El arte de enseñar es una de las más apasionantes y difíciles maneras de realización de los sueños, y uno de los empeños del Comandante en Jefe de la Revolución cubana cuando el 20 de octubre de 2004 fundó la Brigada "José Martí" de Instructores de Arte (BJMIA).

Ahora a los quince años sus miembros mantienen vivas las premisas fundacionales, motivo por el que dialogamos con Reinier Rosales Sierra, vicepresidente en la central provincia Ciego de Ávila.

¿Cómo funcional la BJMIA en esta provincia, luego de quince años?

La presencia en los centros estudiantiles es una de nuestras fortalezas, contamos con importantes resultados, a nivel de unidades artísticas, y hemos mantenido un estrecho vínculo con las comunidades, a través de una "Guerrilla artística" con la que llegamos a localidades de difícil acceso o zonas apartadas, donde no hay instituciones culturales y en las que interactuamos con personas de todas las edades, a través de juegos de participación, talleres y otras actividades.

También ayudamos en esas localidades, con la realización de trabajo socialmente útil, la ayuda en la reparación de instituciones culturales y cualquier otra colaboración que necesiten.

Esa es la manera en que fusionamos, después de quince años.

¿Cuál ha sido el logro principal para la BJMIA en esta provincia?

Aquí como en pocos lugares del país hemos logrado mantener vinculados a instructores de las dos primeras graduaciones, lo que constituye un logro a destacar. Eso lo hemos alcanzado con un trabajo constante y con estrechos vínculos con los instructores que representamos, estamos al tanto de sus problemas y hacemos lo posible por garantizarles buenas condiciones de trabajo.

Entre las motivaciones para que ellos permanezcan destaca la posibilidad de promover en los medios de comunicación, el resultado de su trabajo con personas e todas las edades.

Ciego de Ávila está siendo sede de la edición 16 del Festival "Piña Colada". ¿Qué significa esto para los jóvenes instructores de arte?
Es muy importante que sea está provincia el lugar para este Festival, para los instructores es una manera para dialogar con los más importantes músicos de hoy.

Igualmente es una oportunidad para aprender, desde su Simposio, de las herramientas imprescindibles para alcanzar una posición en panorama musical del mundo.

Creo que es una manera de llevar a los jóvenes la buena música de hoy, al tiempo que aleja, en alguna medida, las influencias negativas que ejercen la vulgaridad y el mal gusto.

¿En materia de resultados de trabajo y en cantidad de instructores, cuál es la manifestación que sobresale?

En resultados estamos muy parejos, desde todas las manifestaciones, porque los que estamos, trabajamos con deseos.

Hoy la danza y la música son las manifestaciones que más profesionales tienen.

¿Entre los logros obtenidos, cuáles han sido los más importantes?

El festival Escaramujo es el más importante evento para resaltar el resultado de nuestro trabajo, es el espacio donde se muestran los logros del trabajo de los instructores de arte en el país y en él hemos alcanzado importantes premios en todas las manifestaciones.
De igual manera en los certámenes convocados por el sistema de enseñanza, a los diferentes niveles, hemos sido premiados, fundamentalmente en los de nivel superior, donde recientemente obtuvimos un premio nacional en la manifestación de Teatro.

Los niños también han sido objetos de premios en festivales de música, artes plásticas y danza, lo que demuestra el trabajo que hace la Brigada, al tiempo que nos regocija la labor que desarrollamos en materia de tratamiento a los valores humanos que han regido el desarrollo de la nación, desde el triunfo revolucionario de 1959, fundamentalmente en niños y jóvenes.

A través del trabajo artístico nos hemos propuesto mantener viva la escala de valores en los que destacan la solidaridad, la laboriosidad y el humanismo.

¿Crees que la organización ha cumplido con sus propósitos fundacionales, a la altura de quince años?

Siempre podemos hacer mejor nuestro trabajo, pero creo que hemos obtenido muchos logros, trabajamos con deseo y tratamos de cumplir con el mandato del Comandante en Jefe Fidel Castro, por lo que en estos años podemos decir que somos dignos del reconocimiento logrado.

Eso no quiere decir que estemos satisfechos, porque sabemos que cada día tenemos el desafío de preservar las expresiones de la cultura popular y tradicional y satisfacer las expectativas de los miembros de cada comunidad donde actuamos, para lo que nos preparamos cada día.