Fotograma de Dreams in transit (Sueños en tránsito/ cortometraje documental, 2016, 29 min.)
La migración como proceso intrínseco a la génesis misma del Caribe, la problematización de la identidad, la manera en la que se construyen las relaciones de tipo socio-cultural entre las diferentes islas de la región y sus metrópolis, y las cuestiones relacionadas con la memoria individual y colectiva han sido temas explorados desde diversas perspectivas dentro de las disímiles cinematografías caribeñas. Dreams in transit (Sueños en tránsito/ cortometraje documental, 2016, 29 min.) y What my mother told me (Lo que me contó mi madre/ largometraje de ficción, 1995, 57 min.) de las trinitarias Karen Martínez y France-Anne Salomon, respectivamente, constituyen un asidero reflexivo en torno a dichos temas enunciados.
Fotogramas de Dreams in transit (Cortometraje documental, 2016) y What my mother told me (Largo de ficción, 1995)
Mediante la poética particular de cada autora y con gran lirismo, los filmes narran el recorrido espiritual y físico que realizan sus protagonistas en el viaje de vuelta a casa. Ambas residen en Inglaterra y por distintas razones deciden regresar a Trinidad y Tobago –su país de origen–, lo que desencadena un proceso de búsqueda y encuentro con ellas mismas. Las películas parten de la migración –fenómeno consustancial al espacio Caribe– como elemento determinante en el proceso de conformación de las identidades individuales y colectivas, para discursar sobre las variopintas características del sujeto caribeño.
Dreams in transit inicia con un primer plano de Peter Minshall, un artista de carnaval londinense, hablando directamente a la cámara y convirtiendo al espectador en cómplice de su declaración personal sobre la «caribeñidad». Peter afirma sentirse:«una criatura multidimensional y profundamente mixturizada» cuyo fundamento no se ancla a concepciones esencialistas de la identidad. Sus palabras constituyen una afirmación antinacionalista en tanto dispersión de fronteras; lo que no implica la no pertenencia a algún sitio, sino que pone de relieve una concepción desterritorializada y cosmopolita del sujeto caribeño. Durante la película, los iniciales planteamientos de Peter se conjugan con instantáneas de un festival caribeño en Londres, en un día lluvioso y frío –símbolos del entorno y el clima de esa región europea– y la voz over de la protagonista[1] quien se pregunta si «para los migrantes contemporáneos el hogar es siempre en algún otro lugar». Con un tono grave y melancólico, y a través de escenas superpuestas que oscilan entre Reino Unido y su país de origen, el filme va explorando lo que significa para un migrante el retorno al país natal, la identidad caribeña, su pertenencia a otros espacios, y los rasgos distintivos que portan y enriquecen los migrantes en sus travesías.
Fotograma de What my mother told me (Lo que me contó mi madre/ largometraje de ficción, 1995, 57 min.)
En el caso de What my mother told me vale destacar que, en cuanto al género, el cine caribeño de ficción ha estado determinado en gran medida por la representación de conflictos sociales, domésticos o sentimentales desde el punto de vista del drama social, la comedia de enredos o el melodrama. La película en cuestión es un drama que aborda un conflicto interpersonal cuya presentación enarbola una problemática universal: la migración y sus consecuencias para quien la experimenta. El film evoca los complejos vínculos entre la experiencia migratoria, el recuerdo y la identidad cultural de una persona que realmente no conoce su pasado ni sabe bien a dónde pertenece.
A diferencia de la protagonista en Dreams in transit, quien regresa a su país de origen por su propia necesidad de encontrarse espiritual y físicamente con su pasado, Jesse, personaje protagónico de What my mother told me, se encuentra en Trinidad por obligación. Tras el fallecimiento de su padre, no tuvo más remedio que volver para su entierro. Mientras vivió en Inglaterra, su única conexión con aquel lugar estuvo latente en la figura de su padre. No obstante, al llegar allí y encontrarse con su madre se despiertan en ella muchos recuerdos que la han vinculado –de manera inconsciente– con ese pedazo de tierra al cual no sabría cómo llamar.
El filme inicia con un paneo del paisaje trinitario y con la protagonista declarando que solo posee un recuerdo de su infancia en Trinidad: su padre cargándola. La secuencia de planos se articula contraponiendo imágenes de las modestas construcciones de Trinidad y su gente, con el perfil de la sofisticada protagonista quien observa todo con frialdad y distanciamiento. Ella percibe con extrañeza –y hasta desprecio en ocasiones– los elementos de la cotidianidad trinitaria que le rodean. En términos narrativos, el filme se articula medianteflashbacks que recrean el pasado de la vida de Jesse. Estos recuerdos son traídos a colación por la madre, quien reescribe la historia a partir de la cual se articula la trama. De esta manera, la hija pone en perspectiva su parcializada y prejuiciada visión de lo «trinitario» como condición que también forma parte de su conformación en términos de identidad.
En ambos filmes, elementos como el mar, puentes, orillas, playas y costas son utilizados como referencias visuales de la naturaleza insular de la mayor parte de los territorios de nuestra región para con ello aludir a la idea del tránsito, del cruce, de las fronteras y los márgenes que se diluyen. La persistencia en mostrar estos símbolos enfatiza la idea de la migración como una condición inherente al sujeto caribeño que se ve impulsado, por «la maldita circunstancia del agua por todas partes», a explorar destinos múltiples que lo provean de una singular condición migratoria: la de tener raíces sin tenerlas[2]. Aunque ello implique también para el sujeto caribeño una drástica, desestructurante y existencial experiencia migratoria como queda representado en Dreams in transit y What my mother told me.
A continuación brindamos una serie de fotogramas de las películas cuyos trailers y fragmentos pueden ser visualizados en los sitios oficiales de las realizadoras https://www.youtube.com/c/ledaserenesfilms/featured y https://francesannesolomon.com/portfolio_page/what-my-mother-told-me/; así como en https://www.ripostepictures.co.uk/Dreams_In_Transit/
Fotogramas de Dreams in transit (Sueños en tránsito/ cortometraje documental, 2016, 29 min.)
Fotogramas de What my mother told me (Lo que me contó mi madre/ largometraje de ficción, 1995, 57 min.)
Flavia Acosta González es profesora de la Facultad de Artes y Letras de la Universidad de La Habana. Licenciada en Historia del Arte, defendió en 2019 su trabajo de diploma «Una Torre de Babel Itinerante. La representación del sujeto migrante en las películas presentadas por la Muestra Itinerante de Cine del Caribe en los marcos de la 1ra. a la 8va. Edición» en coatoría con Gretel Alvisa Realín. Actualmente imparte la asignatura de Arte Latinoamericano I.
Este artículo es resultado de la colaboración con la autora como parte de la línea de investigación del Centro de Estudios del Caribe «El cine caribeño: temáticas y códigos de representación» que pretende sistematizar el estudio artístico, histórico y social de las producciones cinematográficas hechas por realizadores caribeños. Este acervo fílmico es significativo para el reconocimiento cultural de una región tan plural como el Caribe. El cine, dentro de los estudios caribeños, ha sido una de las manifestaciones más desatendidas en términos investigativos, quedando a la saga de otras, como la literatura o la plástica, de larga y sólida tradición en la región y mucho más reconocidas a nivel regional e internacional. Este proyecto investigativo se realiza en colaboración con la Muestra Itinerante de Cine del Caribe a partir de las películas que ellos atesoran en sus archivos.
[1] Personaje ficticio, una suerte de “DreamsWoman” cuyas imágenes se combinan con las de los entrevistados.
[2] En Making History (documental, Karen D. Mckinnon y Caecilia Tripp, 2008. U.K.; 10 min.)Édouard Glissant utiliza esta expresión en su conversación con Linton Kwesi Johnson mientras caminan por Nueva York. Puede leer más sobre este documental en Gretel Alvisa «Notas para leer el cine caribeño. Viaje, tránsito y migración», en La Ventana, portal informativo de la Casa de las Américas.
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