Como parte de la programación del 36 Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano, y a solo pocas horas de haber recibido un Coral de Honor en el evento, el actor Benicio del Toro sostuvo un encuentro con la prensa en el Salón Taganana del Hotel Nacional de Cuba.
A propósito de la cinta Escobar: Paraíso perdido, estrenada en La Habana la misma noche de la entrega de este reconocimiento, del Toro explicó que para la misma realizó un trabajo de investigación acerca de Pablo Escobar, pues si bien el filme no es la autobiografía del narcotraficante colombiano, si narra hechos reales de una etapa de la vida de éste, por lo que leyó muchos documentos y vio materiales fílmicos asociados al mismo para construir el personaje.
Reveló además que le fue muy complicado lograr el acento en español y en inglés más aún, porque al parecer Escobar no hablaba este idioma y no pudo obtener referentes.
También explicó que tuvo que aumentar bastante de peso “lo fácil es subir de peso, eso es abrir la boca y más nada; bajar es lo difícil, es amarrar el pico”, afirmó jocosamente.
Acerca de lo que descubrió de Pablo Escobar en el proceso de construcción del personaje se refirió al talento inmenso de este hombre para la organización, “eso no lo conocía; lo que conocía de él era que era un maleante, un gánster de la cocaína; también aprendí que era un hombre de familia de verdad, esas cosas aprendí; pero es un talento perdido el talento de Escobar, extraviado completamente, que cogió por la calle que no era, triste y horrible”.
En cuanto a los criterios que sigue en la selección de los personajes que encarna, explicó que usualmente es el libreto, el cuento, la originalidad, el director.., “por ejemplo en esta película el director Andrea di Steffano, nunca había dirigido, es un actor, pero puso mucha pasión en este proyecto y eso influye en mi decisión, una persona que quiera hacer un cuento que se le sale así por las venas, me influye; los actores que intervienen también influyen en qué película voy a hacer”.
Ante la interrogante de por qué repite su presencia en el Festival, primero con la película Che, de Steven Soderbergh y ahora con Escobar: Paradiso Perdido, de Andrea di Steffano, respondió “Yo he estado viniendo a Cuba por un tiempo largo, haya Festival o no haya Festival, he estado viniendo a Cuba una gran parte de mi vida y antes de venir era, -y lo soy-,un fanático de los cineastas cubanos, aquí hay una categoría de cine que se ha hecho, bueno, Tomás Gutiérrez Alea, Humberto Solás, Fernando Pérez, Pastor Vega, actores, actrices, y he tenido la oportunidad de conocer a muchos de ellos, he tenido la oportunidad de convivir y ya soy casi familia de muchos de ellos”.
Inevitablemente el filme Che, debía aparecer en la conversación, y el actor significó: “Esa es una película que marca mi carrera completamente, marca mi carrera quiera o no quiera; todavía de vez en cuando yo leo cosas del Che y a veces digo: pudimos haber hecho esto, normal, ¿no?, pero se puede seguir aprendiendo”.
Sobre proyectos futuros comentó que está enrolado en la idea de hacer un serial de televisión en el que personificará la figura de Hernán Cortés, aunque aún no está escrito el guión y es necesario realizar una importante investigación, y también refirió que ha terminado tres filmes recientemente: Inherent Vice, de Paul Thomas Anderson, que sale en diciembre, y A perfect day, de Fernando León, y Sicario, de Denis Villeneuve, que aún no tienen fecha de estreno.
Sobre su relación con Cuba regresó al final del encuentro para confesar: “La gente te desata, te da calor; nunca me he sentido solo aquí en Cuba”.
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