La Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC) ratificó hoy la vigencia de las Palabras a los intelectuales, pronunciadas en esta capital por el Comandante en Jefe Fidel Castro hace 59 años, cuando constituyeron un punto de partida para una concepción más cabal de la cultura cubana.

En un panel especial con motivo del nuevo aniversario de aquel revelador discurso en la Biblioteca Nacional, el 30 de junio de 1961, miembros de la UNEAC renovaron su compromiso con aquellas apreciaciones de Fidel, que se convirtieron en plataforma fundacional de la política cultural del país en Revolución.

Alpidio Alonso-Grau, ministro de Cultura, asistió al encuentro, efectuado en la Sala Villena de la UNEAC, en compañía de otros intelectuales.
Uno de ellos, Miguel Barnet Lanza, actual Presidente de Honor de la UNEAC, recordó que tenía apenas 21 años cuando asistió a aquellas intensas jornadas, en la cuales Fidel insistió en desarrollar el arte y la cultura para que lleguen al pueblo e incluso se convirtieran en su patrimonio.

Siempre tuvo muy presente que la unidad era un elemento imprescindible para escritores, artistas e intelectuales, cuando advirtió que dentro de la Revolución todo y contra ella nada en momento en que había una considerable diversidad de criterios.

Y tenía toda la razón del mundo, enfatizó, porque el que mal interpretara su afirmación era una persona malsana que no vivió el régimen dictatorial de Fulgencio Batista y los horrores de su época de represión y asesinatos masivos de jóvenes y de personas de cualquier edad.

Eduardo Torres Cuevas, uno de los historiadores más destacados de la nación y Director de la Oficina del Programa Martiano, coincidió con Barnet Lanza que premonitoria intervención del máximo líder de la Revolución sentó las bases de una nueva concepción de vida.

Mencionó la Campaña de Alfabetización que concluyó el 22 de diciembre de 1961, fecha en proclamó a Cuba Territorio Libre de Analfabetismo, y cuando en el acto en la Plaza se la Revolución, los brigadista le peguntaron a Fidel qué otra cosa había que hacer, este argumentó sobre la necesidad de estudiar.

Poco después, prosiguió, comenzaron a surgir centros de enseñanza primaria e instituciones que conformaron la Revolución Educacional, tras aquella grandiosa movilización popular que alfabetizó a 100 mil adultos, a pesar de que el país vivía bajo condiciones de guerra no declarada, debido a que el nuevo presidente norteamericano John F. Kennedy anunció un agresivo plan contra Cuba.

Rafael González Muñoz, dramaturgo y presidente de la Asociación Hermanos Saíz, se refirió a los años nacientes de la Revolución y, sobre todo, al papel de los jóvenes, como el propio Fidel, que se incorporaron a las misiones más apremiantes del proceso.

Añadió que todo ello lo posibilitó la vigencia indiscutible del legado del Comandante en Jefe, sus enseñanzas del contacto directo con la historia que les inculcó y que perduran en el tiempo hasta la actualidad, como lo demuestra en su continuidad Miguel Díaz-Canel Bermúdez, Presidente de la República.

Luis Morlote Rivas, presidente de la UNEAC, indicó que los pronunciamientos de Fidel hace 59 años pasaron a ser posteriormente jornadas de reflexión, espacios para recordar y proyectar la cultura con los integrantes de la Unión en una especie de ejercicio cotidiano.

Significó el hecho de que algo parecido hace el propio Díaz-Canel y citó en ese sentido su discurso en la clausura, en junio pasado en el Palacio de Convenciones de La Habana, del IX Congreso de la UNEAC.

Por último, el escritor y ensayista Abel Prieto Jiménez, presidente de la Casa de las Américas, fundada en La Habana el 28 de abril de 1959, a solo cuatro cuatro meses del triunfo de la Revolución, denunció el preámbulo siniestro de aquella década terrible de represión que la antecedió.

Evocó el hecho de que apenas unos meses después de las Palabras a los intelectuales, el 22 de agosto de 1961, en la clausura del Primer Congreso de Escritores y Artistas, Fidel manifestó su deseo de que siempre puedan mantener esa ejemplar unión, y que cada día sea más fraternal y más estrecha; les deseamos el mayor éxito como escritores, como artistas; es decir, como creadores, pero sobre todo, como semillas de la patria de mañana”.

En otros congresos de nuestra organización retomó su discurso en toda su complejidad en situaciones específicas en un reflejo de los debates y preocupaciones que promovió, enunció Prieto Jiménez, quien sostuvo que siempre se mostró partidario de sumar a los que sientan capaces de hacer algo por la Revolución.

Advirtió que en su concepción de que artistas y escritores crearan para el pueblo, no podían hacerse concesiones, aunque no todas las manifestaciones eran similares.

La gran obra de la educación y la cultura emprendida por Fidel abarcó los más diversos temas, entre ellos el racismo y la marginalidad, e incluso luchó contra los símbolos yanquis que no constituyen expresión alguna de modernismo.

Mantiene su autenticidad plena ante tanta agresividad implacable del enemigo, de tanta mentira y subversión política e ideológica, alertó en torno al impacto del demencial bloqueo económico, financiero y comercial de Estados Unidos contra Cuba hace cerca de 60 años.

Este 30 de junio se conmemora el aniversario 59 de las Palabras a los Intelectuales pronunciadas por Fidel, que se convirtieron en plataforma fundacional de la política cultural cubana en Revolución.

La Unión de Escritores y Artistas de Cuba, nacida unas semanas después de ese encuentro histórico con la vanguardia intelectual, organiza de conjunto con el Ministerio de Cultura una jornada de reflexión y celebraciones a un año de la realización de su IX Congreso.