Una ciudad movida por el arte, donde las obras teatrales y plásticas despierten la curiosidad y creatividad del público fue materializada en la capitalina Calle Línea, en la noche de este 27 de abril como parte de la XIII edición de la Bienal de La Habana. 

La fuerza de las congas guió a los transeúntes por una distancia aproximada de tres kilómetros, en la cual varios colectivos artísticos con sede desde la calle L hasta el Túnel de la importante arteria, mostraron de forma sucesiva parte de su quehacer.

Improvisaciones danzarias, performances, y actuaciones de las compañías La Colmenita, Acosta Danza, Teatro El Público y El Ciervo Encantado rompieron la cotidianidad de la urbe, que desde el pasado 12 de abril vive la efervescencia característica de la Bienal, el más significativo encuentro de arte contemporáneo en Cuba.

Antonio Matos, quien por vez primera asiste al mayor evento de las artes plásticas en Cuba, aseguró a la Agencia Cubana de Noticias que el Corredor Cultural de Calle Línea es un medidor de la calidad artística del país.

Destacó que en el recorrido, concluido cerca de las 11 de la noche, pudo apreciar al menos una parte de las excelentes propuestas que matizan la Bienal y el entusiasmo de los jóvenes creadores cubanos.

Yordan Polo Vázquez, residente en la capital, resaltó la iniciativa del Proyecto Espacios de activar un Corredor Cultural en la Calle Línea porque brindará nuevas e interesantes opciones artísticas al público, al poner en valor más de 20 instalaciones ubicadas en la zona.

Bajo el slogan "La construcción de lo posible", la Bienal transforma espacios, y logra una interacción real entre el arte y el pueblo al convertir calles, plazas, incluso el malecón habanero en galerías. 

Por Maite Rizo Cedeño