La reliquia se conserva en los fondos del Museo Provincial coronel Simón Reyes Hernández ubicado en la ciudad de Ciego de Ávila. La reliquia está relacionada con uno de nuestros más grandes héroes de la Patria e involucrado también otro digno cubano quien fuera Presidente de la República de Cuba en Armas: Salvador Cisneros Betancourt. Una de las pérdidas más sensibles en las luchas por la independencia de Cuba fue la caída en combate del Mayor General Antonio Maceo Grajales. Era característico en el Titán de Bronce, a pesar de las carencias y limitaciones que imponía la guerra y la vida en campaña, su porte y aspecto, destacándose la pulcritud en el vestir. El día del nefasto acontecimiento ocurrido en Punta Brava, vestía impecablemente; debajo de su uniforme militar portaba una camiseta azul. Poco conocido es que un fragmento de la misma se atesora en el Museo Provincial coronel Simón Reyes Hernández, de Ciego de Ávila.

¿Por qué tal recuerdo en la tierra de La Trocha?

Un  poco de historia

La pieza museable, de valor excepcional, llegó a Ciego de Ávila acompañando al alférez mambí y periodista camagüeyano Gaspar Arredondo y Miranda, quien se estableció en esta ciudad a principios del siglo XX, fundando aquí el periódico El Pueblo en 1905.

La familia Arredondo Miranda se había destacado durante las luchas independentistas contra el régimen colonial español no sólo con las armas en la mano sino, además, desde otras trincheras, sobresaliendo la labor periodística. El prestigio y  autoridad mostrados ante la Patria les ganó el respeto y la admiración de grandes figuras, entre ellas Salvador Cisneros Betancourt, Presidente de la República de Cuba en Armas. Gaspar Arredondo  había fundado y administrado el periódico camagüeyano El Cuje, editado en Santa Cruz del Sur; su hermano fue representante del Partido Revolucionario Cubano en la República de Venezuela, gloriosa  tierra desde  donde  cumplió importantes misiones en  favor de la lucha del pueblo cubano. Nada puede ilustrar mejor la autenticidad de la reliquia conservada  en el museo avileño, gracias a la mencionada familia, que el texto original e íntegro  que escribió  de puño letra El Marqués de Santa Lucia. El mismo tiene un largo de 27,6 centímetros por 20,7 de ancho. Sobre el papel escrito, una pequeña bandera cubana con incrustación del trozo de la camiseta, cuyas dimensiones presentan 4,5 cm. de largo por 2,6 de ancho y que se acompaña en el texto, aunque deteriorada por el paso del tiempo.

SALVADOR CISNEROS Y BETANCOURT

Al periódico “El Cuje” Camagüey

Campeón de Cuba independiente

RECUERDO

Fragmento de la camiseta azul que tenía puesta el Mayor General Antonio Maceo, Lugar Teniente del Ejército Libertador de Cuba, al ser muerto en Punta Brava por las tropas españolas el 7 de diciembre de 1896. Transportados a “El Cacahual” los restos de aquel insigne cubano y de su noble ayudante el Capitán, Francisco Gómez Toro, fueron allí sepultados por el patriota Pedro Pérez que los custodió en ignorado pero seguro asilo. El día de la exhumación de tan preciados despojos, el 17 de septiembre de 1899, se encontraron con ellos restos de la camiseta; y una pequeña parte de ésta, la cual pertenece la que aquí acompaño, me fue allí mismo dedicada y entregada, según consta en el acta al efecto levantada, por el Notario Sr. Gaspar Barona.Y yo, para acreditar la autenticidad de este Recuerdo, firmo de mi propia mano éste documento en “El Cacahual”, en la capilla ardiente, donde hago guardia de honor a los restos mortales de aquellos héroes, el 19 de septiembre de 1899.

Salvador Cisneros Betancourt.

Esta huella patrimonial se suma a los imborrables recuerdos que en estas tierras del Centro de Cuba dejara el General Antonio; el cruce de la Trocha de Júcaro a Morón  el 29 de noviembre de 1895; su designación, en la trascendental reunión de Lázaro López,  como  Jefe de la Invasión y  Lugarteniente General o su última carta escrita desde  aquí,  luego de burlar la fortaleza militar española, a su entrañable hermano José Maceo.

Tan hermosa reliquia perdurará por siempre en el orgullo patriótico del pueblo avileño, en  su memoria histórica.