La Bahía de La Habana, una de las entradas de mar más grandes de América y del Mundo, fue declarada recientemente Zona de Protección en Cuba por la Comisión Nacional de Monumentos (CNP), con la finalidad de preservar y proteger los elementos de valor patrimonial que a su alrededor han proliferado en los últimos siglos.

Dada a conocer este jueves en conferencia de prensa, la resolución oficial resuelve que tanto este punto como sus zonas de amortiguamiento, no pueden ser intervenidos con obras en tierra o mar, sin previa autorización de entidades como la CNP o el Consejo Nacional de Patrimonio Cultural.

Gladys Collazo, directora del Consejo Nacional y presidenta  de la Comisión, aseguró a Cubarte, que la determinación  busca proteger todo el contorno de la bahía, donde se conformaron asentamientos poblacionales con identidad propia como Guanabacoa, Regla y Casa Blanca, ciudades que reconocen su histórica relación con la rada habanera.

De igual manera, Collazo resaltó que la disposición pretende conservar además, los diferentes elementos industriales y de otra naturaleza que evolucionaron  alrededor de este punto, como Astilleros de La Habana en que fueron construidos muchos de los más famosos navíos de la Real Armada Española, la Real Factoría de Tabaco cuyo edificio aún existe, los Almacenes del Quinto en Regla, los Muelles de San José, el Campamento de Tiscornia y la Quinta del Rey, por sólo citar algunos.

El documento oficial explica, que a lo largo de los años la bahía ha ido cambiando, reduciendo en muchos casos su área marítima y dejando bajo tierra numerosos elementos de valor patrimonial, que podrían aparecer en cualquier obra o excavación realizada en el perímetro.

En el fondo de La Bahía de La Habana se han ido acumulando pecios que hoy representan un inestimable valor para el patrimonio de la nación cubana y que son susceptibles de ser destruidos y dañados, e incluso desechados en las acciones de dragado, puntualiza la resolución 13.

La Bahía de La Habana tiene uno de los puertos  más importantes de la región y durante la época colonial uno de los centros más estratégicos para la España, es por ello que se protegió con una red de fortificaciones muy importante, que incluyen al Torreón de San Lázaro,  El Morro de La Habana, la Fortaleza de San Carlos de la Cabaña, El Castillo de Atarés y otros elementos dedicados a la protección de la villa San Cristóbal de La Habana.