Al triunfar la Revolución muchas fueron las transformaciones sociales que esta trajo consigo, entre ellas, emergió una voluntad de país por salvaguardar la historia local, desde la creación de varios museos y luego con la emisión de la Ley No. 23 del año 1979 de los Museo Municipales. Sin embargo, aunque clara en su objetivo de rescatar a nivel territorial todos aquellos objetos y documentos de carácter museables que contaran la historia de los territorios y su evolución socio- económica y cultural, dejaba afuera la regulación de aquellos museos que existían desde antes de 1959, especializados en temas como arte, historia, ciencia y tecnología o ciencias naturales, entre otros, todos resultado del empuje coleccionista que por hedonismo o espíritu investigador se había desarrollado en el país desde la colonia.
Por esta razón, en el año 2009 la Asamblea del Poder Popular aprueba la Ley No. 106 del Sistema Nacional de Museos de la República de Cuba, la cual derogaba a su antecesora y desde su concepción era mucho más inclusiva, creando un sistema de museos, contemplando por igual a todas estas instituciones existentes en el país. Es esta Ley la que hoy está vigente y por la que se rige el Consejo Nacional de Patrimonio Cultural (CNPC) para realizar su labor de asesoría metodológica, como máximo responsable de la adecuada gestión de los museos en el país, a pesar de que las instituciones museísticas se deben administrativamente a las Direcciones Municipales y Provinciales de Cultura o a las entidades del Estado que la gestionan y representan.
El CNPC, como organismo de control metodológico, a lo largo de su existencia ha adoptado políticas avaladas por el Ministerio de Cultura, que actualizan el manejo adecuado a los museos en Cuba. En paralelo a las tendencias internacionales de gestión en la labor museológica, el CNPC ha propiciado desde la creación de talleres, encuentros, la publicación de libros y el trabajo continuado con instancias internacionales como el Consejo Internacional de Museos (ICOM), la actualización del trabajo museológico, museográfico y de conservación y restauración en cada uno de los museos. Si bien es acertado señalar que cada museo se transforma y renueva según la voluntad de sus directivos inmediatos y de la capacidad financiera con la que pueda contar en su territorio.
Es en esta condición de facilitador, que el CNPC, entre los años 2017 y 2018, ha tenido una intención bien marcada de aglutinar a los Museos por tipología, para optimizar sus niveles de gestión y manejo de las colecciones, creando por Resolución las Redes de Museo. Estas son: la Red de Museos y Salas de Historia Natural, la Red de Museos y Salas de Arte, la Red de instituciones cubanas vinculadas a la investigación, conservación y divulgación de la memoria histórica relacionadas con las acciones del 26 de julio de 1953, la Red de Museos en Fortificaciones y la Red de Museos Universitarios.
La creación de estas redes responde a un pensamiento que se relaciona no solo al objetivo de nuestro proceso revolucionario de hacer accesible a toda la cultura y por consiguiente nuestro patrimonio e historia, sino que también es deudora de la socio-museología, la cual aboga por los estrechamientos de lazos entre las instancias museísticas, entre estas y otras entidades, negando que el Museo sea un espacio aislado, extraño al público. Además, al instaurar un organismo vivo, ya que es integrado por personas conocedoras y apasionadas del mundo de los museos, propicia el debate, la actualización de discursos, el mejoramiento en los sistemas de documentación, el intercambio de conocimientos y de objetos museables, el intercambio de maneras de hacer: de dirigir, de gestionar y de validar la institución museo en una comunidad. También es una forma de enriquecer las investigaciones de cada centro perteneciente a la Red, de potenciar y capacitar a sus recursos humanos.
De manera crítica se puede señalar, que si bien era necesario desde mucho antes que estas Redes se crearan, a su vez es loable que hoy ya podamos contar con ellas. No obstante, las mismas aún están en proceso de formación, algunas cuentan con un trabajo más sólido a través de los dos o tres años de constituidas, pero otras todavía tienen una tarea de sistematización del trabajo por hacer, como el fortalecimiento de nexos, cumplimiento de reglamentos, esenciales herramientas para cumplir objetivos a corto, mediano y largo plazo. Las redes de museos permitirán al CNPC incidir de manera más concreta en el cumplimiento de sus funciones metodológicas y facilitar gestión del patrimonio cultural que se atesora en las instituciones museales.
3 de Junio de 2020 a las 12:56
Un escrito que nos ilustra los avances en cuestiones de Patrimonio que hemos logrado, el museo desde cualquiera de sus tipologías cómo bien nos explica su autora, es un bien inmaterial que contribuye al valor de una comunidad. Creo que uno de sus desafíos es su interacción con su población circundante y así, los niños, jóvenes y adultos pueden tambien aprovechar sus espacios y contribuir a traves de estudios específicos (dependiendo de su tipo), convocatorias a escribir experiencias relacionadas de la comunidad, de sus personajes, sus leyendas y más...agradezco la publicación.
3 de Junio de 2020 a las 13:07
Excelente publicación, muy ilustrativa! Uno de los desafíos: mayor gestión en la interacción con la comunidad.
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