Fear.
Diana Farfán.
- Aprendimos a mejorar la lectura de los números y a conocer el fondo de las cifras; estamos más atentos a las intenciones y manipulaciones, y son menos los que no diferencian entre la realidad y el deseo. ¿Estarán preparadas las autoridades de cualquier parte del mundo para asumir el nuevo reto de la verdadera interpretación de las cifras?
- La politiquería quedó en evidencia, porque no hay lugar para deformaciones, campañas o maniobras políticas si la ciencia es la única capaz de decir la primera palabra, y la última palabra. ¿Podrán los electores saber por quiénes deben votar cuando está en juego la vida?
- No pocas personas en el mundo siguen la costumbre de confiar en quienes siempre han confiado: individuos, instituciones, gobiernos, partidos... ¿Después del mal manejo de un evento como la pandemia, mantendrán esas certidumbres?
- La egolatría y los complejos mesiánicos de algunos políticos se hicieron visibles en su arrogancia y en la tendencia a culpabilizar a los demás de sus fracasos. ¿Continuarán los ciudadanos apoyándolos, por mucha empatía que despierten o por mucha conveniencia del sector que los sostiene?
- La ciencia logró el reconocimiento popular y practicó una intersectorialidad más allá de sus acostumbrados métodos interdisciplinarios; la emergencia obligó a establecer cooperaciones o colaboraciones provechosas. ¿Continuará esta tendencia o se abandonará ante las exigencias de un estrecho egoísmo comercial, profesional, sectorial o nacional? ¿Aparecerá la vacuna para todos?
- Las nuevas tecnologías de la información y las comunicaciones han sido protagonistas durante la epidemia para la dinámica cotidiana de la vida social, en conferencias virtuales de mandatarios con sus iguales, en la vida académica, en compras de productos gastables… ¿Será así en el futuro? ¿Qué reajustes sociales implicará?
- Viejas costumbres de higiene, como lavarse bien las manos regularmente o cambiarse de ropa al llegar de la calle se habían ido perdiendo. ¿Se recuperarán estos hábitos que fueron sacrificados por la dinámica de la cotidianidad?
- Los efectos del estrés prolongado por la permanencia en casa, la ansiedad y la angustia provocada por el peligro, la experiencia de las relaciones familiares prolongadas… ¿dejarán efectos permanentes para la familia, huellas definitivas en la sociabilidad? ¿Viviremos en sociedades que demuestren menos el afecto y el amor?
- Los hábitos de saludarnos con abrazos y besos, pasarnos el brazo por los hombros o por la cintura, aproximarnos para secretear o decir un chiste, bailar enlazados, visitar enfermos, asistir a velorios… ¿se perderán?
- El uso de la mascarilla que en los países asiáticos ya se estaba haciendo costumbre: ¿Se extenderá al resto del mundo?; ¿constituirá una obligación en algunos momentos, profesiones, regiones…?; ¿serán accesibles para todos?
- La edad avanzada y las enfermedades no transmisibles concomitantes han demostrado sus efectos en la mortalidad de la pandemia. ¿Se crearán mecanismos para proteger a los sectores de población más vulnerables a esta y otras enfermedades transmisibles?
- La depauperación de la vida rural ha conducido al aumento de los barrios marginales en las megaciudades, a una degradación del medioambiente y a un aumento de la pobreza. ¿Será hará posible el regreso al campo y una mayor atención a este?
- La enseñanza a distancia ha alcanzado una escala jamás vista, aunque sistemas y educandos no posean los medios necesarios. Muchas universidades incrementaban ingresos con estudiantes extranjeros. ¿Continuará creciendo la enseñanza a distancia?; ¿cómo dotar a todos los estudiantes para asumirla?; ¿seguirán llegando alumnos extranjeros a las universidades?; ¿qué implicaciones tendrá este nuevo sistema para los trabajadores relacionados con la educación?
- Los artistas y escritores tienen interrogantes ante el futuro de la escena musical, teatral y danzaria, el mercado del arte, la industria del audiovisual y del libro, la entrada a museos y galerías, los festivales, bienales, conciertos… ¿Deberán el arte y la literatura reinventarse definitivamente con las nuevas técnicas de la información y las comunicaciones?; ¿la virtualidad será su futuro?
- Los espectáculos de mayor concentración de personas han sido los deportivos: ¿Cómo hay que imaginarse en el futuro entrenamientos, estadios, competencias, olimpiadas… y también, contratos, estatus de deportistas, salarios…?; ¿cómo afectará un nuevo sistema a los millones de implicados?
- La caída de los precios de las materias primas, la interrupción de las cadenas de producción, la fuga de capitales, la devaluación de las monedas, la falta de interés en las inversiones… están generando un escenario desolador para una buena parte de la humanidad: ¿No existe ninguna oportunidad para la construcción de un sistema económico más inclusivo y justo?
- Algunas empresas pequeñas pueden quedarse sin efectivo y terminar cerrando; el comercio informal, del que vive una buena parte de los ciudadanos de nuestros países, ya lo estaba pasando mal antes de la pandemia: ¿Cuál será el destino de esas personas, entre las más desamparadas en la actual crisis?
- Las empresas ganadoras con la pandemia han sido las de las plataformas digitales y las industrias farmacéuticas; las que más perdieron fueron la industria turística —incluidas las compañías de aviación y hoteleras— y la petrolera, que confía en, tarde o temprano, recuperarse. ¿Continuarán los emporios informáticos con superganancias, casi sin pagar impuestos?; ¿seguirá la tendencia a la baja en la industria turística, la gran perdedora empresarial de esta pandemia?
- Antes de la pandemia se había acelerado el cambio de matriz energética, por los daños inherentes a la extracción de petróleo, y sobre todo, al uso de carbón, por sus efectos en la destrucción de la biosfera. ¿Se acelerará el cambio de matriz energética, o se recuperará la eficiencia con los bajos precios del petróleo?
- La Covid-19 evidenció la debilidad de muchos “sistemas” de salud pública. ¿Cómo influirá esta crisis general en la política de cada país, y a escala internacional, para la atención a la salud pública y a la ciencia?; ¿habrá mayor coordinación y cooperación con los organismos internacionales para enfrentar amenazas como estas en el futuro?
- Los bancos y los sistemas de finanzas que imprimen billetes sin respaldo de riquezas, rescatan empresas en quiebra, especulan con la deuda de las naciones…: ¿Continuarán haciéndolo bajo esta crisis de nuevo tipo que puede poner en contra de ellos mismos prácticas tan irracionales?
- La especulación cambiaria se ha disparado y complejizado a un nivel casi de fantasía: ¿Estarán al tanto los implicados sobre sus riesgos y peligros?
- Los cambios tecnológicos, especialmente en las nuevas tecnologías de la información y las comunicaciones, la robótica y la biotecnología han sido hasta el presente, vertiginosos. ¿Qué ritmo y orientación tendrán dichos campos ante esta crisis general diferente?
- La suficiencia —o insuficiencia— alimentaria como parte de la seguridad nacional ha sido esencial para cada país. ¿Qué tipos de guerra usarán los países “subdesarrollantes” contra los que han subdesarrollado, cuando la globalización y el proteccionismo quebraron?; ¿cómo será ahora la cooperación sur-sur?
- La desregulación neoliberal y el proteccionismo capitalista han sufrido con la pandemia el mayor golpe desde su euforia en la década de los 80 de la era anterior. ¿Cuál será el papel del Estado en las nuevas condiciones?; ¿qué tipo de Estado ganará mayor prestigio después de esta amenaza?
- El gobierno de Estados Unidos sostenía una guerra comercial contra China antes de la pandemia y en medio de ella se ha agudizado. ¿Se aprovechará la pospandemia para acrecentar el conflicto y desatar otros tipos de guerra?
- Algunos países de América Latina, Asia, y especialmente África, de los más pobres del planeta, sufrían una prolongada crisis antes de la pandemia; si se reduce o corta la ayuda de organismos internacionales: ¿Podrán subsistir estos pueblos, si algunos de hoy apenas sobreviven gracias a la cooperación?
- El llamado “nacionalismo económico” que evita las exportaciones, bien bajo el egoísmo proteccionista de los imperios o la necesidad de la seguridad alimentaria y la preservación de los recursos naturales en los países en desarrollo, perjudica el comercio internacional. ¿La aguda restricción comercial obligará a los países a buscar soluciones diferentes de consumo para sus pueblos?; ¿cómo repercutirá esta abrupta baja en la vida cotidiana de las personas?; ¿estaremos asistiendo al comienzo de un nuevo tipo de civilización menos consumista y de menor intercambio?
- Se ha repetido que a los capitalistas se les va a hacer muy difícil seguir siéndolo ante las nuevas circunstancias. ¿Habrá una nueva mutación, o será el principio de la extinción del sistema?
- ¿Aprenderán los vanidosos, fatuos, presuntuosos, engreídos, petulantes, jactanciosos, pedantes, endiosados, hinchados, almidonados… que el ser humano es uno de los animalitos más vulnerables entre todas las especies?
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