La Casa de las Américas acogió el Simposio «Prohibir libros negros, silenciar voces negras: el apartheid de Estados Unidos», un evento crucial para la reflexión y el diálogo sobre el acceso al conocimiento.
La jornada comenzó con las palabras de bienvenida por parte de Jackie Jones, decana de la Escuela de Periodismo y Comunicación Global de la Universidad Estatal de Morgan, quien destacó la importancia de este encuentro.
Miriam Nicado, rectora de la Universidad de La Habana, compartió su compromiso en la lucha contra el racismo en Cuba, enfatizando las diversas acciones que se han implementado desde la universidad. Su intervención confirió importancia a los aportes de nuevas miradas y líneas de trabajo, abogando por tejer redes descoloniales y antihegemónicas que promuevan la inclusión y la diversidad.
Abel Prieto, presidente de la Casa de las Américas, agradeció a los académicos e intelectuales de Estados Unidos por su presencia en Cuba en este momento tan significativo. Resaltó la relevancia del tema del simposio para la humanidad y recordó cómo el pueblo cubano ha aprendido a diferenciar entre el pueblo y el gobierno norteamericanos. Su discurso abordó la prohibición de libros desde una perspectiva cubana, destacando el valioso trabajo que realiza la Casa en relación con esta problemática.
En su segunda sesión plenaria tuvo lugar el taller «Prohibición de libros: ¿Hegemonía cultural o supervivencia nacional?», que recogió voces negras que dicho país intenta silenciar desde hace siglos.
Los panelistas fueron el Dr. Molefi Kate Asante, profesor de Africología y Estudios Afroamericanos de la Universidad de Temple, la Dr. Yulexi Almeida, Decana de la Facultad de Sociología, Historia y Filosofía de la Universidad de la Habana y el moderador Dr. Jason Johnson, Profesor de Periodismo y Ciencia Política de la Universidad Estatal de Morgan y comentarista de MSNBC.
Zuleica Romay, directora del Programa de Estudios sobre Afroamérica de la Casa de las Américas, refirió acerca del encuentro: “La relación del pueblo cubano con el estadounidense es muy larga, data del siglo XIX, de mutua admiración y de mucho apoyo en las causas justas que ambos pueblos libramos de manera constante”.
Para la investigadora, este simposio es una respuesta solidaria de Cuba a las luchas que están llevando a cabo los afroamericanos contra las pretensiones de la derecha que se ha hecho fuerte en varios estados de ese país, y trata de sacar de los currículos escolares de la enseñanza general y universitaria los libros de los autores de pensamiento más emancipadores, lo cual afecta a los autores negros.
En el intercambio académico también estuvieron presentes importantes escritores como Michael Cottman, Nikole Hannah-Jones y Adele Newson-Horst, entre otros.
Por primera vez la Casa asume el tema de la prohibición de libros en los Estados Unidos, y así inicia una relación académica con la Escuela de Periodismo y Comunicación Global de la Universidad de Morgan, con la cual pretende establecer proyectos de colaboración científica y cultural en el futuro inmediato.
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