A Chicho, como todos conocemos a Jorge Alfonso García, no le interesa ganar protagonismo. Tampoco dispone de mucho tiempo, como para dedicarlo a las entrevistas. Ser el director ejecutivo de la XIII Bienal de La Habana, ese mega evento de un mes de duración que sólo en su núcleo central agrupará más de 300 artistas de 54 naciones y abarcará por vez primera cuatro provincias cubanas, supone infinitas ocupaciones.

Por eso es de agradecer el diálogo que, aunque breve, accedió a sostener con el Blog Cubarte a menos de dos semanas del 12 de abril, fecha en que la ciudad capital se convertirá en una gran galería a cielo abierto.

¿Qué rasgos distintivos tendrá a su juicio esta edición de la Bienal?

“Creo que el hecho de la persistencia en el tiempo es una cualidad imprescindible. Pienso que todas las Bienales han tenido un papel destacado en visualizar lo mejor de la creación cubana contemporánea y de los países del Sur.

Esta no es diferente a las anteriores. Hay un gran programa general con exposiciones, un núcleo central, artistas de diferentes generaciones que van a estar presentes, jornadas teóricas con importantes intelectuales que han sido invitados y también una extensa muestra colateral con más de 800 artistas.

Esa muestra colateral es un reflejo de que la Bienal de La Habana es un proyecto incluyente. La Bienal de La Habana es también un proyecto de pensamiento, de reflexión, de diálogos intergeneracionales y de debates en relación con los problemas principales que hoy aquejan a la Humanidad.

En ese sentido los artistas, con sus poéticas, se anticipan también a los procesos, cuestionan, invitan a reflexionar y yo creo que ese es uno de los valores principales que tiene la Bienal”.

¿Cómo fueron seleccionados los invitados?

“Hay un Comité Curatorial, que es una de las características peculiares de nuestra Bienal. No tiene un curador principal, tiene un comité curatorial integrado por especialistas del Centro de Arte Contemporáneo Wifredo Lam, con alto nivel teórico y una experiencia probada que son quienes de acuerdo a sus investigaciones, determinados criterios estéticos, artísticos, realizan la selección”.

En más de una ocasión Ud. se ha referido a la necesidad de que Cuba cuente con una Feria de Arte, además de la Bienal.

“La Bienal tiene un carácter promocional y es uno de nuestros grandes eventos, esas son cosas que tienen que prevalecer. Pero pienso que nosotros, que tampoco podemos vivir de espaldas al mercado, también necesitamos de una Feria porque tenemos una obra importante; un desarrollo cultural que, incluso, alcanza niveles por encima de nuestras posibilidades económicas para sustentarlo. Creo que el país necesita de ese espacio de mercado que tiene otro enfoque”.

¿Puede la Bienal ir sentando las bases de una futura Feria?

“Esta es una gran fiesta de las artes visuales; pero con el pretexto de la Bienal a Cuba han venido y van a venir galeristas, empresarios, coleccionistas y directores de museos interesados. En la Bienal quieren ver, sobre todo, el estado de salud de las artes visuales cubanas”.

A menos de 15 días de la inauguración, cómo van los preparativos.

“Mucho trabajo, mucho trabajo. Hay que trabajar muy duro”.