Los alumnos de las escuelas de arte se saben hijos entrañables de su heroico pueblo y este 27 de noviembre, en horas tempranas, formaron parte junto a miles de jóvenes y la máxima dirección del país de la marcha que rindió tributo de recordación a los ocho estudiantes de Medicina, injustamente condenados a muerte hace 150 años.
Hijos de su tiempo y de la historia, ellos fueron en marcha apretada, para reafirmar su compromiso con la soberanía de la Patria y con su historia.
Partieron desde la Universidad de La Habana hasta la explanada de La Punta, donde se encuentra el monumento a los ocho estudiantes de Medicina, en homenaje al aniversario 150 del vil fusilamiento.
Este desfile se desarrolla en un contexto en el que todos los días se necesita que los jóvenes demuestren ese espíritu altruista, esa unidad que necesita nuestro país.
Noviembre, mes de acontecimientos que marcan nuestra historia
Y es que noviembre nos marca con fechas plenas de significado, en especial, el motivo de profundo homenaje a Fidel. Es cierto que Cuba entera se estremece al recordar la partida física del querido comandante en jefe, invencible y eterno, cuyo legado de convicción y su huella como guía, nos dejan más fuerza, más patriotismo, más seguridad, más entereza para continuar y defender.
Estudian nuestros jóvenes sobre la historia patria, que en su devenir nos entreteje nombres, sangre, inocencia, sacrificio, valentía, grandeza, para que podamos armar el crisol identitario que nos hace ser lo que somos.
Perciben que se conectan entre sí las reveladoras fechas de octubre, con las importantes efemérides de noviembre, las de diciembre y las que vienen en enero, o febrero y así, por todo el calendario, con hondo significado, en radiante trayectoria anual. Y que con estos motivos, en cada amanecer, en cada intento fallido de los que pretenden mancillar la honra, el esfuerzo, la obra, la historia, la Patria se renueva, se rehace en su fragua de pueblo, más soberana y solidaria.
Deviene tributo y tradición el amplio conjunto de actividades desarrollado por todas las escuelas de arte, y las instituciones de la cultura, que semeja vitral de gratitud para el líder histórico de la Revolución cubana. Se han desplegado, tanto en espacios abiertos como en las plataformas virtuales, llevando siempre consigo la obra de miles de jóvenes artistas e instructores de arte que forman parte o han salido de esas escuelas, que son también orgullo de país.
Aprenden los estudiantes que la batalla de ideas que puso en marcha Fidel para nuestro pueblo no debe cesar nunca, que idearemos constantes maneras para ganarle a la ignominiosa red de pensamiento promovida por el vecino imperial y los lacayos seguidores que pretenden imponerun despreciable y mezquinoanexionismo.
Así, desde el conocimiento profundo y la sensibilidad, nuestros jóvenes de ayer, los de hoy y los que lo serán siempre, harán que ganemos. Que ganemos con todo, donde las circunstancias exijan, ganemos con la ética, con las razones, con la moral, con la cultura, con la fuerza del corazón y la belleza, desde la pazcon las armas que ofrece el arte, con los escudos de los creadores, escritores y artistas, instructores y profesores de la enseñanza artística cual ejército del alma.
Nuestros jóvenes estudiantes de las artes en la primera línea, defendiendo a Cuba y a su revolución cual “eternos abanderados del futuro”.
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