Un amoroso tributo entregará el maestro José María Vitier e invitados al Concierto Eusebio Leal in memoriam, que tendrá lugar mañana viernes 13 de noviembre, a las 5:00 p.m., en la Basílica Menor del Convento de San Francisco de Asís.
Muy próximo al aniversario 501 de la ciudad, la cita celebra la vida, la obra y el legado de Leal Spengler, amante entrañable de esta urbe, a la que dedicó una labor titánica que conllevó a su refundación arquitectónica y espiritual.
Para entregar música y belleza a la memoria de quien incitó a tantos cubanos y foráneos a soñar y amar a la ciudad de La Habana en cuerpo, y sobre todo, en alma, se reunirán el pianista y compositor José María Vitier, el cantautor Amaury Pérez, la flautista Niurka González, la soprano Bárbara Llanes, el contrabajista Abel Acosta y el violinista Javier Cantillo.
El programa está integrado por obras muy conocidas del catálogo del maestro Vitier como Romántico, Epílogo (que integra Habana Concerto), Balada del amor adolescente, Danzón imaginario, el Ave María y la Plegaria a la Virgen del Cobre, estos dos últimos cantos integran la Misa Cuba, que tuviera su premier mundial en la Catedral de La Habana en 1996.
Durante la velada se estrenará la obra para piano y violín Ofrendas, así como la titulada Yo te amo ciudad, en la interpretación de la soprano Bárbara Llanes y el pianista José María Vitier.
Complementa este maravilloso homenaje musical la exposición Complicidades, de la reconocida artista de la plástica Silvia R. Rivero, en la Galería Carmen Montilla, que podrá ser visitada desde el propio 13 de noviembre hasta el 18 de diciembre de 2020.
El matrimonio conformado por el maestro José María Vitier y la artista de la plástica Silvia Rodríguez Rivero conservan -vivamente en su memoria-, gratos recuerdos de Eusebio Leal.
En las palabras escritas para el programa del concierto expresan que “es inevitable sentir una sensación de orgullo al evocar nuestra amistad. Ha sido una amistad que ha crecido sin aspavientos, ni contactos frecuentes, ni motivos materiales. Pero cada vez que nos vemos sentimos que lo queremos más”.
Mucha admiración y orgullo por el quehacer de Leal en la reconstrucción de La Habana siente esta pareja, que considera su trabajo como una gran gesta de la Patria y, al respecto, agregan: “junto a la imponente vastedad de sus logros palpables, ambientales y arquitectónicos que no cesan de asombrarnos, aún más sorprende la profundidad de esa refundación espiritual que late en cada espacio rescatado de la desidia y el olvido. Porque ha sido mucho más que poner piedra sobre piedra, que levantar templos, rescatar palacios, o refundar jardines y vetustas plazas. Ha sido sobre todo la tarea de repensar la ciudad como un organismo vivo, y hacerlo con el imperativo del rigor, del fervor e incluso del primor que se pone sólo en las esencias más amadas”.
Para Vitier y Rodríguez Rivero contemplar la epopeya de Eusebio en el rescate de La Habana ha sido como ver despertar una ciudad dormida, y lograr, paradójicamente, que podamos seguir soñando con ella y en ella. Por lo que no dudan en sentenciar que Leal Spengler “merece un lugar junto a los fundadores espirituales de la Patria”.
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