La Casa de las Américas recibió con agrado a los delegados habaneros que participarán en el décimo congreso de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC), a celebrarse en noviembre próximo.

En la ocasión, la musicóloga Marta Bonet, presidenta de la institución, entregó un reconocimiento a la Casa de las Américas por sus 65 años de significativo aporte al quehacer artístico cubano y su constante colaboración e intercambio con los escritores, artistas e intelectuales de toda América Latina.

En el emotivo encuentro también se presentó el libro Hay que defender la vida, compilación de textos de Haydee Santamaría elaborada por los investigadores Jaime Gómez Triana y Ana Niria Albo.

«Sin dudas, el mayor regalo que esta investigación nos ha dejado ha sido el privilegio de acercarnos, a través de la lectura de materiales que reflejan el sentir/pensar de esta gran mujer, a sus experiencias vitales, desde las más épicas hasta las íntimas, a la historia de su familia, de su país y de su tiempo…», destacan en un fragmento del prólogo sus compiladores.

Ante el auditorio, Abel Prieto Jiménez, presidente de la Casa, destacó el papel de la revolucionaria y heroína del Moncada en la fundación, consolidación y desarrollo de la prestigiosa institución cultural cubana y subrayó que este volumen revela otra Haydee, quien fuera una mujer imprescindible, una persona extraordinaria y de cualidades excepcionales.

«Es un libro de una autenticidad absolutamente inmaculada», afirmó el intelectual.

En sus más de quinientas páginas el lector puede sentir la palabra viva de la querida Yeyé, su esencia martiana y su gran sensibilidad ante la injusticia, ilustradas en las entrevistas, charlas, documentos, conferencias y la correspondencia que abarca numerosos destinatarios.

La valiosa publicación muestra además cómo Haydee supo crecerse y rodearse de importantes intelectuales de su época, que la ayudaron a fortalecer los vínculos culturales entre los países de la región mediante el trabajo de la Casa.

Prieto Jiménez insistió en volver siempre a las enseñanzas de Haydee y subrayó la importancia de la cultura como salvaguarda de la revolución cubana y del humanismo.