El viernes 27 de marzo la Casa ofrecerá una intensa jornada desde las artes plásticas. Primero una conferencia de la Dra. Laura Baigorri, a las 3:00 pm en la sala Manuel Galich y luego, a las 5:00 pm, en la Galería Latinoamericana, una exposición curada por la propia especialista.
Con un título como este, sugerente como pocos en la academia, Laura Baigorri ha acaparado lectores y escuchas en unas cuantas plataformas, revistas, sitios web, centros de conferencias, universidades, instituciones. Le interesa el espacio en que convergen arte y crítica social en tiempos de Internet: el compromiso, los canales, las medidas de la transgresión; le interesa la generación del “artivismo”. Y eso, cuanto menos, llena auditorios.
La Casa de las Américas será, luego del viernes 27 de marzo, otro de los escenarios hasta los cuales ha llegado la voz de la especialista. No más arte, solo vida. 4.0. Del artivismo simulatorio a las tácticas de suplantación en la Red será el título de la conferencia que impartirá Baigorri en la Sala Manuel Galich a las 3:00 pm, un análisis sobre proyectos artísticos y compromiso en internet.
“La Red se ha presentado siempre como ‘el mejor escenario posible´ para ejercer la crítica social desde la perspectiva del arte —ha dicho Baigorri— Siguiendo la tradición iniciada por el vídeo como medio tecnológico idóneo para el arte y la comunicación (sector contra-información), la amplificación del potencial de difusión que nos ha ofrecido Internet ha sido concluyente para que volvamos a recaer en un razonable determinismo tecnológico. Porque sí existen determinadas especificidades del medio que favorecen el artivismo.”
Justamente a partir de esas especificidades, la profesora titular del Departamento de Diseño e Imagen de la Universidad de Barcelona ha concebido la exposición Videoarde. Video crítico latinoamericano y caribeño, que se inaugurará el propio día 27, a las 5:00 pm, en la Galería Latinoamericana. La curaduría incluye videos de más de treinta artistas de México, Nicaragua, El Salvador, Panamá, Costa Rica, Guatemala, Puerto Rico, Cuba, Ecuador, Bolivia, Venezuela, Brasil, Chile y Argentina y Paraguay, entre otros.
La muestra reúne obras realizadas por autores noveles desde el apremio de una producción improvisada de nulo o escaso presupuesto, y obras de artistas consagrados, realizadas con más o menos medios; todas ellas entablan un diálogo fluido a través de tres programas específicos: “Hombres, lobos y hombres”, “A mi manera: lecciones de supervivencia local” y “Espacio vital”.
Baigorri ha insistido en que Videoarde… apuesta por la visibilidad como única forma de resistencia. Es la “micro-política” frente al mainstream: una selección que provoca cuestionamientos en torno a la efectividad y el campo de acción del arte crítico, la responsabilidad ética del autor cuando trabaja en este ámbito, la (in)capacidad de auto-representación del subalterno, la asignación de reconocimiento en la obras de temática social y política, y el papel que asumen el arte y el artista latinoamericano en el contexto internacional. Y finalmente, en torno a la legitimidad del propio curador para desarrollar su labor en un contexto transnacional.
Es Videoarde…, explica, “no por el carácter pretendidamente incendiario de las propuestas -ya nada quema en las conciencias-, sino por hablar sobre Latinoamérica, y no desde Latinoamérica, a partir de un supuesto discurso de dominación metropolitana, o quizás de una visión dominada por la curiosidad y fascinación ante la cultura ajena… el tema es suficientemente incómodo como para quemar en las manos. Videoarde porque de un tiempo a esta parte la moda de lo contracultural y socio-político en el arte -aún más en este territorio-, ha propiciado que esta sea una tendencia quemada. Pero Arde el Video, sobre todo, por la audacia, crudeza, sutileza o ironía de unos autores que abordan artística y críticamente su entorno planteando los límites de lo ético en las imágenes de la cotidianeidad, la denuncia y la pornomiseria”.
Cuando La Habana se prepara para ser tomada por la Bienal, este acercamiento desde la Casa de las Américas puede encender los primeros leños.
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