“El valor tiene sus pruebas como sus glorias el patriotismo.
Cuando un pueblo es valiente y decidido nunca faltan en sus
museos monumentos que ostentar, recuerdos de que envanecerse.”
Carlos Manuel de Céspedes. 4-9-1869
Desde la primera mitad del siglo XIX, la conservación de monumentos y sitios históricos son importantes para la cultura de los diferentes estados que conforman la ecúmene fue una preocupación de los pueblos. Ello estuvo determinado, entre otras causas, por la destrucción de ciudades y sitios histórico-culturales importantes, ocurrida durante la Primera Guerra Mundial (1914-1918); conflicto abundante en hechos de daño deliberado a lugares de ese tipo, como lo fue el caso del bombardeo de la ciudad belga de Lovaina por el ejército imperial alemán (25 de agosto de 1914).
De ahí que, en fecha tan temprana como 1931, durante una conferencia celebrada en la legendaria ciudad de Atenas, Grecia, donde participaron importantes personalidades de la cultura en la época, se redactó el primer documento donde de manera explícita se aboga por la protección del patrimonio edilicio. Ese pliego, conocido como la “Carta de Atenas”, se publicó en 1933, y en él se realizan una serie de recomendaciones a gobiernos y organizaciones políticas, empresariales y socio-culturales, tendentes a proteger los edificios y lugares de interés histórico, tanto en la paz como en la guerra; y a restaurar aquellos que, por la acción del tiempo o del hombre, se hallaran en mal estado.
Sin embargo, cuando en 1939 estalló el segundo gran conflicto bélico mundial, nuevamente el patrimonio erigido fue víctima de ataques y saqueo por los beligerantes, haciendo caso omiso de los preceptos de la carta ateniense. Como ejemplos muy dolorosos, aunque no únicos, tenemos los ataques a la Abadía de Montecassino, ubicada al sur de Roma, Italia, (al momento de su destrucción, ese sitio religioso y patrimonial tenía más de 1400 años de antigüedad) y la ciudad de Dresde, al este de Alemania, asentamientos que fueron completamente arrasados por la aviación norteamericana a finales de la segunda Guerra Mundial.
Con la fundación de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO, por sus siglas en inglés), el 16 de noviembre de 1945, se daba un primer paso para la promoción y preservación de la cultura de los pueblos; pero no fue hasta 1965 que se creó el Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (ICOMOS, por su nombre en inglés: International Council of Monuments and Sites), como resultado de la “Carta de Venecia” de 1964. Este organismo es responsable de proponer los bienes que reciben el título de Patrimonio Cultural de la Humanidad. Su principal objetivo es el de promover la teoría, la metodología y la tecnología aplicada a la conservación, a la protección y a la valorización de monumentos y de sitios de interés cultural.
El 18 de abril de 1982, durante la celebración de un coloquio organizado por el Comité Nacional del ICOMOS de Túnez, se decidió instaurar el Día Internacional de los Monumentos y de los Sitios, con la idea de celebrarlo simultáneamente cada año en todo el mundo. Este proyecto fue aprobado por el Comité Ejecutivo, que realizó sugerencias a los Comités Nacionales sobre cómo conmemorarlo. La idea fue aprobada también por la Conferencia General de la UNESCO, que en su 22ª Sesión, en noviembre de 1983, adoptó una resolución recomendando a los países miembros que estudiaran la posibilidad de declarar cada año el 18 de abril como el Día Internacional de los Monumentos y de los Sitios.
En el año 2001, el Presidente del ICOMOS, Michael Petzet, y el Comité Ejecutivo propusieron a todos los comités que también se aprovechara la ocasión para llamar la atención sobre un tipo particular de patrimonio cultural en peligro. Desde entonces, cada año ICOMOS propone un tema específico para conmemorar la fecha del 18 de abril, consensuado con los diferentes comités nacionales. El pasado 2014, el tema elegido fue: “El Patrimonio religioso y los lugares sagrados”.
Nuestra provincia de Granma, que cuenta con un numeroso y relevante patrimonio inmueble (23 monumentos nacionales, 7 locales; 619 sitios históricos y 77 construcciones conmemorativas; además de varios edificios de valor arquitectónico en sus 13 municipios), celebrará la efeméride del 18 de abril con un amplio programa de actividades, que incluye conferencias y conversatorios en las comunidades que atesoran emplazamientos patrimoniales, acciones de conservación y/o mantenimiento de aquellos que así lo requieran, y actos político-culturales en las cabeceras municipales; así como la realización del proyecto “Rescatando Patrimonio al Andar” que consistirá en recorridos por monumentos y sitios históricos en los municipios de Cauto Cristo, Bayamo, Yara, Guisa y Bartolomé Masó; en esta ocasión dedicada a rememorar el aniversario 120 de la caída en combate de José Julián Martí Pérez, Héroe Nacional de Cuba; a quien se erigió un obelisco en el lugar de su caída en combate en Dos Ríos declarado Monumento Nacional el 10 de octubre de1978 y ratificada su condición 19 de mayo 2003.
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