En nombre del Capítulo Cubano de la Red en Defensa de la Humanidad y a propósito de las celebraciones por el 26 de Julio, ratificamos nuestro incondicional apoyo a la Revolución y el compromiso por continuar trabajando por un mundo de paz e igualdad social.
En palabras de Gilberto López y Rivas: “Con el asalto al cuartel Moncada, se inicia la época que daría un giro trascendente a la historia de nuestra América con la siembra en tierra fértil de la semilla de la revolución social que establecería el primer bastión de socialismo en este hemisferio. A 69 años de esa clarinada de la liberación de nuestros pueblos, ¿qué nos enseña el asalto al cuartel Moncada? La acción de esos valerosos jóvenes martianos, encabezados por Fidel Castro, puso de manifiesto que el patriotismo, el amor a la causa del pueblo y la consecuencia revolucionaria no se demuestran con palabras: es necesaria la acción decidida y el ataque frontal al Estado dictatorial cuando todas las vías para solucionar los ingentes problemas sociales, económicos y políticos están cerradas.”1
Existen acontecimientos que son puntos de inflexión en el desarrollo social y político de los pueblos, los cuales tienen lugar en un momento preciso, dada su necesidad e importancia. La gesta emancipadora del pueblo cubano, iniciada el 26 de julio de 1953, cumple con estas consideraciones. Al amanecer, la Generación del Centenario protagonizaba, en los cuarteles Moncada de Santiago de Cuba y Céspedes de Bayamo, la acción que abriría una nueva etapa de combate en las luchas redentoras del pueblo cubano contra la dictadura de la oligarquía y el imperialismo y destacando la acción armada como medio principal de lucha.
Surgía una nueva dirección joven y revolucionaria, heredera del valor y la honradez de nuestros próceres y comprometida en buscar una solución a los acuciantes problemas del país y erradicar la dependencia hacia los Estados Unidos. Estaban estrechamente vinculados con el pueblo, conscientes de sus necesidades y luchas; provenían de las capas pobres y medias de la sociedad cubana con una profunda ideología independentista y antimperialista.
Contaban con las enseñanzas de José Martí, autor intelectual del Moncada, quien legara su ejemplo de acción, e incluso, de máximo sacrificio, como camino de lucha, y formas organizativas que adoptó el Movimiento 26 de Julio.
El Moncada demostró, como afirmara Fidel, que no hay situación social y política, por complicada que parezca, sin una salida posible. Por la profundidad de las reflexiones suscitadas, dado aquel histórico acontecimiento, de su punto de partida, presencia y continuidad se desprende la vigencia de estos sucesos como un canto de esperanza tanto nacional como internacional.
Hoy, celebramos este 26 de Julio, Día de la Rebeldía Nacional en Cuba, con la convicción de que su legado, es referente esencial para próximas batallas necesarias a librar por el bien de Nuestra América.
1 Enseñanzas del 26 de julio: amanecer de nuestra América. La Jornada. Opinión. Gilberto López y Rivas (agosto, 2013).
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