Por más de una razón, la Plaza Antonio Maceo es la obra que siempre ocupará un lugar de privilegio en el extenso quehacer de Alberto Lescay Merencio, santiaguero de pura cepa que hoy celebra 70 años de vida.

Tal proyecto, al que dedicó casi una década de su existencia, hubo de concederle el honor de realizar en la Ciudad Héroe el tan postergado monumento al Titán de Bronce; fue su primera escultura pública y también aquella que lo dio a conocer en el panorama artístico nacional, del que estuvo alejado durante el período en que cursó estudios en la Academia Répin de la entonces soviética ciudad de Leningrado, hoy San Petersburgo.

Por otro lado, la construcción del imponente conjunto escultórico, hizo insoslayable la creación del Taller para las Artes Monumentales y Aplicadas, único de su tipo en Cuba, en el que hubo de realizarse la fundición de la figura ecuestre y de los restantes elementos de bronce presentes en la Plaza y que, posteriormente, ha estado al servicio de otros artistas nuestros como José Villa Soberón, Roberto Fabelo o Nelson Domínguez.

Esa vocación de servicio público, ya contenida en sus esculturas halló, por tanto, cause en dicho Taller; génesis de la Fundación Caguayo, desde la cual Lescay ha impulsado los proyectos culturales Somos, Vuelo de Bronce y Arte y Vida.

Dueño de un estilo abstracto figurativo, según los especialistas, no decanta su preferencia por la pintura o la escultura, adentrándose también en los misterios de la cerámica y el grabado, a partir de esa concepción integradora del arte que siempre lo ha acompañado.

Aunque será por siempre la Plaza Antonio Maceo su obra insigne, nuestros espacios públicos agradecen la que dedicara al Cimarrón, en el poblado de El Cobre; a Rosa la Bayamesa, en la capital de Granma; a José Martí, en Santiago de Cuba y, más recientemente en esa misma ciudad, a Mariana Grajales, en el Cementerio Santa Ifigenia.

Evidente, por su propia naturaleza, es el aporte que las esculturas públicas de Alberto Lescay Merencio han hecho a la cultura del país. Más, de conjunto, es su obra de aquellas que fortalecen el sentido patriótico, la espiritualidad de nuestro pueblo.