Apuntes históricos: Mayor general Pedro Antonio Díaz Molina, combatiente negro de las tres guerras por la Independencia de Cuba


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Este artículo tratará de otro de los Generales negros poco conocidos por nuestros lectores, especialmente los jóvenes. Destacaré brevemente su vida y méritos militares, que revelan no solo su valor en los combates, sino su disciplina,  capacidad organizativa, inteligencia y destreza para liderar las tropas independentistas bajo su mando.  Al finalizar la Guerra del 95, posee el diploma de Mayor General, y se dedica a la política en la República hasta su muerte en 1924, a la edad de 74 años.        

Nació Pedro Antonio en San Juan de los Remedios, Las Villas, el 17.1.1850.[i] Peleó en la manigua desde los 19 años, como soldado de fila, bajo el mando del Mayor general Salomé Hernández Villegas (1841-1871), militar de origen venezolano[ii].

Durante la Guerra de los Diez Años (1868-1878) fue herido en el combate de Abra Chiquita cerca de Sancti Spíritus, del cual no poseo referencia bibliográfica, y en el de Paso de Cataño o Vega de Castaño (14.1.1875)[iii], durante el primer cruce del río Zaza en ocasión de la Invasión a Las Villas.  El mencionado Paso, en los alrededores de Sancti Spíritus, estaba  controlado por tropas españolas, y las tropas cubanas libraron un audaz combate para tomarlo; en ese momento, al parecer, Díaz Molina formaba parte del Ejército Invasor de Las Villas,  bajo el mando del Mayor General Máximo Gómez. 

Se unió a la Guerra Chiquita al convocarse la misma.

Al inicio de la Guerra de Independencia (1895-1898) se incorporó a las tropas del Coronel Joaquín Castillo López,[iv] el 25.4.1895 y ese mismo día fue ascendido al grado de Teniente Coronel.

Posteriormente,  organizó la Brigada de Remedios (2 Brigada de Infantería 1 División, 4 Cuerpo, Las Villas), de la cual quedó jefe, subordinado al Mayor General Serafín Sánchez, jefe 1 División 4 Cuerpo y  al Mayor General Carlos Roloff, jefe del 4 Cuerpo. (Centro de Estudios Militares: 142) 

En agosto de ese mismo año fue ascendido a Coronel. Se destacó en el combate de Las Varas (Pozo Azul)[v] efectuado el 23.09.1895, al noreste de Arroyo Blanco, Sancti Spiritus, adonde Díaz estaba citado por el Mayor General Carlos Roloff; allí se presentó con la Brigada de Remedios, arribó, justamente, en medio de una difícil situación del combate, en el cual ya había sido herido en las dos piernas el Mayor General Serafín Sánchez, y muerto su caballo, por lo que se encontraba en retirada auxiliado por el jefe de su escolta. La llegada de las tropas del Coronel Díaz y las del Brigadier Joaquín Castillo,  resultaron decisivas en esta victoria cubana. (Centro de Estudios Militares:T.II)

Al paso de la columna Invasora a Occidente por Las Villas, mandada por el Mayor General Máximo Gómez, Díaz se unió a la misma el 7.12.1895, y fue nombrado al frente del Regimiento de Caballería Narciso López. Combatió en La Habana, participando en la Campaña de La Lanzadera (7.1.1896 al 19.2.1896), bajo las órdenes del Mayor General Máximo Gómez. Sin duda, esta fue para él una etapa de consolidación de sus conocimientos militares, asimilando las tácticas de guerra de guerrillas promovidas por Gómez en la guerra de La Habana. Recibió un nuevo ascenso como General de Brigada el  8.2.1896.

El triunfo de la Invasión a Occidente, 22.01.1896, llevó la guerra hasta el extremo más occidental de la Isla de Cuba, la convirtió de guerra regional en nacional, y elevó definitivamente su rango a escala internacional, haciendo más peligroso el desafío para el Ejército español. (Instituto: 463)

En los primeros días del mes de marzo de 1896, precisamente, el día 10, ocurren la disolución del Ejército Invasor  y la creación del 6º Cuerpo del Ejército Libertador, correspondiente al territorio de la entonces provincia de Pinar del Río, el lugarteniente y Mayor general Antonio Maceo y Grajales asumió el mando de dicho Cuerpo y territorio.  

Poco después, al separarse Maceo y Gómez, cada uno en distintas direcciones, el general de Brigada Díaz Molina es destinado bajo el mando del Mayor general Antonio Maceo, y lo acompaña en el regreso a Pinar del Río tomando parte en las acciones de la Campaña de Occidente. Previamente, Díaz Molina fue ascendido a general de División el 16.3.1896.

Esta segunda invasión a Pinar del Río para mantener el territorio fuera del control español, se consideró de enorme importancia estratégica por parte del Lugarteniente general, pues, el recién llegado (10.01.1896), capitán general y gobernador Valeriano Weyler, había prometido “… zafra a los hacendados, elecciones tranquilas al Gobierno y al país y  a la opinión la pacificación de Vuelta Abajo, y alguna otra provincia, todo ello para día no lejano… tuve que invadir nuevamente esta provincia… y ordenar la destrucción de cuanto puede ser fuente de recurso y punto de apoyo para nuestros enemigos” (Carta de A. Maceo a Tomás Estrada Palma, Instituto: 489).  

Los enfrentamientos a las tropas españolas en Pinar del Río fueron muy frecuentes, debido a la gran cantidad de hombres y medios movilizados allí por parte del ejército colonialista. Díaz Molina participó en numerosas acciones, entre ellas,  El Galope, Laborí y Cayajabos, dirigidas personalmente por Maceo; además, atacó e incendió el poblado de San Andrés de Caiguanabo.  Fue promovido el 16.03.1896 a jefe, General de División, de la 1 División de Pinar del Río, que más tarde sería la 1 División del 6º Cuerpo.

Un comentario especial merece la contribución del General Díaz Molina al auxilio de la expedición “Three Friends” (“Tres Amigos”), que en agosto de 1896,  trajo desde los EE. UU., hasta la península de Guanacahabibes, un importante alijo de armas, municiones, útiles de guerra,  y hombres, entre estos últimos  al joven Francisco Gómez Toro, hijo del Generalísimo, quien de inmediato sería designado ayudante del Lugarteniente general. Al frente de la expedición vino el General puertorriqueño Juan Ríus Rivera.[vi]

Para poder realizar estos propósitos era necesario establecer un plan estratégico (había que atravesar de este a oeste, a la ida y a la vuelta, un terreno mayormente montañoso e infestado de tropas españolas y medios de apoyo), tomar medidas y reorganizar las fuerzas… En esa dirección se le ordenó por adelantado al Brigadier Pedro Díaz Molina marchar el 23 de agosto hacia la península de Guanacahabibes, zona prevista para el arribo del vapor “Tres Amigos” (“Three Friends”). Al contingente del general Díaz se le sumó un buen número de civiles bajo el mando de varios prefectos, con el objetivo de apoyar el traslado del alijo de pertrechos de guerra hacia lugares seguros dentro de la Sierra del Rosario,… (Ibarra: 158)

La expedición hizo contacto con sus rescatistas el 17 de septiembre a las 2 de la tarde. En el itinerario de retorno se efectuaron combates fieros como el de Ceja del Negro.  

 La larga marcha de ida y vuelta, desde la Sierra del Rosario hasta Guanacahabibes, sumó 695km, divididos en 428km a la ida y 267km al regreso, vencidos en cincuenta y un días. Como ya se esbozó, la ida era peligrosa, pero mucho más el regreso, pues, advertidas, las fuerzas españolas redoblaron sus dispositivos con el objetivo de darle un golpe certero a la revolución. (Ibarra: 178).

En perfecta coordinación, las tropas cubanas encargadas del traslado del material de guerra llegó a contar en la impedimenta 1,400 hombres (cargadores) y 300 familias que solicitaron protección contra la violencia española; se hizo entrega del total de la carga al Lugarteniente general, para ocultarlo en los sitios previstos en la Sierra del Rosario, sin que el cargamento sufriera pérdidas o deterioro.

Díaz Molina estuvo designado para trasladarse a Las Villas, con el fin de operar en ese territorio,  por ello Maceo lo deja excedente, (sin mando de tropas), hacia el final de 1896. Continúa prestando sus servicios en el Estado Mayor del Lugarteniente general, y cruza la trocha de Mariel a La Habana con Maceo, inclusive combatió en San Pedro el 07.12.1896, cuando Antonio Maceo cayó herido de muerte.

En enero de 1897 se trasladó hacia Las Villas y ocupó la jefatura de la Brigada de Remedios, primero, y de la 1 División,  4 Cuerpo, después. Operó al este de la provincia hasta el 6 de abril del mismo año, en que fue nombrado jefe del 6 Cuerpo de Pinar del Río, en el cual terminó la guerra. Los días 10 y 11.11.1897,  libró el combate de Aranjuez. (Centro de Estudios Militares: 143)

Su último ascenso, al grado de Mayor general tuvo lugar el 3.1.1897.[vii]  Se licenció del Ejército Libertador el 20.11.1898.

El gobierno de ocupación de los Estados Unidos de América en Cuba,  lo nombró comisario de montes en 1899.  Al emerger la República de Cuba, con el apéndice colonialista de la Enmienda Platt, el Mayor general Díaz Molina se convirtió en político y fue electo representante a la Cámara por la provincia de Pinar del Río, lo cual es un hecho interesante que merece estudio aparte. Falleció en La Habana, el 15 de mayo de 1919.

   

Bibliografía mínima                                                                                                           

Centro de Estudios Militares (MINFAR); Diccionario Enciclopédico de Historia Militar de Cuba, Editora Política, La Habana, 2005, T.I, II, III.

Instituto de Historia de Cuba; Historia de Cuba LAS LUCHAS por la independencia nacional y las transformaciones estructurales (1868-1898). Ed. Política, La Habana, 1996. Capítulos IX y X.

Máximo Gómez; Diario de Campaña, Centenario 1869. Instituto Cubano del Libro, 1968.

Jorge Renato Ibarra Guitart (coordinador); Maceo en el tiempo Acción, pensamiento y entorno histórico, Editorial Ciencias Sociales 2015.


[i] Los datos para la realización de este trabajo fueron obtenidos del Diccionario Enciclopédico de Historia Militar de Cuba, ver Bibliografía mínima; en el caso en que sea otra la fuente,  se hace la identificación correspondiente por la autora.

[ii] HERNÁNDEZ VILLEGAS, Salomé (1841-1871) Mayor General. También es citado con el apellido Hernández como segundo. Nació en Calabozo, estado de Guárico, Venezuela, el 8.7.1841. Prestó servicio en el ejército de su país y emigró a Cuba antes del comienzo de la Guerra del 68, estableciéndose en la provincia de Las Villas, donde fue uno de los principales jefes del alzamiento del 6.2.1869. Un mes

más tarde era jefe de la jurisdicción de Villaclara con el grado de Mayor General. (CEM: T.I)

[iii] El combate de Paso de Cataño o Vegas de Castaño, o Vega de Castaña, de esta última forma aparece en el Diario de Campaña del General Máximo Gòmez (Centenario:1875, ene. 14, p.72); tambièn está referido en el Diccionario Enciclopédico de Historia Militar de Cuba (MINFAR: T. II, pp. 661-662), con la fecha citada en mi texto,  como una acción de la Guerra de los Diez Años, en la cual es posible que haya combatido y fuese herido Díaz Molina, una vez que su primer jefe el Mayor general Hernández Villegas murió en 1871 y la tropa tuvo que cambiar de mando. La información biográfica del mismo Diccionario sobre la participación de Díaz Molina en la Guerra de los Diez Años y posteriormente en la Guerra Chiquita,  es poca y contradictoria al mencionarlo como herido en un combate que no ocurrió en es, sino esa segunda guerra, sino en la primera. (CEM: T.I, 661)

[iv] CASTILLO LÓPEZ, Joaquín (1838-1920)

General de Brigada. Nació en Santiago de Cuba, Oriente, el 16.8.1838. Se alzó en Sabanilla de Mayarí Arriba, el 14.10.1868. Fue subordinado del Gral Brig Silverio del Prado en la División Cuba. Recibió el ascenso a Cptán el 10.5.1872, y a Cmdte el 24.6.1876. Participó en las acciones de Florida Blanca y Mayarí Arriba, entre otras. En abril de 1873 resultó herido en un combate. Terminó la Guerra del 68 como Tte Cor, jefe de un Rgto. En la Guerra del 95 se alzó el 21 de abril, de ese año, en Sancti Spíritus,

al frente de 14 hombres. Se convirtió en el jefe de las fuerzas villareñas, al igual que el Gral Brig Manuel Suárez, hasta la llegada del My Gral Carlos Roloff (24.7.1895), a quien entregó el mando de ese contingente. Días después fue nombrado jefe de la 1 Brig 1 Div 4 Cpo, con la que operó en la región de Sancti Spíritus. El 23.9.1895 participó en el combate de Las Varas (Pozo Azul). En abril de 1896 fue sustituido por el entonces Gral Brig José Miguel Gómez. Ascensos: a Cor, 21.4.1895; Gral Brig, 8.2.1896. Fue herido de bala en uno de los combates de Río Grande. Terminó la guerra con la categoría de jefe excedente. Durante la República se dedicó a la agricultura, manteniéndose ajeno a la política. Murió en Morón, Camagüey, el 18.6.1920. (CEM: T.I,141)

 

[v] VARAS, LAS (POZO AZUL)

En esta finca ubicada a unos cinco km al NE de Arroyo Blanco, Sancti Spíritus, el 23.9.1895, combatieron fuerzas del 4 Cpo del EL, bajo el mando superior del My Gral Carlos Roloff, y una columna de 1 240 efectivos, incluida una guerrilla montada. Esta tropa, hostilizada el día anterior por los cubanos, se presentó frente al campamento mambí a las 06:30 hrs. La guardia de avanzada de la posición insurrecta rompió fuego contra el enemigo, conjuntamente con una parte de la escolta del My Gral Serafín Sánchez, al tiempo que una sección de infantería, con 25 hombres, era enviada a emboscarse en el camino de Manacas a Las Varas para retardar lo más posible el avance de los colonialistas. El My Gral Sánchez, con su EM, el resto de su escolta y el Rgto Honorato, ocupó el flanco derecho del camino de Las Varas; pero la superioridad numérica del adversario le obligó a retirarse, herido en ambas piernas, junto con el jefe de su escolta, Cap Ruperto Pina. En medio de esta compleja situación, alrededor de las 08:00 hrs arribaron al lugar de la acción la 1 y 2 brigadas de las 1 Div, con sus respectivos jefes, brigadier Joaquín Castillo y Cor Pedro Díaz, citados para este punto por el My Gral Carlos Roloff, por lo que llegaron a tiempo para tomar parte en el combate, arremetiendo por el flanco izquierdo. En esta acción el elemento fundamental fue el empleo de la infantería, pues la caballería se veía muy limitada debido a las condiciones del terreno; el éxito hubiera sido mayor, si se hubiera contado con más infantes, porque ante la llegada de las nuevas fuerzas insurrectas el enemigo se retiró y los libertadores no pudieron perseguirlo. El combate duró cuatro horas y 30 minutos, y se caracterizó por un nutrido fuego por ambas partes. Las bajas españolas fueron 124, entre muertos y heridos; las cubanas consistieron en seis muertos, entre ellos un oficial, y 33 heridos de los cuales cinco eran oficiales; así como tres caballos muertos, entre estos el del My Gral Serafín Sánchez. El grueso de la tropa enemiga estaba formado por un batallón del Rgto de

Granada. Bibl: 82/90-91; 11/30; 74/207-208; 123/100-101. (CEM: T.II)

[vi] Un interesante artículo sobre esta expedición, “Estatura militar de Antonio Maceo: rescate de la expedición del general Juan Rius Rivera” de los historiadores pinareños Jorge F. Ramírez Pérez y  Pedro Luis Hernández Pérez, hace un análisis muy completo del teatro de operaciones y del plan complejo y arriesgado del rescate, organizado y dirigido personalmente por el Mayor General Antonio Maceo, con el apoyo de otros jefes a su mando, entre ellos el General de División Pedro Antonio Díaz Molina. (en: Ibarra (coord.): 150-179) 

[vii] El “Diario de operaciones militares del mayor general Pedro Días Molina” está todavía inédito según reportan en su artículo los historiadores pinareños relacionados en la nota vi.


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