«Tierra y territorios para un mapa ampliado de nuestra América», fue otro de los paneles que posibilitó el quinto Encuentro de pensamiento y creación joven en Las Américas, Casa Tomada 2024.
Entre los ponentes estuvo la joven afroamericana Jasmine Nicole Williams, quien comentó su experiencia como trabajadora cultural, muralista, organizadora y miembro de una red de artistas norteamericanos que luchan contra el apartheid y por la liberación del pueblo palestino.
En esta ocasión, Jasmine quiso mostrar y presentar las condiciones en las que desarrolla su práctica artística, ajustada a los entornos de su natal Atlanta, Georgia, en los Estados Unidos, y permeada por una fuerte conciencia social.
«Como una joven mujer negra y queer estaba muy consciente de mi identidad y de que mi papel como artista debía reflejar los cuestionamientos y peticiones de mi comunidad, su género y raza, y del mundo a mi alrededor», aseguró la muralista y grabadora.
En la lucha por nuestra tierra y territorios debemos valernos de cuanto se requiera para expandir el mapa, y usar cada herramienta disponible para construir el mundo que necesitamos y merecemos, manifestó.
«Contar las historias de mi gente, nuestras historias, muchas veces en colaboración con personas comunes que se acercan, me regocija y permite apreciar cómo mi trabajo sirve para inspirar a la clase trabajadora y a los oprimidos a luchar y liberarse», sostuvo además.
En este 2024, Nicole Williams recibió la Beca de Artes y Justicia Social de la Universidad Emory, y en agosto último inauguró la exposición personal «Kin to red dirt on white carpets», «una reclamación de mi humanidad», en palabras de la artista.
«Como alguien que está colocada en el entramado de opresión, explotación y colonización, creo que recuperar nuestra humanidad saqueada por nuestros enemigos es el primer paso para comenzar el proceso de revolución y liberación», consideró.
También se presentó la ponencia «Primero estaba el mar, de Tomás González. Valor simbólico del agua marítima en clave geocrítica y geohumanística», del abogado y filósofo colombiano Andrés Julián Ruiz Aparicio.
En su trabajo examina las implicaciones que trae vivir al pie del mar, descritas en la novela Primero estaba el mar, del escritor Tomás González (Medellín, 1950).
Durante su charla mencionó las diferentes teorías literarias en las que se basa para proponer el análisis de la obra, mediante las que contrasta las versiones intratextuales que hablan de un mismo lugar y la interacción que se teje entre los personajes en la narración.
Además, tiene en cuenta la percepción local o foránea sobre el pueblo donde tiene lugar la historia y la teoría geohumanística para advertir la incidencia sobre un lugar mediado por el agua.
Sobre la Muestra de Cine del Caribe que desde hace cuatro años tiene lugar en Santiago de Cuba conversó su coordinador, el crítico, investigador, realizador audiovisual y promotor cultural, Yasmani Castro Caballero.
Destacó la participación anual de un grupo de colaboradores y cineastas ―sobre todo del oriente del país― y la programación del evento, dedicada a la proyección de películas del Caribe francófono, anglófono e hispánico.
«Tierra y territorio en el capitalismo dependiente: la cuestión indígena y la teoría marxista de la dependencia», fue la disertación de Davi Antunes Da Luz, licenciado en Relaciones Internacionales por la Universidad Federal de Santa Catarina.
Entre las ideas manejadas estuvieron los desafíos ambientales que enfrentan los pueblos originarios del continente a partir del avance de la industrialización y el capital.
Por último intervino en este panel el poeta, docente, gestor cultural y editor argentino, Gabriel Cortiñas, para hablar del Festival Americano de Poesía de Hurlingham (FAPH).
Nacido del encuentro entre escritores e intelectuales y la militancia de Hurlingham ―municipio ubicado a unos 40 kilómetros de la ciudad de Buenos Aires―, el FAPH sirve para darle un lugar a la cultura y sobre todo a la poesía, precisó Cortiñas.
Con dos ediciones realizadas hasta el momento, el Festival Americano de Poesía de Hurlingham garantiza el encuentro cultural entre poetas y pensadores de la región y cuenta con el apoyo de la Universidad Federal de Integración Latinoamericana de Foz do Iguaçu, en Brasil.
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