Desde la apertura del Museo Nacional de Artes Decorativas de La Habana, en la década del 60 del pasado siglo, se exhiben exponentes de alto valor patrimonial procedentes de Europa,Asia y América; muchos de estos, recuperados y cedidos a la institución por el Departamento de Recuperación de Valores del Estado. Estos objetos conforman las colecciones del museo, destacándose la de porcelana alemana compuesta por diferentes manufacturas desde los siglos XVIII al XX.
En la exposición permanente se exhiben unas treinta piezas mayoritariamente del siglo XVIII, procedente de los talleres de Meissen. También atesoramos objetos de otras manufacturas como Frankenthal, Ludwisburg, Dresden, Berlín entre otras.
Tras la Guerra de los Treinta Años y la paz de Westfalia, en particular debido a la posterior unificación de Prusia bajo Federico II , se abrió para Alemania un período de desarrollo y auge económico. Es en esta época cuando se consolida el impulso iniciado en el siglo XVI por los mercaderes de la Liga Hanseática. El aumento de la riqueza es seguido por el arte y la artesanía, estimulados además por los contactos con Asia y el oro y la plata procedentes de América.
Haciendo un poco de historia y retomando el tema de la porcelana, la fórmula de esta, fue un subproducto, un "accidente" de la investigación.
En 1709, en el Principado de Sajonia, donde tuvo lugar el redescubrimiento de la fórmula de la porcelana caolínica. Toda Europa, en particular Francia, buscaba con ahínco desentrañar el misterio de la cerámica china, cuyas piezas se conocían en Venecia y Génova desde el Medioevo, antes de que Portugal y Holanda lanzaran a sus audaces exploradores hacia la llamada "carrera de Indias" en busca de un nuevo camino de la seda.
El hallazgo marcó un gran paso de avance para el viejo mundo y constituyó una inapreciable fuente de ingreso y de gloria para Augusto el fuerte, Príncipe de Sajonia.
La búsqueda había sido estimulada por la alquimia del oro. Era aún la época de la "piedra filosofal " y de los intentos de transmutación del plomo.
Todavía medio siglo más tarde, un charlatán de la corte de Luis XVI -Cagliostro- embaucaria a muchos aristócratas con sus magias teatrales. El ávido egoísmo y el afán de poder de la nobleza decadente de la época aún daban crédito a las leyendas de Merlín y Nostradamus....
Para lograr con el caolín sajón la ansiada fórmula de la porcelana fue necesario encerrar en el castillo de Meissen al alquimista Friedrich Bottger. Buscando el oro en rústicas retortas halló una fuente casi igual de riquezas.
La fórmula se abrió paso después por todo el país, pese al secreto de que se intentó rodear al principio. Igual había sucedido, sin éxito, en China y el Japón, donde la exclusividad de la técnica llegó a significar el auge o caída de una provincia.
Las vajillas alemanas se destacaron por su número y calidad. Una notable influencia oriental se aprecia en la sobria línea de las piezas del siglo XVIII, no sólo imitan la pasta, sino también la decoración de flores y frutos. Los platos y tazas, algunas sobredoradas, trasmiten un refinamiento de la nobleza que vincula el arte al concepto utilitario.
Entre la mayor cantidad de piezas que atesora el museo están las vajillas, servicios de té y café, figuras decorativa y utilitaria entre otros accesorios, destacándose en belleza y calidad las primeras, especialmente la Vajilla de los Castillos, decoradas con paisajes y alegorías de esa región europea.
Una de las piezas más llamativas en el Salón ecléctico, es un reloj pedestal, el cual tiene un carácter 'snob". Realizado en el siglo XIX, de porcelana y bronce. Se compone de dos piezas; una base de más de un metro de altura, en forma de columna, decorada con escenas bucólicas y que culmina con una pieza cuadrada de alabastro, elemento de apoyo para el reloj. Éste responde a una época de refinamiento burgués y auge expansivo. Era la época de Bismark, el " Canciller de Hierro " y de la consolidación del Imperio Alemán. Esta pieza está diseñada como un edificio, está dotada de base, columnas y cúpula, dentro del más definido estilo ecléctico, tomando elementos de otros siglos para su decoración: la estructura general es neoclásica, con temas románticos y sus patas son pequeñas de corte rococó.
Dentro de esta hermosa colección germánica existen dos espectaculares jarrones de gran tamaño de estilo rococó y proporción perfecta a pesar de lo recargado de su decoración, destacando las guirnaldas de flores policromadas y los amorcillos en torno a un escudo nobiliario. Las escenas galantes, exaltación de la vida y el placer de una aristocrática clase ociosa, forman parte de su decorado.
El acento popular de la cerámica alemana también está representada en nuestra colección con las famosas jarras de cerveza del siglo XIX. Las hay de todos los tamaños: desde medio litro hasta un galón. Aquí parece sintetizarse el acento popular, simbolizado por escenas campestres, tabernas y fiestas al aire libre, con leyendas y sátiras referidas a la agricultura, el trigo, la cebada y los bebedores. Por sus valores decorativos, estas piezas son actualmente muy cotizadas por los anticuarios.
A continuación les presento una breve reseña histórica de las principales manufacturas alemanas, las cuales están representadas por hermosos exponentes, que hoy forman parte de nuestro patrimonio cultural.
Manufactura de porcelana de Meissen . (1710 hasta nuestros días).
La porcelana de Meissen se reconoce por las marcas con espadas azules cruzadas, tomadas del escudo de armas de los Electores de Sajonia.
Las piezas más antiguas habitualmente no están marcadas. Se usaron varias marcas entre 1720, 1730 y 1740; por ejemplo, la marca de Augustus Rex or AR, empleada en las piezas hechas durante el reinado de Augusto el Fuerte o su hijo, Augusto III, o piezas que fueron marcadas con otras iniciales, como KPM o KPF, indicando la Real Factoría de Porcelana.
A los coleccionistas también les seducen las primitivas marcas, como las grabadas del Palacio Japonés en piezas para la mesa del Comedor Real y marcadas KHC (Koeniglische Hof Conditorei). Hay que recordar que Meissen fue la primera factoría de porcelana genuina en Europa y por ello fue muy imitada, la marca de las espadas cruzadas es una de las más copiadas.
Manufactura de porcelana de Berlín , (1751 hasta nuestros días).
Las marcas de estas manufacturas fueron:
La W, inicial de wegdli, fundador de la fábrica en 1751.
Cuando pasó a manos de Gotzkowski, en 1761,se utilizó la G, y cuando Federico el Grande se marcó con las iniciales KPM que significan Manufactura Real de Porcelana. También utilizaron las espadas cruzadas.
Manufactura de porcelana de Frankenthal.(1755-1795).
La manufactura de porcelana de Frankenthal (Baviera) fue establecida por Paul Antonio Hannong, protegido por el Elector Carlos Theodoro.
Sus marcas fueron:
Un león rampante con corona azul, es la marca más temprana (1755-1761); posteriormente la A de Joseph Adam Hannong y por último la CT de Carlos Theodoro entrelazada con corona. También puede aparecer la A con el león rampante en algunas piezas.
Manufactura de porcelana de Ludwingsburg. (1758-1824).
Carlos Eugenio, Duque de Würtemberg, estableció la manufactura de porcelana de Ludwingsburg en 1758. Su primer moldeador y director fue Ringler.
Las marcas usadas fueron:
La doble C entrelazada bajo corona ducal hacia 1760, en azul; de 1770-1775 en azul o en oro, los tres ciervos del blasón del país; entre 1793-1795 L sobremontada por la escena ducal; 1806-1816las iniciales FR entrelazadas, bajo corona y entre 1816-1824 WR entrelazadas bajo corona también.
Selb (Baviera):
Manufactura fundada en 1880 por Rosenthal. Su producción fundamental es de servicios de mesa.
Estas piezas se identifican con la palabra Rosenthal y RC con corona.
En los territorios germánicos, además de las manufacturas anteriormente relacionadas, existieron otras como Viena, Hochst, Nymphemburg, Cassel, Fulda, Rudostadt, Gotha y muchas más.
La colección de porcelana alemana del Museo Nacional de Artes Decorativas de La Habana, permite apreciar las piezas realizadas en Europa, por los primeros porcelanistas, hasta el siglo XX.
Bibliografía consultada:
Artes Decorativas alemanas, 1973,artículo.
Porcelana alemana del siglo XVIII al XX, abril, 1982.(catálogo de exposición).
Porcelana de la manufactura de Meissen 2005, Lic. Envidio Perdomo
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