Para muchos, fue el Marqués mambí; para otros muchos, fue un patriota vertical durante años y, en especial, luego de concluida la contienda del 95, durante los gobiernos de ocupación norteamericanos en Cuba, al oponerse enérgicamente a la oprobiosa Enmienda Platt (1).

Un título nobiliario, heredado de su padre, como II Marques de Santa Lucía  ̶ además de una cuantiosa fortuna y haciendas ̶, no hicieron mella clasista alguna en el camagüeyano Salvador Cisneros Betancourt, dos veces Presidente de la República en Armas durante la Guerra de los Diez Años; uno de los principales líderes de la Junta Revolucionaria de Camagüey, resumida en varias acciones como fue su firme decisión de no permitir que los españoles concentraran todo el poderío contra los patriotas orientales; estuvo entre los dirigentes que llevaron a cabo el alzamiento de los camagüeyanos el 4 de noviembre en Las Clavellinas, además de oponerse al Pacto del Zanjón. Finalmente y, al llamado de la Guerra Necesaria proclamada por el Apóstol, se incorpora a la contienda libertaria de 1895. Poco tiempo después y, al calor de la presencia de los gobiernos interventores yanquis en Cuba, condena la Enmienda Platt. En relación con dicho apéndice agregado a la Primera Constitución cubana expresó:

“No debemos, no, renunciar ni abandonar nuestros puestos, sino defender los derechos del pueblo, hasta sacarlos incólumes o sucumbir en el puesto en donde nos ha colocado este".(2)

Reconocido en la Historia de Cuba por sus aciertos y desaciertos y el tener un carácter temperamental y controversial en ocasiones, a hombres como Cisneros Betancourt siempre habrá que enjuiciarlos como lo que fueron: seres humanos con innumerables virtudes y defectos; pero si todo ello se llevase a una balanza, los valores exponenciales se alzarían ante una personalidad de patriota como pocas. Nunca soslayar que este Marques-mambí jamás olvidó no sólo su posición dirigente en las contiendas independentistas, al igual que jamás claudicó ante los rejuegos políticos de gentes de su clase quienes, finalmente, hallaron refugio ideológico y político en corrientes como el Autonomismo capitulador y el Anexionismo a una potencia imperial en pleno desarrollo expansionista.

Para corroborar dicha verticalidad patriótica, especialistas y estudiosos lo incluyen en determinados hechos sobresalientes en la Historia de Cuba como fueron, entre otros:

Fundador de la Junta Revolucionaria de Camagüey

Contacta con Perucho Figueredo y los patriotas bayameses y asiste a las reuniones conspirativas de San Miguel de Rompe (4 de agosto de 1868), y de la hacienda Muñoz (Primero de septiembre de 1868)

Es uno de los organizadores del alzamiento del paso del río Las Clavellinas, el Cuatro de noviembre de 1868, a unos 13 kilómetros de Puerto Príncipe --en el camino hacia Nuevitas--, acción que incorpora a Camagüey en la Guerra del 68

Delegado de los camagüeyanos a la Asamblea de Guáimaro (10 de abril de 1869), donde resulta elegido presidente de la Cámara de Representantes de la República de Cuba en Armas, primero, y luego como presidente interino de esa República, tras la deposición de Céspedes (27 de octubre de 1873). El 29 de junio de 1875 renuncia a ese cargo ante la presión de los amotinados en Lagunas de Varona. No acepta el Pacto del Zanjón

En 1895 responde al llamado martiano del Partido Revolucionario Cubano, y manifiesta: (3) “Los preparativos de Martí, muchos o pocos, los encontraré suficientes para lanzarme a la campaña”

Elegido en la Asamblea de Jimaguayó Presidente del gobierno mambí

Vaticina el ulterior peligro de la intervención norteamericana tras la voladura del acorazado Maine en 1898. Repudia a los gobiernos de ocupación interventores (1899-1902): “No solamente actúan muy a menudo como conquistadores en tierra conquistada (sino que) han resuelto siempre en contra del pueblo de Cuba y a favor de aventureros”.

Hace públicas sus denuncias públicas a los fraudes de los miembros del Gobierno Militar de ocupación en las dependencias de correos, en la construcción del ferrocarril de Tizcornia y en la Aduana. Llega a convertirse en persona non grata para la Administración de Washington

Electo para la Constituyente de 1901 deviene, junto al patriota Juan Gualberto Gómez, en el principal crítico contra la Enmienda Platt. Expone a los constituyentistas que, al aceptarla: “Cuba no tendrá soberanía, ni independencia absolutas, ni será República”.

Electo senador, denuncia en el parlamento, en la prensa y en tribuna pública, toda clase de injerencia foránea. Asimismo y, no obstante rechazar la táctica del Partido de los Independientes de Color, defiende la existencia de dicha organización y repudia los asesinatos de sus militantes

Ya en el umbral de su vida, con 85 años de edad, considera “su misión y la de todo buen cubano, la lucha contra la Enmienda Platt (…) al tener espíritu bastante para ver a Cuba completamente soberana, absolutamente independiente y dueña de sus destinos”. (4)

Salvador Cisneros Betancourt fallece en La Habana el 28 de febrero de 1914. Ciudadano digno y ejemplar para la Historia de Cuba, bien valdría la pena actualmente dedicar mucho más esfuerzo y dedicación al estudio e investigación sobre su vida e impronta revolucionaria.

Notas:

(1) Enmienda Platt: Apéndice al proyecto de Ley de los Presupuestos del Ejército aprobado por el Congreso de Estados Unidos, e impuesto como parte del texto de la Primera Constitución de la República de Cuba, elaborada por la Asamblea Constituyente de 1901, bajo la amenaza de que si no la aceptaba, Cuba seguiría ocupada militarmente.

(2-3-4) Oficina del Historiador de Camagüey, y Periódico Adelante.