Con la presencia en el Multicine Infanta de la ministra de Cultura de Eslovaquia, Sra. Lubica Lassakova, en la noche de este martes dieron inicio en La Habana las Jornadas de Cine de dicho país, las cuales se extenderán hasta el próximo día 11.

Durante su estancia en la capital, la titular firmará un Convenio de Colaboración con su homólogo cubano, del cual se desprenderán, entre otros intercambios culturales, los relacionados con el séptimo arte, según adelantaron en conferencia de prensa la Sra. Imelda Selkova, Coordinadora del Instituto de Cine Eslovaco y el Excmo. Sr. Roman Hostak, Embajador de la nación europea.

En tal sentido, la funcionaria expresó la intención de realizar en el cine Lumiére, uno de los más prestigiosos de Bratislava, Jornadas similares a las que tienen lugar por estos días en La Habana, con producciones cinematográficas cubanas y la participación de algunos de nuestros realizadores.

Acerca del programa que presentan en esta ocasión, la Sra. Selkova señaló que se trata de cinco largometrajes de ficción estrenados entre 2015 y 2017, con muy buena acogida de la crítica y del público; así como de La condesa sangrienta (1980), de Viktor Kubal, un animado para adultos considerado un clásico en Eslovenia y que, una vez restaurado y digitalizado, fue presentado en 2017 en el Grand Lyon Film Festival Lumiére, de Francia y, en fecha reciente, en el Festival Internacional de Cine de Fantasía Sitges.

Los restantes títulos seleccionados para este tardío retorno de la cinematografía eslovaca a nuestras pantallas son los road movie Stanko, de Rasto Boros, y Out, de Gyorgy Kristóf, cuya presencia se espera en La Habana. También fueron escogidos los dramas La línea, de Peter Bejak, encargado de la apertura en la noche del martes; Sucia, de TerezaNvotová, y Nuestro pequeño puerto, de Iveta Grófová.

En el intercambio con la prensa, la coordinadora del Instituto de Cine de Eslovaquia se refirió a la recuperación que últimamente han tenido estas producciones en su país, con unas treinta películas al año, las cuales destacan por su calidad, tanto en las de ficción, como documentales. De igual forma reconoció que, en el género de animados, estas se encuentran un tanto deprimidas.

Señaló que, a diferencia de los filmes concebidos en los años 90, tras la separación de la República Checa, los que se estrenan en la actualidad no enfatizan ya en la crítica social o política, sino que abordan temas más universales y amenos.