Los días que corren son singulares para Cuba y aunque algunos afirman en las redes sociales que estamos en medio de un apagón cultural, nada es más absurdo. No extraña entonces que Rolando Lasval Hernández, director provincial de cultura en Sancti Spíritus se incomodara con la pregunta: ¿Apagón? ¿De qué tú hablas?, me dice con cara de pocos amigos. Vuelvo a la carga y no me deja terminar: “Esa es una las patrañas que orquestan para desestabilizarnos. En las instituciones nuestras ni en los colectivos de creadores se habla de tal cosa porque realmente no existe. Ciertamente hay restricciones energéticas y de combustible, pero no todas las actividades culturales son altas consumidoras de energía y mucho menos de combustible”, afirma quien desde hace más de un lustro lleva las riendas de la vida cultural.

“Nosotros en Sancti Spíritus hemos diseñado una programación cultural que en lo posible evite los horarios pico y en las acciones recreativas sucede lo mismo. Si antes comenzábamos a las ocho y media de la noche, ahora es a las nueve. Por eso te digo que no existe apagón alguno, es un invento”.

¿Pero es evidente un cambio en las dinámicas de la programación?

“Es cierto que ahora nos vemos obligados a utilizar más el talento de la provincia, lo cual es parte de la política del Ministerio de Cultura y no precisamente por este motivo, sino como la esencia misma de nuestra labor de promoción de lo más auténtico, de las potencialidades que tenemos en el territorio. La Jornada por la Cultura Cubana es el mejor ejemplo, ahí tienes una programación coherente con los días que vivimos y que para nada suponen disminuir las actividades culturales, en todo caso nos obligamos a ser más creativos”.

Los municipios y comunidades son los más afectados por las limitaciones del transporte y la energía…

“El momento ha obligado a los municipios e instituciones a gestar desde sus potencialidades. Estamos pensando más en nuestros artistas, en nuestros creadores, en hacer actividades a la medida de cada lugar. Eso siempre ha sido una prioridad, pero ahora se ha impuesto y me parece muy bueno que así sea. La programación es más endógena y lleva a desarrollar iniciativas, a no esperar que nos lleguen indicaciones desde arriba, a no pensar solamente en traer desde La Habana una agrupación de alta convocatoria, sino a ser coherentes.

“En la medida que se vaya restableciendo la situación, comenzaremos otra vez a recorrer la provincia con las cruzadas teatrales y las brigadas que llegan hasta aquellos lugares donde acceder a la cultura se hace más difícil. Pero ahí están las direcciones e instituciones municipales, los consejos populares y los promotores en cada comunidad para seguir. En ello el país ha invertido mucho en 60 años y esta experiencia sirve para pulsar el lado débil y cómo resolver cualquier dificultad desde la iniciativa local. Es en la comunidad, con los pobladores y sus líderes, el espacio vital para crecer, ese es el eslabón primario y no puede fallar. Ahora mismo allí tienen un reto tremendo y de las mejores experiencias debemos asumir sus fortalezas.”

¿El aumento salarial en el sector presupuestado cubano cuánto limita las finanzas para la vida cultural?

“El aumento salarial en el sector ha traído una mirada nueva al presupuesto, a utilizarlo con mayor eficiencia. Y ello incluye eliminar los gastos innecesarios, a utilizar con mayor asertividad el movimiento de artistas aficionados y dimensionarlo mejor, a promover a los músicos subvencionados, a crecernos en todos los centros y consejos. Es increíble la fuerza que tenemos, cómo avanzamos cuando destinamos las finanzas a fortalecer las jerarquías artísticas. Pero te repito, eso no significa que no tenemos opciones. No se puede pensar únicamente en un bailable de alta convocatoria popular, la cultura es mucho más que eso y tiene que ver con la formación de valores, el desarrollo de todas las manifestaciones. Por otro lado, estos momentos nos llevan también a crecer en la planificación de nuestro trabajo.”

Una de las matrices de opinión que pulula por las redes sociales asegura que ahora hay menos libertad de creación…

“Mira, La creación no se ha afectado. La creación es libre y en estos tiempos es cierto que hay restricciones en la programación cultural al reducir los gastos, disminuir el consumo de combustible y de energía en las instituciones de alto consumo, pero eso no limita la creación artística. La creación depende de factores individuales, de cómo se siente el artista, de la atención que recibe y de cómo se estimula. La programación está siempre necesitada de recursos, de una logística que es cara y que obviamente se resiente en momentos como estos, pero no más que eso. El acto creativo es en primera instancia un acto individual que, en dependencia de su calidad estética, de su impronta en el contexto social, puede trascender o no. Pero es libre como el viento, no hay dudas.”