A un año de fundado el Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos (Icaic), se creó la Cinemateca de Cuba (CC), institución que, con la presencia del presidente cubano Miguel Díaz-Canel Bermúdez, acaba de inaugurar su nueva sede en la que fuera vivienda del Doctor en Filosofía y Letras por la Universidad de La Habana, Alfredo Guevara (La Habana, 1925-2013), sobresaliente intelectual cubano y figura esencial en el movimiento del cine cubano después de 1959.
A la apertura del lugar que ocupa ahora la CC, situado en la Calle 11, entre 2 y 4, en la barriada capitalina del Vedado —municipio Plaza de la Revolución— asistieron, además, el Primer Secretario del Partido en La Habana y presidente del Consejo de Defensa Provincial, Luis Antonio Torres Iribar, el ministro de Cultura, Alpidio Alonso Grau, y otros dirigentes del Estado y del gobierno, prestigiosos cineastas, investigadores y especialistas que laboran en esta importante entidad que desde hace varios años dirige el destacado crítico de cine y ensayista Luciano Castillo.
La CC fue creada en el año 1960 —y dirigida hasta su fallecimiento— por Héctor García Mesa (La Habana, 1931-1990), también profesor de Historia del séptimo arte y un hombre muy recordado en el ámbito del cine cubano y entre los cinematecarios de todo el mundo. El estrenado espacio de la institución fue previsto como parte de las celebraciones del Icaic por el Día de la Cultura Nacional.
En el hogar donde vivió el destacado revolucionario, también fundador del ICAIC y del Festival del Nuevo Cine Latinoamericano, se encuentra— se acondicionaron las diferentes habitaciones y áreas habitacionales para acoger a este departamento del Icaic que, según en su Constancia de Establecimiento, tiene el “propósito fundamental de conservar indefinidamente el patrimonio cinematográfico nacional y otros materiales fílmicos extranjeros, para su utilización con exclusivos fines de estudio, investigación, educativos y para su exhibición cultural y no comercial", en atención a "su naturaleza como Archivo Fílmico Nacional".
Luciano Castillo, considerado asimismo como uno de los investigadores más serios y acuciosos del cine cubano, en la inauguración del centro, expresó el reconocimiento de los trabajadores y especialistas de la institución, a las máximas autoridades del gobierno por convertir el privilegiado e incomparable lugar que habitó Alfredo Guevara, en la sede de la CC. “Su impronta, dijo, como la de Héctor García Mesa, acompaña perennemente nuestra denodada labor”.
Igualmente agradeció al Icaic por su aliento e interés en concluir la rehabilitación de la casa donde reiniciará sus labores habituales la CC, miembro de la Federación Internacional de Archivos Fílmicos (Fiaf) y de la Coordinadora Latinoamericana de Archivos de Imágenes en Movimiento (Claim).
Según los Estatutos y Reglamentos Internos de la CC, su existencia está encaminada, asimismo, a “la conservación indefinida, en primer lugar, del patrimonio cultural cinematográfico nacional de todas las épocas y en segundo orden de prioridades, de todas aquellas obras de la historia y desarrollo del cine mundial y en particular del latinoamericano y caribeño, que por su destacado interés artístico, histórico, técnico o cultural en general, sea posible adquirir”.
En nombre de los cineastas y trabajadores de esta importante industria de la cultura cubana, Ramón Samada, presidente del Icaic, entregó a Díaz-Canel una moderna visión del cartel del filme Lucía —realizado por Humberto Solás en 1968—,del diseñador Patricio Herrera Vega, con el fin de que se lo haga llegar al General de Ejército Raúl Castro Ruz, primer secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba; en tanto Castillo igualmente le prodigó al mandatario cubano el afiche ganador de la convocatoria del diseño de este recurso promocional gráfico por los 90 años del natalicio de uno de los cineastas más prestigiosos de Iberoamérica, Tomás Gutiérrez Alea (La Habana, 1928–1996), obra del artista gráfico Jorge Félix Rodríguez.
Durante el encuentro, concebido bajo las estrictas medidas higiénico sanitarias para evitar la propagación de la Covid-19, se presentó un audiovisual elaborado en homenaje a Alfredo Guevara y a Héctor García Mesa, por los realizadores Manuel Pérez y Kenia Velázquez, en el que se patentiza la labor de la CC durante sus 60 años al servicio de la preservación del legado del cine insular a la cultura.
También se exhibieron fragmentos de una copia encontrada hace cinco años del filme Cancionero cubano, estrenado el 7 de agosto de 1939. Castillo informó que la compañía Películas Cubanas Sociedad Anónima encargó al español Jaime Salvador, de Cataluña, recuperar esta producción, como igualmente lo hizo con otras importantes obras, como Estampas habaneras, Mi tía de América y La última melodía.
A un año de fundado el Icaic se creó la Cinemateca de Cuba, bajo la entusiasta y dedicada dirección —por más de 30 años— de Héctor García Mesa, un hombre muy recordado en el ámbito del cine cubano y entre los cinematecarios de todo el mundo.
En el año 1989 el Archivo Fílmico del Icaic se integró a la CC, y desde ese momento fue posible implementar los Estatutos y Reglamentos de la institución en todas sus partes. Un año después, en 1990, ocurrió en La Habana la Asamblea General anual de la Fiaf, acontecimiento con que se celebró, también, la confirmación de la CC como verdadero Archivo Fílmico Nacional.
La primera gran tarea acometida por la CC fue la de salvar cuanto filme cubano pudiera, ya fuera documental o de ficción y, prioritariamente, los noticieros y documentales cinematográficos que reflejaban aspectos de la historia, las costumbres y acontecimientos trascendentes, pues constituyen un preciado material de estudio para cineastas y especialistas de variadas disciplinas.
La sucesiva incorporación de colecciones privadas y de los activos empresariales de distribuidoras y productoras fílmicas, enriquecieron las arcas de la CC, a lo que se sumaron las compras y donaciones de producciones extranjeras.
Gracias a la contribución del Icaic, la CC ha restaurado y pasado a material de seguridad todos los filmes de largo y cortometraje que pudo rescatar de los producidos en el país antes de su fundación en 1960. También conserva materiales de duplicación y copias de exhibición de la producción Icaic, cuyo laboratorio ha cumplido los trabajos de limpieza y reproducción de copias, siguiendo las normas recomendadas por la Comisión de Preservación de la Fiaf.
Los valiosos fondos de la CC igualmente se han nutrido de materiales fílmicos de interés del cine mundial, especialmente de América Latina. Esta última colección se ha constituido en el segundo tema de prioridad del archivo, al que se suma la correspondiente documentación y catalogación. Entre los tesoros de este centro se encuentra, asimismo, un modesto pero significativo museo del cine, surgido de la adquisición y restauración de antiguos equipos, buena parte de los cuales fueron exhibidos durante varios años en el cine La Rampa, en La Habana.
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