La lluvia arremetió con fuerza el pasado viernes y aplazó la apertura de la mayor fiesta de La Habana. El sábado volvió con mayor furia, el cielo se oscureció y lo que prometía ser un espectáculo de lujo se vio frustrado por unas horas, hasta que los testarudos que en el malecón se encontraban esperaron a que cayera la última gota, y así, entre bailes, carrozas y comparsas fue inaugurado el Carnaval de La Habana, dedicado especialmente al cumpleaños 500 de la ciudad.

Las luces de la noche y el júbilo del pueblo han adornado en estos dos días la avenida Malecón, desde la calle 19 hasta el Parque Maceo. Los fuegos artificiales anunciaron el inicio de los festejos capitalinos de la etapa estival, que son muestra fehaciente de las tradiciones de la Mayor de las Antillas y de lo intrínseco que está entre todos los cubanos la cultura popular.

Después, miembros de la unidad motorizada de la Policía Nacional Revolucionaria, conocida popularmente como “caballitos”, desfilaron en sus motos por toda la calle, con luces y pitos anticipando su llegada. Seguido, el espectáculo Bajo las estrellas, del Cabaret Tropicana, demostró con creces por qué son tan populares y cuentan con prestigio internacional.

Los bailarines de este cabaret, con más de siete décadas, conocido como el “Paraíso bajo las estrellas”, rompe con los esquemas tradicionales: Tropicana en La Habana es fiesta, colorido, espectáculo y cubanía. El más famoso exponente de la recreación y vida nocturna.

Personajes de historietas y dibujos animados como Elpidio Valdés, María Silvia y la Calabacita, así como otros animales de la fauna de la Isla, animaron la noche en versión gigante a cargo de Los Muñecones de La Habana.

Representando lo mejor de las tradiciones afrocubanas participaron en el corredor festivo miembros del Conjunto Folclórico Nacional, emblemática agrupación cubana, que ha cultivado durante más de cincuenta años la rehabilitación de las raíces danzarias y musicales cubanas. Otras compañías de baile también dijeron presente como Paso a Paso y Tiempos Sabás.

Llamativos fueron también los desfiles de autos clásicos y de motos eléctricas, última iniciativa que se suma a este carnaval 2019 con el fin de contribuir a la conciencia social, a la educación vial y a la conducción responsable.

Desfilaron la Comparsa La Bollera, que desde el barrio de Los Sitios (Centro Habana) cada año sale a la fiesta para exhibir una tradición de más de 70 años; la Comparsa Rayito de Sol, creada en el 2005 y defensora de las tradiciones, de los sones, el chachachá y los mambos; la Comparsa Carnavaleando, distinguida por la amena música y coreografía; la Comparsa El Cabildo y Comparsa Cubaneando.

Se adueñaron de la noche la Comparsa La FEU, que ha ganado año tras año el premio de la popularidad; Comparsa Tradicional Sultana, directamente desde el Solar de la California en el Barrio de Colón; Comparsa Tradicional los Componedores de Batea, de Cayo Hueso; la Comparsa Tradicional La Jardinera, fundada desde 1938; la Comparsa El Alacrán, con voces, congas y farolas; la Comparsa Villa San Cristóbal, caracterizada por la policromía del color y el vestuario original; la Comparsa Los Dandy de Belén, resurgida en este 2019; la Comparsa La Giraldilla de La Habana, símbolo de la ciudad; la Comparsa Willy y sus Voluminosas, carroza con cantante solista incluido; Los Guaracheros de Regla, tradición del carnaval revolucionario y por supuesto, los más pequeños: los guaracheritos.

Este 2019 los carnavales celebran también el centenario del natalicio de Benny Moré, el Bárbaro del Ritmo y los 30 del Centro Provincial del Carnaval. Es una fusión entre cultura y arte, de la mano del baile, la música, la plástica y el arte circense.

El próximo fin semana, a partir de las 9 de la noche, si la lluvia lo permite, continuará la cita en el malecón habanero. Es sin dudas, la parada más oportuna para el que quiera guarachar en La Habana.