Continuando con los homenajes a las expresiones tradicionales de la cultura cubana que cumplen aniversario cerrado durante éste año como parte de los procesos de estimulación en la gestión y salvaguardia del Patrimonio Cultural Vivo en nuestro país, le rendimos en ésta ocasión distinción a un grupo portador el cual ha significado un verdadero hito en cuanto a resistencia cultural y perdurabilidad generacional se trata, con un alto sentido de la conciencia y necesidad de una consecuente viabilidad y preservación de su legado e impronta distintiva como parte del entretejido antropológico, el cual se genera desde las comunidades más significativas y representativas que definen a crese los ejes o ámbitos de la cultura popular tradicional a través de las prácticas y sus cultores. Se trata de una manifestación de estirpe franco haitiana que el próximo 30 de noviembre cumple nada menos y nada más que 60 años, nos referimos con honor y gratitud al grupo portador de tradiciones  “Bonito Patuá”.

Pues sí; ésta manifestación portadora de la cultura cubana se funda el 30 de noviembre del año 1961, comenzando a construir diversos procesos etnodemográficos y de transmisión generacional basados esencialmente por sus costumbres, saberes, hábitos y conocimientos relacionados con la influencia caribeña insular de habla francófona, que como sabemos fue protagonizada por haitianos braseros llegados como parte de la segunda inmigración de ese país hacia la mayor de las Antillas, así como también el fomento cultural e identitario mantenido gracias a la voluntad, persistencia, brío y denuedo de sus descendientes en la zona de Camagüey.

Todo comienza en el poblado de “Mamanantuabo”, perteneciente a la región de Esmeralda, también en la tierra del Tinajón, mientras posteriormente al pasar los años se trasladan para el Reparto Bella-Vista, comunidad radicada en tierra agramontina, lugar o escenarios donde acontecen y se generan desde entonces las prácticas relacionadas con su legado y cultura, sobre todo, los fines de semana, donde con mucha facilidad puedes encontrarte con preceptos; ceremonias mágico-religiosas, cantos, altares vodú, bailes, toques y hasta algunas comidas y bebidas afrodisíacas, las cuales se han mantenido a través de generaciones, constituyendo parte indisoluble de un acervo identitario que a su vez representa la impronta distintiva de la vida espiritual y cultural de la comunidad.

Como parte de sus principales valores culturales podemos encontrar su repertorio músico danzario, el cual está compuesto en lo esencial por la práctica que los identifica; el “vodú”; teniendo como base los reconocidos géneros dentro de las comunidades haitianas en Cuba, como: petuo-posal, nagó, Ibó. yeremi, fey, mazún, daymey, cintas, congó – okay, congó - mauka , merengue, así como la guaracha haitiana; según informantes; éstos bailes y expresiones danzarías fueron generándose en casas de alta sociedad en Haití, trasmitiéndose entonces por generaciones junto a otras celebraciones como cadril- Okay, y segue- sagañe y habilidades bautizadas como-trecé-ibá (tejido de cintas). Dentro de las cuales también se identifican como fundamentales; el Carnaval, la Mandigá y la Celebración a los loaces.

Mientras musicalmente su formato instrumental está compuesto básicamente por instrumentos que guardan relación lógica con las influencias de origen africano, encontramos así instrumentos de tipología conocida como membranófonos, dentro los que se destacan: tumbadoras, tambor gondé y tambor leguedé, unido al siempre presente en estás practicas; el cencerro (zamba).

Como dato interesante de esta agrupación lo constituye sin duda su repercusión y transmisión de saberes y conocimientos, avalados por su referente cultural e identitario, ejerciendo la función de tronco central, el cual ha hecho posible la formación de otras prácticas y agrupaciones que actualmente mantienen el legado franco haitiano en Camagüey, como: la agrupación “Bon- Tami”,  y el grupo infantil “Raíces Haitianas”, compuesto por infantes que residen en la comunidad “Van-troy”, sitio donde radica precisamente el grupo portador “Bonito Patuá”.

Actualmente contribuyen a la vida cultural de su comunidad a través de actividades caracterizadas, así como representaciones artísticas en la Casa de Cultura “Joaquín Agüero”, en cada caso el público presente deleita y se nutre de los elementos que tipifican el legado franco haitiano en la cultura cubana.

Es común disfrutar de sus representaciones artísticas y culturales en los eventos más significativos relacionados con la cultura popular tradicional en Cuba, como: la Feria Nacional de Arte Popular en Ciego de Ávila, el Festival del Caribe en Santiago de Cuba, el Eva Gaspar In-memoriam, el cual se celebra en el municipio de Primero de Enero, también en la provincia avileña; dicho espacio representa la meca de confrontación e intercambio de las agrupaciones de origen franco haitiano y sus portadores en Cuba, así como en los Carnavales camagüeyanos, Semanas de la Cultura, Jornadas de la Cultura Cubana, entre otros.

Ostentan el Premio Nacional Memoria Viva que otorga el Instituto Cubano de Investigaciones de la Cultura Cubana Juan Marinello del Ministerio de Cultura, mientras su líder Eva Lubens Ilie obtuvo en el año 2001 el preciado Premio Nacional de Cultura Comunitaria, otorgado por el Consejo Nacional de Casas de Cultura del Ministerio de Cultura de la República de Cuba.

Felicidades al grupo portador de tradiciones franco haitianas de la cultura cubana “Bonito Patuá” y sus portadores en su 60 cumpleaños.