Del dramaturgo francés Jean Genet, y en versión del actor, director escénico y artístico José Milián, la compañía Pequeño Teatro de La Habana lleva a escena “Las criadas asesinas”. Una obra que se estrenó en 1947 y en principio no fue muy aceptada por el público y la crítica, pero pasado algún tiempo, fue considerada uno de los textos dramáticos significativos del teatro del siglo XX.
Describiendo el mundo de las sirvientas para el que estaba negada la independencia, y en un juego figurativo, relata el trato de los señores hacia sirvientes y las visiones de estos últimos sobre dicho trato.
Dos hermanas que trabajan como criadas para una dama de la alta burguesía, con la que mantienen una relación tensa y distante, emprenden un juego de interpretación, en el que se intercambian los papeles, y asumen el personaje de su jefa. En ellas, sentimientos encontrados hacia la dueña: amor y admiración, y también envidia y odio.
La obra transcurre en un espacio de lujo y exquisitez, en contraposición con el lugar ausente de las sirvientas, pero entre ellas también existen conflictos. Se quieren y se desprecian. Unidas por la miseria y por momentos se repelen al verse reflejadas la una en la otra, en muestra de la pobreza que poseen, dada por la propia condición de la que no pueden escapar. En esta atmósfera de subyugación, el crimen aparece.
Criadas asesinas, posibilita el debate sobre la condición del ser humano y su relación con la sociedad. Apaleando a la particularidad de que sus protagonistas no son actrices, sino actores travestidos. Hecho que ha ocurrido en puestas anteriores; por lo que se usa el sexo de los personajes como juego de roles.
Siguiendo la línea de la compañía de usar pocos elementos escenográficos, basándose fundamental en el trabajo actoral que los hace capaz de bailar, cantar, hacer teatro dramático, absurdo, comedia, pantomima y acrobacia. Se contempla en los tres protagonistas de esta pieza, la óptica de un realismo peculiar, pues aunque llevan a escena una obra que en actos sociales puede ser juzgable, siempre buscan renacer de la esencia del drama, y acercar al público hechos y anécdotas escudriñadas.
Ironía y desaciertos signan las interpretaciones en un teatro que describe gestos cotidianos vistos desde el interior de cada personaje, que se muestran con recursos y registros que sintetizan la búsqueda. Criadas asesinas, como otros de los títulos versionados por Milián, guarda estrecha conexión tratando de mantener las ideas y objetivos esenciales del original. En tanto, a la escritura y dirección de guiones, ha centrado este dramaturgo su actividad artística. Siendo mayoría de sus obras estrenadas por distintos colectivos teatrales cubanos, en lo que asumen como grupo, el montaje teatral y una escuela formadora de actores capaces de abarcar las distintas facetas que implican las obras en repertorio.
Durante los fines de semana de agosto, y en los horarios habituales del teatro Bertolt Brecht, podrán ver una pieza que promete ser entretenida, y que le dará argumentos para comparar cuantos cambios se han suscitado y lo que ocurre, en los tiempos que corren.
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