Fotos: Roberto Ruiz

Anunciados como siempre con antelación y agotadas las entradas de inmediato, cerró por capacidad el cine Yara, los días 17 y 18 de agosto días con los espectáculos —todos diferentes— del Lucasnómetro.

Las dificultades técnicas, a nivel de pantalla, que obstaculizaran el comienzo en hora de la primera jornada, no impidieron que el público encontrara la oportunidad deseada para disfrutar de aquellas propuestas musicales, cuyos videos clips lideran las listas de popularidad nacionales.

Adriano DJ y su proyecto Habaneando, encargado de mantener el ambiente lúdico y desenfado que Lucas defiende, logró en la primera noche que no decayera el ánimo ante la tardanza, al tiempo que mantuvo en línea temas de gran apego popular, no solo dentro de la banda sonora actual, también la de momentos pasados. Ese rol, que igual mantuvo en la segunda jornada, le concedió un aire diferente a estos espectáculos en los que el público interactuó con el quehacer del DJ dentro de una sala, hecho que es diferente a lo que mayormente realiza en escenarios abiertos.

Lucas logra burlar las leyes de este agitado tiempo mientras propone un espectáculo para todos y todas: pop, pop rock, música popular bailable cubana, balada y lo urbano como referente de lo que sucede en la escena cubana contemporánea, tuvo exponentes como El Dray, que dejó la pista caliente, a los que le secundaron, entre ellos Arlenis, Ernesto Blanco, Velito, el Bufón, STF, Will Campa y Osmany Romero, Ron con cola, y Elio Veliz, quien sigue mostrándose como el fenómeno de las redes sociales con mayor acierto desde estas en los medios de comunicación masiva nacionales.

Como es ya costumbre en el Lucasnómetro, cerró la primera de estas noches la alegría de Will Campa y la Gran Unión, con su más reciente éxito que unió a las diferentes generaciones asistentes al espectáculo.

Segunda y última noche 

Un domingo variado, lleno de momentos muy especiales que iniciaron con el sello de Alain Pérez y el tema "La lámpara". El público de pie, tarareando, no perdió tal condición con otras presentaciones como la de Orlenis 22 k, Payaso por ley, Bryan Sánchez y Leo Nuevo.

Una vez más el aplauso para Yuly y Habana C, quien año tras año acude a esta cita pues se mantiene en los primeros planos del Lucasnómetro por mucho que cambien los tiempos. Por su parte Maykel Blanco y su Salsa Mayor sabe muy bien cómo imprimirle a cualquier espectáculo el sabor de la mejor música popular bailable cubana, y esta no fue la excepción, preámbulo perfecto para el gran cierre al estilo de Charly ft Johayron, quienes con duetos como el que asumen con Baby Cortés y otras veces en solitario han demostrado porqué se han ganado la preferencia del gusto popular.

De humor y otros... decires

Definitivamente no hay espectáculo de Lucasnómetro sin esa pizca de humor satirizado que tanto agradece el público, aun cuando son pasajes pertenecientes a ediciones de programas pasados. La inserción de pinceladas relacionadas con el selfie, los almendrones, el tatuaje, temas del más puro arraigo popular logran, por una parte, el necesario descanso luego de momentos musicales climáticos dentro del espectáculo, y por otra, esa mirada que desde la burla, la risa distendida, no deja de hacer un guiño a la realidad cotidiana.

El Lucasnómetro 2024 ya es historia, vivida, disfrutada, nada alejada de no pocos escollos, pero siempre liderada por el empeño de un Cruzata que no descansa ni permite que su eficiente equipo de asistentes, técnicos, vestuaristas y maquillistas, equipo escenográfico, entre otros tantos, se derrumbe. Tal vez porque ese entusiasmo multiplicado que se traduce en risas y baile es la mejor compensación de mucho tiempo de diseño y organización de dos espectáculos con los que Lucas prepara la llegada de los venideros Premios.

"Se acabó la actividad", cerró por todo lo alto el Lucasnómetro 2024: termómetro perfecto de cómo se mueve la escena audiovisual cubana de estos días.