Desde hace más de dos décadas, en fechas próximas a la efeméride de la caída en combate de José Martí, se celebra en la ciudad de Sancti Spíritus Voces de la República, un evento que invita a reflexionar acerca del período de nuestra historia comprendido entre los años 1902 y 1958, cuyo abordaje no ha estado siempre libre de prejuicios.

La Filial Provincial de la Sociedad Cultural José Martí ha sido la encargada de dar vida y sostener dicho empeño, al que se han sumado numerosas instituciones e historiadores de todo el país, aún en medio de las excepcionales circunstancias impuestas este año por el nuevo coronavirus.

Acerca del modo en que recientemente se desarrolló el mismo, el Blog Cubarte conversó con Juan Eduardo Bernal Echemendía, presidente de la SCJM en ese territorio y fundador del evento.

¿Qué características tuvo este año la cita?

“En esta ocasión el XXII Coloquio Voces de la República se realizó hoy 14 de mayo durante casi una hora, a partir de las nueve y media de la mañana y desde una plataforma virtual, específicamente la cuenta de la Filial en Facebook, a la que tuvieron acceso investigadores de todas partes del país; circunstancia que, aunque modificó sus formas tradicionales de realización, permitió conservar este año las intenciones del evento”.

¿Qué los decidió a mantener en estas circunstancias la celebración de Voces de la República?

“La Junta de la Filial Provincial de la Sociedad Cultural José Martí en Sancti Spíritus decidió mantener el Coloquio de esta forma alternativa, por las mismas razones que lo convocó por vez primera a finales de 1998.

La necesaria apertura de un espacio inexistente en Cuba para tratar anualmente –y con toda la objetividad posible— los asuntos que desde 1902 hasta 1958 marcaron el curso de esa etapa de nuestra historia, en la cual luces y sombras ofrecen una lectura diversa y constructiva de la vida social del país.

Al conseguir la materialización de esta convocatoria, sin interrupción desde hace más de veinte años, y porque un número notable de investigadores de todo el país ha encontrado en ella un espacio necesario de intercambio, resultaba imprescindible la búsqueda de formas alternativas de realización”.

¿Qué temas abordaron y por qué esos precisamente?

“A diferencia de otras ediciones, en las que se han abierto a discusión todos los temas que conciernen a la vida en la Republica neocolonial, esta vez convocamos al tema de la recepción martiana en dicha etapa; el cual inevitablemente refirió a otros asuntos, sin que se perdiera el objetivo central de profundizar en el tratamiento que se le dio a José Martí en esos años, como singular acercamiento a una continuidad de las ideas que décadas después, representarían materialización indispensable.

Tratar todo lo concerniente a Martí es imprescindible, pero considero que en estos momentos resulta una exigencia, un llamado inaplazable ante manipulaciones y agresiones de todo tipo”.

¿Quiénes participaron en él?

“Entre más de cuarenta notables investigadores de todas las provincias del país, se distinguen los nombres de Ibrahim Hidalgo, José Rodríguez Ben, María Caridad Pacheco, Mayra Beatriz Martínez, Juan Besada Toledo y Tania Chappi Docurro.

La respuesta de tantas personas constituye una regularidad que años tras años ha demostrado la identificación que tienen con el Coloquio investigadores de todas las instituciones relacionadas con nuestra memoria histórica y cultural”.

¿Qué saldo piensas que ha dejado el evento en los ya más de veinte años que lleva celebrándose?

“Luego de más veinte años el criterio de productividad lo definen las voces de cientos de personas que a lo largo del tiempo han asistido al espacio; la capacidad de convocatoria que es el resultado de la unidad para su realización; el principio de sistematicidad por encima de todas las dificultades.

De igual forma ha contribuido a la colaboración mutua y a la identificación de investigadores de todo el país para la realización de proyectos comunes; la publicación de la saga de trece volúmenes del libro Voces de la República una visión contemporánea, lo cual ha permitido fijar en el tiempo los trabajos más significativos; la integración de propuestas culturales diversas en su programa; así como la eliminación gradual de ciertos prejuicios en Cuba a la hora de enfocar los temas de dicha etapa”.

¿Crees que ha cumplido con los presupuestos que le dieron origen?

“Creo que el evento ha cumplido los presupuestos originarios y el tiempo ha ofrecido las transformaciones para la madurez de sus objetivos. De manera que la integración de los organismos constituye una realización entusiasta en la que se reconocen muchos. La contribución de la Dirección Provincial de Cultura, y del resto de sus instituciones, es de los referentes más notables en su progreso.

Sin dudas, todos los que individual o colectivamente hemos trabajado estos más de veinte años experimentamos satisfacciones; pero aprecio que, al observar la historia de lo sucedido en el evento, cada estímulo resulta convocatoria crítica para su mejoramiento futuro”.