La Academia de Historia de Cuba, institución añeja fundada en el año 1910, acaba de nombrar a un nuevo miembro como parte de su conclave académico: el destacado poeta, ensayista y Dr. en Ciencias Históricas Rafael Acosta de Arriba, quien ha sido uno de los más arduos estudiosos de la personalidad de Carlos Manuel de Céspedes, y al mismo tiempo, un ávido crítico de la cultura cubana.
En ceremonia solemne en el Aula Magna del Colegio Universitario San Gerónimo de La Habana se dieron cita los miembros de la Academia con la presencia del Secretario de dicha institución, Gustavo Placer Cervera, el miembro de la Junta Directiva e Historiador Adjunto de la Oficina del Historiador, Félix Julio Alfonso, y la destacada estudiosa Dra. María del Carmen Barcia.
Asistieron como invitados al nombramiento del nuevo miembro de la Academia de Historia, el Ministro de Cultura, Alpidio Alonso; el presidente del Instituto de Historia, Yoel Cordoví Núñez; el subdirector del Centro Fidel Castro Ruz, Elier Ramírez Cañedo, y el director de la Biblioteca Nacional de Cuba, Omar Valiño Cedré.
Félix Julio Alfonso, historiador adjunto de la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana y miembro de la Junta Directiva, presentó al académico de número aseverando que se trata de un suceso de buen augurio para el trabajo de la Academia de Historia de Cuba iniciando el año 2022, y precisó: “Rafael Acosta de Arriba llevará la medalla marcada con la letra N que antes perteneció al recordado amigo y Doctor Alejandro García Álvarez”.
En su intervención en el Aula Magna del Colegio Universitario San Gerónimo de La Habana, el miembro de la Junta Directiva de la Academia de Historia de Cuba, Julio Alfonso destacó la extensa ruta investigativa de Rafael Acosta, y acotó: “se trata de un ensayista donde sobresale el paradigma intelectual, de quien ejercita el pensamiento en un diálogo exuberante, poliédrico y desacralizador, sin perder de vista el humanismo trascedente que es pensativo a la noción universal de cultura”.
Asimismo, Julio Alfonso dijo: “su frondosa obra comprende 27 libros propios y además participa en más de 40 libros publicados en coautoría que lo definen en distintos momentos de su vida como un eficaz y dinámico analista cultural”.
También recordó su amplia labor como director del Centro de Información Cinematográfica del ICAIC, en los Festivales Internacionales del Nuevo Cine Latinoamericano como director de prensa y jefe de redacción de la revista Cine Cubano, presidente del Consejo Nacional de las Artes Plásticas y director de la revista Arte Cubano.
Por otra parte, destacó su activa colaboración por más de tres décadas con la Biblioteca Nacional de Cuba, José Martí, donde se desempeñó como jefe del Departamento de Publicaciones y Conservación, y donde dirige en la actualidad con aciertos, su prestigiosa y centenaria revista.
En este mismo sentido, detalló su amplia hoja de ruta académica en la Universidad de La Habana donde ha dirigido varios procesos doctorales y de maestría, junto a su entusiasta colaboración en la Universidad de las Artes (ISA), además de las conferencias y postgrados dictados en varios países.
En la actualidad, Rafael Acosta es miembro de los consejos científicos del Instituto Juan Marinello, de la Biblioteca Nacional y del ISA, además es secretario del tribunal de categoría científica del Ministerio de Cultura, y asesor de dicho ministerio para el análisis de sus programas de desarrollo cultural.
Acosta de Arriba en su intervención, agradeció al Dr. Félix Julio Alfonso por sus palabras y expresó: “integrar esta entidad del saber y trabajar entre tan notables intelectuales, a quienes respeto por sus respectivas obras e inteligencia, constituye un alto honor para mí”.
Destacó que sus primeros pasos en la investigación, la duda y la interpretación de la historia se debieron en gran medida a varios historiadores que terminaron por influirle y formarle en el ejercicio permanente del conocimiento, y citó: “sus textos y diálogos me ayudaron a encaminar mi curiosidad doctrinal hasta llegarla a convertir en una profesión, en primer lugar, fue Hortensia Pichardo y Eusebio Leal Spengler, amigos que comprendieron e iniciaron al interior de mi ser, la afiliación por la personalidad de Carlos Manuel de Céspedes, quienes además con sus palabras e ideas encauzaron esa devoción, transformada posteriormente con nuevas lecturas cardinales de otros autores en el pensamiento crítico.
Recordó el nuevo miembro de número de la Academia de Historia a otros historiadores que también formaron parte de su inquietud histórica: Francisco Pérez Guzmán y Jorge Ibarra Cuesta, con los cuales conversó por varias horas durante años en sus respectivos hogares, compartiendo eventos de más de una índole social y cultural.
Félix Julio Alfonso terminó evocando la obra de Acosta de Arriba como un constante “inquisidor de los diarios de Céspedes”, y detalló: “en sus escritos se puede hallar el intimismo fundacional del Padre de la Patria como hombre de letras, cuya basta cultura literaria bebía desde su condición que abarcaba los clásicos grecolatinos hasta los místicos españoles”. En ello resaltó su incursión en la obra literaria de Fina García Marruz y José Lezama Lima dedicado al héroe de San Lorenzo.
El nuevo miembro de la Academia de Historia de Cuba forma parte de la extensa escritura de textos y estudios realizados por diversos investigadores y profesores donde se destaca el Historiador de La Habana, Eusebio Leal.
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