Fotograma de la película El chico.
Nacido el 16 de abril de 1889 y considerado uno de los más famoso actores de la historia del cine, Charles Spencer Chaplin protagonizó más de 70 historias cinematográficas en los que empleó la técnica del mimo y todas sus habilidades para dar a entender todo, sin emitir palabra. En tanto, usando gran parte de su cuerpo lograba expresar emociones, situaciones y acciones llevando al público el mensaje. Ideas que revolucionaron el cine mudo, y aunque mayoritariamente sus películas eran sin diálogos, las mezclaba con el humor negro, hizo que fueran muy famosas.
Poemas, frases y películas eran el medio para hacer una fuerte crítica a una época fértil en guerras y desigualdades, llevando consigo reflexiones y un exhaustivo examen al sistema social que dominaba al mundo.
Ya perdoné errores casi imperdonables.
Trate de sustituir a personas insustituibles,
de olvidar a personas inolvidables.
Ya hice cosas por impulso.
Ya me decepcioné de algunas personas,
más también yo decepcioné a alguien.
(Fragmento de un poema de Charles Chaplin)
Plurales fueron las películas que atraparon la atención de miles de espectadores, cintas que fueron dirigidas y escritas por él, además de ser el personaje principal en:
El chico - una historia que gira entorno a un bebé no deseado que es abandonado por su madre en el coche de personas millonarias junto a una nota diciéndoles que se hicieran cargo del niño. Con desacierto unos ladrones roban el auto y dejan al niño en un barrio marginal, allí es encontrado por un vagabundo quien lo adopta; Tiempos modernos - las carencias sufridas por la clase obrera son el motivo de esta cinta que se ubica durante la depresión económica de 1929. La película hace una dura crítica a los empresarios que explotaban a sus trabajadores, y debido a tanta represión la gente terminaba loca y suicidándose sin ser escuchados o tomados en cuenta. Muestra de la indiferencia del ser humano hacia otro ser humano; El gran dictador- toca el tema delicado del acoso hacia los judíos y la guerra, en una crítica contra los nazis y su sistema fascista.
En sus filmes Chaplin manejaba un discurso que iba más allá de las películas para ubicarse en la vida real, en los acontecimientos que se suscitaban y de los cuales sentía un profundo pesar, el racismo, la exclusión social y las distinciones de clases. Planteamientos que, a la distancia de haber sido dichos, siguen siendo válidos.
… Lo siento, pero yo no quiero ser emperador; ése no es mi oficio. No quiero gobernar ni conquistar a nadie, sino ayudar a todos si fuera posible. Judíos y gentiles, blancos o negros. Tenemos que ayudarnos unos a otros. Los seres humanos somos así. Queremos hacer felices a los demás, no hacerlos desgraciados. No queremos odiar ni despreciar a nadie. En este mundo hay sitio para todos. La Tierra es rica y puede alimentar a todos los seres.
El camino de la vida puede ser libre y hermoso, pero lo hemos perdido. La codicia ha envenenado las almas. Ha levantado barreras de odio. Nos ha empujado hacia la miseria y las matanzas. Hemos progresado muy deprisa, pero nos hemos encarcelado nosotros. El maquinismo, que crea abundancia, nos deja en la necesidad. Nuestro conocimiento nos ha hecho cínicos. Nuestra inteligencia, duros y secos. Pensamos demasiado y sentimos muy poco. Más que máquinas, necesitamos humanidad. Más que inteligencia, tener bondad y dulzura. Sin estas cualidades, la vida será violenta. Se perderá todo… (Fragmento del discurso en la película El gran Dictador)
Su personaje Charlot le convirtió en un ícono del cine mudo y expresionista. Él lo describía como un personaje inocente, torpe y de buen corazón, un vagabundo que trabajaba de lo que sea para poder sobrevivir, aunque muchas veces el trabajo le era negado. La obra de este actor fue tan importante que marcó a muchos y algunos actores cubanos tomaron este personaje para que formara parte de su repertorio interpretativo, lo trajeron al contexto nacional y con el uso también de la pantomima retomaron temáticas sociales actuales, o simplemente buscan que en los rostros de cada persona asome una sonrisa.
Actor cubano Eduardo Almirante.
La actriz Ana Nora Calaza y el actor Eduardo Almirante Cuela lo asumieron desde la sátira y lo absurdo. En tanto, una emblemática institución asumió su nombre, el Cine “Charles Chaplin” sede de la Cinemateca de Cuba, inmueble que desde el celuloide promueve las ediciones del Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano, el Festival de Cine Francés en Cuba, el cine independiente, así como cortometrajes y las propuestas de nuevos realizadores cubanos. Además, cuenta con una galería, la cual exhibe algunos de los mejores carteles producidos en Cuba entre los años 60 y 70 del siglo pasado. Años en los que el ICAIC puso especial énfasis en crear una nueva identidad visual para el cine cubano, a través de sus diseñadores gráficos.
Charles Chaplin, será tan inolvidable e imperecedero como sus creaciones, patrimonio del séptimo arte, dado que a 131 años de su natalicio, las miradas de estudiosos, y espectadores voltean hacia un ser que labró su propio camino a base de constancia y esfuerzo.
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