El presente artículo pretende exponer de manera muy modesta cómo los museos en Cuba estudian, muestran y conservan el patrimonio farmacéutico, a través de un estudio de sus inventarios, teniendo en cuenta un selectivo grupo de información que nos aportan parte de la historia de este patrimonio. Su abordaje es un paso más en la necesaria contribución a la preservación y difusión de un patrimonio material e inmaterial que por su trascendencia merece ser conservado como riqueza acumulada del tiempo en la historia del desarrollo de la industria farmacéutica del país.

La aparición de las farmacias, con antecedentes en las droguerías, permitió desempeñar un papel fundamental en el ámbito social a estos establecimientos por la importancia para la salud de la población. Incipientes en sus inicios fueron tomando auge a medida que la sociedad se desarrollaba motivada por disimiles razones. Resulta interesante destacar su presencia, siempre permanente en cualquier lugar, lo que ha conllevado a que muchas de ellas, ya desaparecidas o con el simple cambio de nombre, hoy se sigan recordando. No se concibe una comunidad sin farmacia y que se desconozca su historia es un reto para los museólogos, rescatar en la memoria colectiva comunitaria su quehacer histórico es necesario pues urge su socialización permanente en espacio y tiempo.

Los museos se han encargado de atesorar objetos relacionados con el patrimonio farmacéutico y trabajan en función de investigarlos. La variedad y riqueza de piezas muestran cuán importante resulta estudiarlo.

Al hacer una revisión de los inventarios y catálogos se puede observar que las piezas u objetos se encuentran inventariadas en 3 secciones fundamentales: documentos, historia y artes decorativas.

Solo abordaremos los Documentos y en otros espacios nos dedicaremos al resto de las secciones o colecciones.

Son los manuscritos y fotografías las principales manifestaciones que aparecen en Documentos y conocimos de interesantes objetos entre ellos los atesorados en el Museo Provincial de Villa Clara como es el caso de 2  Formularios  que aparecen en forma de libro manuscrito, uno consta de 139 páginas y otro de 30, sus datas corresponden  a  1896 y 1904 relacionado con la Farmacia "La Salud", según se plantea fue centro conspirativo durante la guerra de 1868 en Santa Clara,  en él se organizó el levantamiento de la provincia y se creó la Junta Revolucionaria de Las Villas, el inmueble fue  propiedad de Juan Manuel del Cristo. Otro bien del museo es un Folleto del Cuerpo Médico Farmacéutico, Dispensario “El Amparo”, en 1922.  

El Museo Municipal de Majagua, provincia de Ciego de Ávila, cuenta con una pequeña colección de fotografías con fechas extremas entre 1920 y 1940, relacionadas con la Farmacia de Pedro de la Torre, y se dice que este fue la primera persona en crear un botiquín y luego una farmacia en el poblado, en la década de 1910, intervenida en 1960, situada entre Independencia y Maceo (viviendas # 43, 45 y 47).

En tanto el Museo Provincial “Simón Reyes”, Ciego de Ávila, posee una revista relacionada con las Farmacias del año 1947 con 95 páginas y en ella se divulgaban los medicamentos, pensamientos de intelectuales y variados artículos.

Pertenece a la provincia de Matanzas una excelente colección fotográfica donde se recoge el quehacer farmacéutico desde la época republicana en varias localidades del territorio yumurino.  En el Museo Municipal de Unión de Reyes, hallamos 2 fotografías del año 1912 donde se muestra en una de ellas el interior de la Farmacia “La Francesa”. El Museo Municipal de los Arabos ¨Clotilde García ¨ posee una muestra a través de 7 imágenes fotográficas, donde 6, corresponden al año 1916, relacionadas con la Farmacia “La Central” y vinculada a la personalidad del Dr. José A. Crucet, esta farmacia fue considerada la más importante de la época republicana en el territorio. A este doctor pertenece una libreta de fórmulas usadas por él, la otra fotografía corresponde a la Farmacia del Dr. José Augusto Ramos en el año 1919. El Museo Municipal de Colón “José Ramón Zulueta” posee una foto de la Farmacia “El Universo” del año 1940.

El majestuoso Museo Farmacéutico de Matanzas, con la totalidad de sus fondos dedicados a la exposición, conservación y socialización de sus bienes, es considerado una de las joyas más completas que se puedan conservar en el mundo. Relacionado con la personalidad de Ernesto Triolet Figueroa se preservan en grandes volúmenes colecciones de manuscritos, entre ellos, 53 Libros copiadores de recetas que sus fechas oscilan entre 1882 hasta 1964, cuentan con unas 704 páginas, poseen valor científico, histórico y documental. En estos libros se asentaban todas las recetas correspondientes a los diferentes periodos de esta antigua farmacia francesa.  El museo atesora un documento legal con información manuscrita del año 1916 donde Triolet solicita permiso para trabajar como farmacéutico ante el Ayuntamiento de Matanzas. La colección del Museo Farmacéutico comprende:

• Etiquetas y sobres con nombres de productos: Antipirina, Arcilla, Añil vegetal, Arseniato Hierro, Arseniato Sódico, Asafétida, Azafrán, Azúcar Caña cristal, Azúcar Caña Pol., Azúcar de leche, Azufre, Azufre Precipitado, Azufre Lavado, Azul en bola, Azul Prusia, Azul ultramar, Bacalao y Yodotánico, Bálsamo de Opodeldoc,  Bálsamo de Peichler, Prospecto del Bálsamo de Peichler(modificado por el Dr. Figueroa), BayRum, Bayas laurel, Bayas espino cerval, Benzoato, Benzoato Sosa, Bermellón China, Bismuto Salicilato, Borato de sosa, Borraja, Canela, Canela fina, Caolín, Cafeína, Carbonato Plomo, Carbonato Magnesia, Ceba, cebadilla, Cebo de carnero, Crema, Cremas ideales para el cutis, Eau de Cologne, Quina, Opio, Extracto de Regaliz, Polvos dentífricos, Pomada Anti Hemorroidal, Purgantes,  etc.
• Cuenta además con: Libros diario de contabilidad de los años 1893 a 1901 y Libro mayor de contabilidad, entre otros importantes documentos.

En la actual provincia de Granma también encontramos interesantes ejemplos de patrimonio farmacéutico en la localidad de Jiguaní dentro de sus materiales monográficos posee, un libro catálogo Farmacia Boronat, en 1939 este libro era usado en la farmacia local para la preparación de fórmulas. Campechuela no quería quedarse atrás en la apertura de farmacias y mediante escritura para venta de solar, como documento legal, fechado 30 de septiembre de 1893, y redactado en la ciudad de Manzanillo, se realiza dicha compra con el objetivo de construir una farmacia.

El Museo Municipal de Cruces, atesora una Relación de Medicamentos utilizado por la Farmacia Caraballo. El Museo Municipal de Rodas por su parte conserva un manuscrito fechado 7 de febrero de 1917, relacionado con Eloy Lazo, importante médico e investigador que laboraba en la farmacia de dicho poblado. Esto implica la presencia de la provincia de Cienfuegos en la tenencia del patrimonio que involucra a las ciencias y al desempeño de las farmacias.

El Museo Municipal de Guane, en Pinar del Río, cuenta con una fotografía de una antigua farmacia en la década de los años 50 del SXX y el Museo Municipal de Rafael Freyre, en la provincia de Holguín, posee una relación de medicamentos usados por la Farmacia Santa Lucía en 1952.

Es interesante resaltar la incidencia de las publicaciones seriadas dentro del patrimonio farmacéutico, los periódicos también resultaron efectivos en la promoción de las farmacias y medicamentos, a través de los anuncios. Así se podía conocer horarios de apertura y cierre de ellas, las llamadas pilotos, aparecían fotografías y direcciones, así como, se referían a destacados farmacéuticos.

Como testigos evidenciales, estos son algunos de los ejemplos de documentos, fotografías, libros de recetas que forman parte indisoluble de ese vivo patrimonio documental y por tanto de la memoria histórica de la nación dando fe de la existencia desde el siglo XIX, incluso antes, de las farmacias o las conocidas boticas como lugares dedicados al expendio de productos para el mejoramiento del ser humano.