El artista espirituano Wilfredo Prieto en pleno proceso de creación. / Foto: Cortesía del entrevistado.
El artista visual espirituano Wilfredo Prieto ya emprendió su anhelado Viaje infinito, colosal escultura, que no animará galerías, más convertirá un espacio sagrado de su historia personal, en bálsamo para el espíritu.
Reconocido en el escenario internacional del arte como figura joven imprescindible de la plástica cubana contemporánea, lleva en un lugar privilegiado de su pensamiento, el recuerdo de sus orígenes en el pequeño poblado de Zaza del Medio, en la central provincia de Sancti Spíritus. Por ello no asombra, a quienes le conocen, que sea ese el enclave elegido para que su obra se vuelva mucho más imperecedera y con ella contribuir con su idea de que “Cuba es un gran museo”.
“Se trata de una escultura de dimensiones monumentales: una carretera que mide más o menos 1 kilómetro de distancia. Su forma es la del símbolo de lo infinito. No tiene entrada, ni salida, es un circuito completamente cerrado. Tiene diseñado un puente en el centro, y son 4 vías de acceso” explicó el artista. Por estos días, en el kilómetro 339 de la Autopista Nacional, movimientos telúricos se han aliado al arte, para transformar unas 49 hectáreas, otrora cañaveral gigante atrapado por el Marabú, fusionando materias como la Arquitectura, la Ingeniería, la Ciencia, el Cine y el Teatro.
“Es un proyecto también de reforestación, con influencia de la Permacultura para crear zonas frutales y con presencia de otros tipos de alimentos. Pero a la vez para rescatar especies endémicas o árboles desaparecidos de esta área. No será solo una escultura. A su alrededor pasará mucho más”, dijo el artista de la plástica, quien atesora la Distinción Por la Cultura Nacional.
Declaró a este portal digital, que en el espacio se va a construir un pequeño cine- anfiteatro, una galería, y un mirador. “Ello va a atrapar nuevas posibilidades, pues yo pienso que el arte puede ser columna vertebral en el cambio económico, cultural y social de una región”, añadió el creador, que ha expuesto en importantes eventos y centros culturales del mundo.
La novedad se apodera del proyecto Viaje infinito, al tomar nuevas plataformas, zonas que no están entendidas para el arte, pues no es un museo, ni una galería. Se trata de una inyección cultural en un sitio olvidado, de lograr otra visualidad del paisaje.
Maqueta en cartón del Proyecto Viaje infinito/ Foto: Cortesía del entrevistado.
“Ahora, como estamos trabajando en el terreno, hemos descubierto paisajes que no se podían ver porque estaban ocultos; entonces nos estamos encontrando espacios maravillosos. Sin duda el proyecto está haciendo nuevos encuadres de entender un poco tu entorno”, expresó Wilfredo.
¿Cómo surgió la idea de este proyecto escultórico?
“Es una idea que trabajo hace mucho tiempo, y un poco por la experiencia, creo que al final el arte o cualquier profesión o la circunstancia de cualquiera, es de alguna manera moverse, cambiar, pero siempre hay una especie de retorno, como un ciclo donde uno regresa al punto de inicio, y yo nací en Zaza del Medio.
“Por las circunstancias de trabajo he necesitado viajar mucho y eso me ha hecho entender un poco más mi centro, mi sentido de origen.
“La obra habla de eso precisamente: de ese cambio, de ese retorno continuo, que de alguna manera se traducen también en los eventos históricos, en las guerras, en las pandemias; como estos se repiten. Yo creo que esa estructura es la reflexión directa de la pieza”.
Al tiempo que Wilfredo Prieto enrumba el timón por la autopista de la cultura hacia su “viaje infinito”, desempolva lienzos y pinceles para repintar su vida profesional con colores por mucho tiempo engavetados.
“Estoy haciendo varios experimentos. Por ejemplo, con la pintura, que es un tipo de trabajo bastante tradicional que yo había dejado, de alguna manera. Hacía como veinte años que no pintaba”, confesó.
¿Qué obra escogiste para reactivar tus pinceles?
“Terminé un proyecto en Galería Habana que se llamó Fake News. Es una serie de pinturas que estoy haciendo sobre las noticias, casi como un ejercicio diario. No quedó solo en esta exposición, sino que sigue creciendo, que sigo probando hoy.
Obra que integra la muestra Fake News expuesta en Galería Habana/ Foto: Cortesía del entrevistado.
“Con estas obras trato de entender un poco cómo volver a un medio tradicional, cómo rescatar de alguna manera un coqueteo con la Historia del Arte, una manera de hablar, de cómo recibir la información, cómo entenderla, cómo traducirla. Es como un ejercicio de traducción de un material virtual que transita por una escena simbólica y pasa a un resultado estético".
La llegada de la COVID-19 no ha detenido las creaciones del prolífico artista de la plástica, que- como la mayoría- ha usado las redes sociales para oxigenar el espíritu de la gente que sigue su obra en varias partes del mundo, y demostrar la valía del arte en tiempos difíciles.
“La pandemia nos ha obligado a todos reinventarnos de alguna manera. La mayoría de los proyectos, y los viajes al exterior fueron pospuestos, por tanto, ha sido un buen momento para mirar al interior, para volver a mí mismo.
“He tomado este tiempo para entender obras que yo había tenido aparcadas, o ideas que tenía guardadas, y volverlas a rescatar y activarlas. Yo creo que los proyectos están básicamente en esa profundización de un trabajo que no había tenido tiempo de recocinar, y es una forma también de tomarse un paréntesis de trabajo y volver a crecer con ese tipo de maduración con los proyectos".
Estados Unidos, Japón, México, España, son algunos de los sitios donde la obra de Wilfredo Prieto ha prestigiado el nombre de Cuba y al gremio de los artistas de la Isla.
¿Qué compromiso asumes con la cultura cubana?
"Mi sentido es la Cultura Cubana. Es mi formación, es mi espacio, no es solo mi formación innata, sino también académica, y también de la experiencia de vida. Yo creo que el arte en Cuba ha sido el espejo que siempre estoy mirando, el rostro que siempre estoy reconociendo, que pasa por un proceso largo durante tu carrera. Es un alimento que está continuamente en tu trabajo.
“Es absolutamente inseparable. Yo pienso que, aunque intentara hacer una obra lo más fría, lo más nórdica que pudiera, siempre va a tener un sentido bien directo a tu esencia como persona. Yo creo que eso es algo que ya siempre está en movimiento, no puede separarte de ninguna manera”.
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