Abordar la historia de las farmacias para muchas personas es como volver al pasado, recordar estampas de antaño que viven en la memoria de quienes tuvieron el privilegio de conocerlas de una manera. Esta visión hoy es diferente en algunos casos, mientras en otros, no existen referencias pues muchos de estos centros asistenciales desaparecieron.
Nombres de farmacéuticos y doctores que se dedicaban a esta profesión aparecen recogidos en la historia de la Farmacología ya sean locales, regionales o nacional, así como, muchas de sus pertenencias o medios de trabajo, han llegado a nuestros museos gracias a la labor de rescate del patrimonio que estas instituciones realizan.
En ese sentido encontramos la vinculación directa de un museo dedicado a resaltar a una de las figuras más descollantes en la década de los años 30 del pasado siglo, nos referimos a Antonio Guiteras Holmes. Esta institución conocida como Museo Memorial “Antonio Guiteras”, se funda el 22 de noviembre de 1974 y desde esa fecha hasta la actualidad, se ha dedicado a presentar a Guiteras en el campo político y profesional, quien se graduó como Licenciado en Farmacia en la Universidad de la Habana y en la ciudad de Pinar del Río, realizó sus prácticas en el Dispensario de Raimundo Cubieta, trabajando luego en la Farmacia Camacho, situada en la Calle Martí. Hoy se exhibe una sala dedicada a la Farmacia y su relación con el revolucionario. En la sala se muestran: albarelos, pomos de cristal, microscopio con su estuche, balanzas, algodonera, inhalador con su base, jeringuilla con caja y varias agujas, libro de recetas, un filtro, y forma parte de esta colección el título de graduado como Licenciado en Farmacia.
Otros museos en Cuba conservan muestras vinculadas a las farmacias:
Al Museo Provincial “Ignacio Agramonte”, de Camagüey, con una valiosa colección de 67 piezas confeccionadas en Estados Unidos, que pertenecieron a Fernando Betancourt Aguilar, primer farmacéutico principeño, compuesta por frascos de vidrio para almacenar productos de farmacia, pomos con tapas, balanzas, sifones, estuches homeopáticos, morteros, probetas, embudos, copa graduada, regla, etc., que datan de 1830.
Por otro lado y vinculados con la historia de las farmacias en el legendario Camagüey se encuentran: una loza pildorera de porcelana de 1890 relacionada con la Farmacia Xiques. De otro importante dispensario, 2 vasos graduados de vidrio, también de 1890, así como, 2 corcheros de hierro y metal, un matraz hecho de vidrio y un brazo de mortero de uso entre 1801-1900.
El Museo Municipal de Vertientes por su lado posee un mortero procedente de Inglaterra de 1940 confeccionado en mármol, que fue usado por el primer farmacéutico de esa zona, Hermenegildo Díaz Reyes.
El Museo Municipal de Minas, tiene en su colección una muestra del patrimonio farmacéutico, proveniente de los Estados Unidos, encontramos (oscilando las fechas entre 1930ca y 1940): copa graduada, agitador, frascos, matraz, morteros, brazos de morteros, predominando el vidrio y mármol como principales materiales de fabricación. Estas piezas fueron utilizadas en su dispensario por José Aurelio Meléndez García, el primer médico local.
El Museo San Juan de Dios, conserva un frasco de cristal fechado entre 1810 y 1899, empleado para envasar magnesia aireada antibiliosa en el hospital San Juan de Dios. También poseen otro frasco de cristal usado por la farmacia de dicho hospital entre 1950-1960.
Al Museo Municipal de Cruces, en la provincia de Cienfuegos, le fueron donados: un mortero de piedra y mármol que data entre 1830 y 1850, utilizado en alguna farmacia de la localidad. Otros exponentes relacionados con la Farmacia de Julián Calleja son: un botellón de cerámica siglo XX, 2 clichés de plomo y madera, un mortero de mármol, ambos del año 1950.
El Museo Municipal de Palmira tiene como muestras farmacéuticas 6 pesas de diferentes medidas, todas donadas, empleadas en la preparación de medicamentos en la Farmacia de Silverio Martínez.
El Museo Municipal de Rodas, posee 3 frascos usados para almacenar medicamentos. También es de su propiedad un pomo de farmacia de loza y esmalte vinculado a la Farmacia Guardado.
Exhibe el Museo Municipal de Campechuela una pequeña colección de piezas que fueran donadas, compuestas por una caja de masas hecha con madera de caoba y 9 mazas, fechadas entre 1800-1900, se dice haber pertenecido a la primera farmacia del poblado.
El Museo Fuerte Matachín ubicado en la primada ciudad de Baracoa, posee por concepto de donación una placa de bronce que sirvió para identificar en el siglo XIX la Farmacia “La Reunión¨.
En el Museo Municipal de Limonar, municipio perteneciente a la Atenas de Cuba, muestra una calculadora fabricada en Estados Unidos con fecha aproximada 1900-1940, y utilizada por el ilustre médico y progresista alcalde Rogelio Rodríguez Dubroc, para hacer los cálculos de los medicamentos que se elaboraban en la Farmacia “La Caridad”, famosa por los servicios prestados en la localidad, de donde es también un mortero de mármol (1900-1930 ca).
Están bajo la custodia del Museo Municipal Los Arabos “Clotilde García”, un tintero hecho de mármol en 1916 y 2 pomos de medicamentos usados por el Dr.José A. Crucet en su Farmacia “La Central”, que llegó a ser muy importante en el municipio pues poseía el dispensario más destacado entre 1916-1959.
En Colón se utilizó una placa de metal para señalizar una farmacia en 1900. En esa misma localidad en 1863 fue colocada otra de mármol en la Farmacia “Nuestra Señora de los Ángeles”.
Encontramos en el Museo Municipal de Jovellanos un brisero que data de 1950, usado para el alumbrado de la farmacia en noches de guardia, también atesora una reja construida en la primera fundición existente en ese territorio que estaba en el dispensario.
El Museo Farmacéutico de Matanzas, fundado 1 de mayo de 1964, conserva íntegramente la única botica francesa de finales del siglo XIX. Gracias a un proceso de recuperación puede exhibir una significativa muestra de frascos de farmacia, fabricados en Estados Unidos en su gran mayoría de cristal y de porcelana, relacionada con la fundación de esta farmacia. También cuentan con 2 bellas vitrinas hechas en Francia en 1882, donde se destacan como materiales la madera, el cristal y el mármol. Cabe resaltar que, atendiendo a los valores del inmueble y sus colecciones, este sitio fue declarado Monumento Nacional en el 2007 y merecedor, luego de un proceso de restauración en el 2008, del Premio Nacional de Restauración.
En la ciudad de Santa Clara fue trasferido al Museo Provincial del antiguo Dispensario “El Amparo”: una jeringuilla de vidrio, metal y acero, una tarja de piedra, mármol y metal que identificó al dispensario en 1895, una esterilizadora fabricada en Estados Unidos en 1895 de vidrio y metal, estas piezas están relacionadas con Martha Abreu de Estévez, destacada personalidad.
La Villa de Pepe Antonio, la singular Guanabacoa, posee dentro de sus fondos una discreta muestra de pomos con tapas de cristal o de loza, pisapapeles de vidrio, embudo, ojo de boticario, también de cristal, todas relacionadas con farmacias de Guanabacoa.
El museo Provincial de Sancti Spíritus cuenta en su colección con morteros de mármol, manos de morteros, balanzas de cristal, cedro, bronce fabricadas en Alemania y Estados unidos, platillos de balanzas estadounidenses.
Se aprecia la presencia de un patrimonio farmacéutico en los museos cubanos, sólo hemos querido, a través de pequeñas pinceladas, dar una visión de este interesante aspecto temático, en especial por la importancia que nuestro país le concede a la medicina y a la atención de la salud comunitaria, cuestión no ajena a los diseños de educación patrimonial en el ámbito museal de Cuba.
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