Aunque las plazas e instituciones culturales de esta urbe notaron la ausencia este septiembre de las esperadas celebraciones por el onomástico del Conjunto Artístico Arlequín, los homenajes no pasaron desapercibidos y desde las redes sociales varias fueron los homenajes.

Con 21 años recién cumplidos, ese prestigioso colectivo es uno de los proyectos de la Oficina del Historiador de la Ciudad de Camagüey que a través de la música, la danza, el teatro, la narración oral y artes plásticas, deviene vivo ejemplo de la defensa del patrimonio material e intangible del territorio

Sus pequeños artistas, de hasta 16 años, conforman más que un grupo de trabajo, una familia, a la cual honran con mucha disciplina en cada presentación u hora de ensayo dedicada a perfeccionar su quehacer.

Según comentó a la prensa local Osmary Fustiel, instructor de danza al frente de Arlequín en esa especialidad, la disciplina es pieza clave en su diaria labor, pero por encima de todo con mucha paciencia y amor, pues prefiere sedimentar la máxima de que todo lo hecho con amor, con amor regresa.

Mis mejores experiencias en el ámbito profesional las he experimentado con Arlequín, me siento satisfecho, pues ellos se reflejan como algo importante en la vida de sus familia y en la sociedad de manera general, aseveró.

Además, dijo que la labor de la compañía también se caracteriza como profiláctica pues algunos de sus miembros proceden de hogares disfuncionales, y al trabajar con ellos los transforma positivamente.

Resulta muy reconfortante ver cómo crecen desde el punto de vista humano, cultural y artístico, la manera en la cual adquieren nuevos conocimientos, florecen sus habilidades y se potencia su talento, y aparejadamente se convierten en defensores del patrimonio y de la ciudad en general.

Hasta la fecha, numerosos son los reconocimientos que ostenta ese colectivo, incluso la Distinción Espejo de Paciencia, el más importante lauro que otorga la Dirección Provincial de Cultura, y además, desde sus inicios, ha representado a Camagüey en los más importantes eventos artísticos de su especialidad a lo largo y ancho del país.

Una vez que cumplen la mayoría de edad, los arlequines pasan a ser parte de compañías profesionales, y desde ahí continúan su desarrollo como creadores, sin embargo todos siempre agradecen haber formado parte de su colectivo alma mater.