Cuba, cuatro letras que bailan el mar. Una Isla, llave de un continente colorido y variado. Y, La Habana, un inmenso balcón que invita a sonar desde el Caribe, constituyen la perfecta escenografía donde se mueve el espectáculo Yo soy Cuba, que desde principios de junio recorre diversas ciudades y provincias de China, de la mano del Ballet Español de Cuba que dirige el director y coreógrafo de la pieza, Eduardo Veitía.
Basado en nuestras más caras tradiciones, está tejido en la historia, que además rinde eterno homenaje, a esos seres humanos que llegaron a esta Isla desde cualquier parte, desde muchos mares, hace muchos siglos… Esos hombres que han caminado el mundo, y sobre el mar han salvado distancias, acercando culturas, formas de hacer y de ser, trayendo sueños, mezclando razas y pieles. Y a nuestra Patria, un pedazo de tierra cargado de historia, banderas y vida, transformadas luego en un ARTE singular que atrapa desde todos los sentidos con música, danza, ritmo, color y alegría… y muchos símbolos esculpidos de Europa, África, China, América…, que ahora reunidos en un todo nombrado CUBA regala alegrías por doquier, como devolviendo esa mezcla de amor y amistad al mundo, porque de él nació.
Luego de pasear por tres ciudades de la provincia de Jiangsu: Nantong (la capital), Taicang y Tongxiang, tocó el turno a Shanghai.
Shanghai, esa gran urbe, con poca historia si se compara con otras ciudades milenarias de China como Xi’an, Nanjing o Beijing, pero que cuenta con la mayor variedad de estilos arquitectónicos de todo el país, por encima de Hong Kong o Macao, fue un punto importante en esta escala de la gira. Con ávido interés por ver la actuación del BEC nuevamente aquí, el teatro Daning de arquitectura muy contemporánea, vibró al ritmo del baile y de la música nuestra, que, haciendo un amplio abanico de sonoridades y ritmos de variadas épocas, alcanza su éxtasis/fuerza en la apoteosis del cuadro final: El carnaval. Con las hermosas vistas del malecón habanero, exhibiendo fuegos artificiales que iluminan la escena, que forman parte del trabajo de diseño escenográfico de Tamine González, y los vistosos trajes multicolores y máscaras, de Maray Pereda, el baile –eufórico, perfecto y arrollador- de los danzantes, acompañados por la música del grupo Son D’Estilo, liderado por Enrique Collazo, se transforma en un instante mágico, en el que cobra vida ese amado rincón de La Habana, llegado aquí por arte de danza, y en esta obra que es un retrato perfecto de nuestras tradiciones cubanas…
Otro instante para el recuerdo lo constituyó la actuación del BEC en la histórica ciudad de Nanchang (provincia de Jiangxi). Precisamente allí comenzó la lucha de la Gran Revolución China, el primero de agosto de 1927. En el gigante teatro, del moderno Centro de Arte de Jiangxi, fue la presentación. Un auditorio predominantemente joven, donde participaron también estudiantes de escuelas de danza, la instalación, que se transformó en un pedazo del Caribe, en las milenarias tierras de China, cuando aparece en escena Yo soy Cuba. Uno tras otro, los cuadros: El bar, El solar, El malecón, El parque y El carnaval, que conforman esta obra, motivaron a los espectadores, quienes poco a poco se incorporan, -como sucede aquí a cada paso de la compañía-, en aplausos, asombros, por el excelente quehacer danzario de las huestes de Veitía, que lo entregan todo sobre las tablas, a lo que se suma la excelente música de los cinco profesionales del grupo, que suenan como una gran orquesta, la alegría y el colorido de los diseños, que conforman un arcoíris llegado a estas tierras del lejano oriente desde la atractiva isla tropical, que los hace soñar y bailar…
El recorrido continúa ahora por la ciudad de Fuzhou, capital de la provincia de Fujian, bajando aún más hacia el sureste de China. El recorrido en tren desde Nanchang fue inolvidable, pues es una zona montañosa de hermosos parajes, donde se encuentra el famoso monte Wuyi, cuyos cerros están abrazados por las nubes, exhibiendo vistas inolvidables que por momentos hace pensar que viajamos en avión… La función en Fujian está marcada para el jueves. Cuba sigue viajando con sus tradiciones por el gigante asiático.
Fotos: Toni Piñera
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