EN CARTELERA CULTURAL
Por segunda ocasión en los últimos cuatro años, la Galería Villa Manuela de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba, UNEAC, acoge la obra de la artista visual Adriana Arronte (La Habana, 1980), esta vez con una exposición que, bajo el título de Estado de gracia, estará abierta al público hasta el 28 de octubre venidero.
En ambas, subyace una reflexión de la autora acerca de la transformación como expresión de vida y del modo en que diferentes sociedades o individuos tratan de ejercer su hegemonía. En Cambio de estado, realizada a inicios de 2015, acentuando en lo político-social; mientras que en la inaugurada recientemente con énfasis en lo religioso.
Lo polisémico del título, Estado de gracia, que puede aludir tanto a una elevación espiritual como a la impunidad jurídica, se aviene con los nuevos significados de que dota a los elementos por ella empleados en sus obras, entre los que se encuentran desde medallas honoríficas y religiosas hasta dijes de naturaleza más humilde; empleados todos por individuos de diferentes estatus para decorarse y distinguirse de sus congéneres.
Naturalezas muertas, junto a objetos, una instalación y una escultura, ocupan los espacios de la galería con esta muestra, curada por Luis Enrique Padrón y asistida por la crítica de arte Virgina Alberdi y Arlette Sandó, directora y especialista de Villa Manuela, respectivamente.
Graduada del Instituto Superior de Arte en 2006, Adriana Arronte ha realizado una docena de exposiciones personales y medio centenar de muestras colectivas en varios países. El pasado año exhibió su trabajo en la Feria de Arte Contemporáneo de Lima, Perú; y en la XIII Bienal de La Habana estuvo entre los artistas representados en el proyecto colateral Obra en ejecución, realizado en el Centro a+ Espacios Adolescentes, de la Oficina del Historiador de la Ciudad.
Entre los reconocimientos por ella obtenidos figuran el Premio Nacional Unión Latina a la Creación Joven en Artes Plásticas, en 2006; el del V Salón de Instalaciones Juan Francisco Elso, en ese propio año; y el del XI Salón de Arte Erótico Fayad Jamís, en 2005.
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