El teatro es como un puente, un viaje que desafía distancias y llena de vida lugares apartados, como cada año lo demuestra la Cruzada Teatral Guantánamo-Baracoa, la cual lleva su magia a las montañas y comunidades más remotas del Alto Oriente con artistas como Agustín Montano Luis, que llegó desde Pinar del Río para sumarse a esta aventura que enriquece el alma.
De baja estatura pero de una presencia gigante, a sus más de 70 años Agustín es un hombre de arte integral: actor, titiritero, director de escena, narrador oral, poeta, escritor, y otras facetas, lo cual lo convierte en un hombre del arte de "pies a cabeza."
Compartió con la Agencia Cubana de Noticias que dirige y actúa en el proyecto Los Cuentos de la Akún, perteneciente al Centro del Teatro de La Habana, del Consejo Nacional de las Artes Escénicas, donde revive personajes del icónico libro La Edad de Oro, de José Martí.
Su conexión con el Apóstol Nacional va más allá de lo artístico, puesto que durante 23 años vivió en el edificio histórico conocido como Manifestación 13, en Zaragoza, España, la misma casa donde Martí residió de 1873 a 1874, mientras estudiaba en la Universidad de aquella ciudad.
Allí, el joven Martí, periodista, escritor y defensor incansable de la independencia de Cuba, cursó estudios de Derecho Civil y Canónico, así como de Filosofía y Letras.
Aquel edificio histórico en la otra parte del mundo fue escenario ideal para Montano Luis con la finalidad de promover la vida y obra martiana.
Esa dedicación ferviente lo llevaron a ostentar el diploma Crear es vencer, entregado por el Centro de Estudios Martianos, al igual que los lauros Cómplice de la Virtud y Utilidad de la Virtud, así como también su participación hace nueve años en la II Conferencia Internacional “Con todos y para el bien de todos, otro hito en su trayectoria.
Recibió también numerosos galardones que reconocen sus contribuciones a la cultura cubana, entre ellos Los Macandal, por su destacada actuación en escena, al igual que el Juglar de Teatro para Niños, que otorga la Unión de Artistas y Escritores de Cuba.
Esas más de dos décadas en Zaragoza no significaron un alejamiento definitivo de Cuba, por el contrario, fueron una travesía constante entre España y su tierra natal, donde recibió esos premios y continuó en la participación activa en proyectos culturales.
En 2003, Agustín se sumó a la Cruzada Teatral, un proyecto que califica como maravilloso y necesario de mantener.
Vine y me quedé atrapado en las redes de este pueblo y su desarrollo cultural y desde entonces llevo a cuestas 10 ediciones de la Cruzada, regreso en esta ocasión "un poco más viejo pero feliz", ahora con un amplio repertorio compuesto por cinco obras que espero sean del agrado del público, confiesa.
A pesar de los obstáculos que imponen la edad y las difíciles condiciones del camino, Agustín, que se considera una persona adaptable, asegura que la vida en campaña es maravillosa.
Hay un puente martiano que lo conecta directamente con el proyecto comunitario, puesto que de Martí también hay mucho en la Cruzada Teatral, la cual no solo parte cada año el día de su natalicio, sino porque preserva su memoria histórica en cada presentación y en cada parada y Agustín Montano Luis es un fiel reflejo de ese espíritu.
Con un brillo especial en sus ojos, asegura que, si tiene la oportunidad, volverá a formar parte de la tropa en la próxima edición, no se trata solo de un proyecto artístico, sino de un vínculo que se construye entre comunidades y artistas, defiende.
Desde el arte, ellos edifican puentes entre culturas y corazones, desde las montañas, unen a sus integrantes más que nunca, incluso sin conocerse y Montano lo explica con la sabiduría de quien ha vivido plenamente, y cita a Martí para resumir su experiencia: "subir lomas, hermana hombres".
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