo voluntario, la protección al medio ambiente, y la batalla de ideas.
En la acogedora entidad igualmente se exhiben fotografías sobre los aniversarios de la fundación de los CDR, los programas asumidos en cada provincia por sus miembros, los vínculos y las relaciones internacionales, y la presencia del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz en los Congresos de los CDR, en sus muchos encuentros con el pueblo y en otros significativos sucesos. Además de la participación de la juventud cubana en todas las tareas de la organización que dio lugar a la creación de los Destacamentos Juveniles 55 Aniversario.
Asimismo, se pueden apreciar documentos e imágenes sobre la incorporación a los CDR de la inmensa mayoría de los vecinos de todos los barrios del archipiélago nacional y las operaciones contrarrevolucionarias para desestabilizar a la Revolución y su enfrentamiento con el apoyo del pueblo organizado.
En escuelas, centros de trabajo, casas de abuelos…
Cuando nuestra capital retorne a la normalidad —o a la nueva normalidad— que posibilite su reapertura, de 9:00 a.m. a 5:30 p.m., el público volverá a contar allí con un amplio programa de actividades, además de las tareas de extensión —muestras y charlas itinerantes— en centros de trabajo de toda, escuelas, casas de abuelos y otros lugares.
En sus salas expositivas son frecuentes las visitas de los pioneros de diversas escuelas de la capital, así como de personas nacionales y extranjeras interesadas en conocer la acción cederista que ha trascendido a todo el mundo por sus incuestionables aportes en la protección de las conquistas del Socialismo en Cuba.
En este lugar se desempeñan 22 trabajadores con un extraordinario sentido de pertenencia, quienes hacen grata e instructiva la visita de decenas de individuos cada mes.
El noventa por ciento de las muestras que se exhiben han sido donadas por cederistas de todo el país, las cuales se alternan para de tal modo posibilitar su activa utilidad documental. Las personas que en la actualidad dispongan de objetos que deseen sean preservados por esta institución pueden hacer allí esa gestión.
En el modesto programa de celebración por el aniversario 60 de los CDR, en el museo se inauguró la exposición virtual Nuestro Fidel.
En la actualidad, en los CDR se reúnen más de ocho millones de cubanos mayores de 14 años de edad, cuya participación es decisiva, además, para erradicar vectores transmisores de enfermedades, limpiar y embellecer barrios, escuelas y locales sociales; así como en la atención a la niñez y los ancianos, la realización de trabajos voluntarios y su labor en los procesos electorales del Poder Popular.
Cuba alcanza un promedio de una donación de sangre por cada 19 habitantes, cota superior a la meta de la Organización Mundial de la Salud de una por cada 20 personas para países desarrollados y una cada 200 en naciones del Tercer Mundo, éxito indiscutiblemente atribuido a la labor de los CDR en tan noble empeño; mientras que es protagónico su quehacer en la Defensa civil, sobre todo en la evacuación de los barrios vulnerables al paso de ciclones por la Isla, tarea en la que igualmente es encomiable su rápido desempeño en la movilización popular para resarcir rápidamente los daños de esos destructivos fenómenos atmosféricos.
De cara a cara con el porvenir
Varios años después de la fundación de los CDR, el destacado compositor, arreglista, contrabajista y guitarrista, Eduardo Ramos Montes (La Habana, 1946- 2018), miembro y fundador del Grupo de Experimentación sonora del ICAIC —autor de otros conocidos temas de corte épico, como Girón, la batalla, Su nombre es pueblo y Vocación: revolución—, creó la Canción de los CDR, a través de la cual refleja el simbolismo de esa organización, así como la valía de su existencia. “De cara a cara con el porvenir, / qué meta puede hablar, / si no es la meta de vencer o morir./ En cada cuadra un comité,/ en cada barrio revolución,/ cuadra por barrio, barrio por pueblo,/ país en lucha: revolución”, expresan los primeros versos del popular tema.
Otros creadores, igualmente han homenajeado a los CDR a través de su música, entre ellos Arnaldo Rodríguez, quien con su banda Talismán recientemente estrenó su obra titulada Siembra, en ocasión del aniversario 60 de la organización.
Entre las limitadas celebraciones previstas por esta organización con motivo de sus seis décadas de existencia se encuentra la entrega de los premios del Barrio 2020, entre los que se destaca el ya otorgado galardón al doctor Francisco Durán García, por su labor innegable en esta contingencia sanitaria; lauro que igualmente fue concedido a los colectivos del Instituto de Medicina Tropical Pedro Kouri (IPK), el poligráfico Granma y el Hospital Naval Luis Díaz Soto, además de un premio individual a la cederista María Orquídea Artiles Ruiz, por su incansable lucha años atrás por la liberación de los cinco héroes cubanos.
Igualmente se realizaron trabajos voluntarios para fomentar el movimiento de la agricultura urbana, suburbana y familiar en cada balcón, terraza o patio de los hogares cubanos, muestra de apoyo a la Revolución Cubana, con el fin de contribuir al autoabastecimiento de las familias, en una acción que asimismo une a los vecinos de los barrios.
Sencillas, pero emotiva fue la colocación de la placa Combatientes por la vida, en las viviendas de colaboradores cubanos de la salud, así como la entrega de las tradicionales medallas, distinciones y de la Bandera 28 de septiembre.
En la actual batalla por la vida, debido a los estragos ocasionados por la Covid-19 en la salud de los habitantes de todo el mundo, cuyas víctimas sobrepasan los 33 millones de enfermos y más de un millón de muertes, los CDR desempeñan un importante papel en la salvaguarda de los cubanos.
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