Hace pocos días conocimos de un lamentable suceso que deja indignados a todos los miembros de la Brigada de Instructores de Arte José Martí (BJM). Desde la plataforma de la Muestra Joven del ICAIC, proyecto institucional que promueve el buen arte joven en Cuba, sus Organizadores defendieron la proyección de un material que nada tiene que ver con los verdaderos valores de este pueblo.
Bajo el escudo de la libertad de creación el largometraje Quiero hacer una película, reduce la grandeza de nuestro héroe nacional en grotescos diálogos de burdas palabras. Ante esta lamentable ofensa la BJM heredera de convicciones martianas y fidelistas rechaza todas las posiciones equívocas tratadas en el audiovisual, pues si bien desde las históricas “Palabras a los Intelectuales” se estimulara la libertad creativa, nunca bajo circunstancia alguna debían mutilarse las figuras que contribuyeron a nuestros 150 años de lucha y mucho menos a la Revolución como proceso en sí mismo.
Actitudes como esta deben ser impugnadas desde cada escenario social, pues solo traen consigo el derrumbe de la plataforma simbólica que sostiene la nación. Entender como creadores que la utilización de la simplificación y vulgarización solo son un claro hecho de pobreza en el entorno artístico, resulta muy necesario.
El arte verdadero no implica ultraje, convida a la reflexión desde el respeto, a la vez que estimula capacidades en los individuos.
Nuestro Martí, ese que mueve a cada instructor de arte en su comunidad, seguirá vivo en cada niño que deposita una flor ante su imagen o lee La Edad de Oro, en cada joven, obrero, campesino y estudiante que profesa a diario su visión humanista, o simplemente en cada espacio de este archipiélago, pues como dijera Fidel en “La Historia me Absolverá”, él es sin dudas el autor intelectual de nuestra obra.
Deje un comentario