“Después de tanto confinamiento, cada barrio necesita un festival como el Callejero”


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En la sede de El Mirón Cubano, las mañanas se suceden entre el sonido grave y discontinuo de las máquinas de coser, que transforman los montones de retazos en camisas y chaquetas que integrarán el vestuario del próximo estreno. Mientras, los pintores aprovechan los intervalos de silencio para cubrir, con mayor destreza, sus pequeños trozos de lienzos. Aunque la habitación es bastante amplia, se encuentra colmada de objetos y carteles empleados en funciones anteriores, lo cual le confiere el aire de un gran escenario, donde sus trabajadores, discretos y concentrados, protagonizan una obra teatral de la que no son conscientes.

En la habitación contigua aguarda Rocío Rodríguez Fernández, directora de esta renombrada agrupación que, en las tardes, se consagra durante horas a los ensayos de la obra La Pamplinera, título que formará parte de la XI Jornada de Teatro de Calle, que tendrá lugar del 10 al 14 de noviembre próximo, en la Atenas de Cuba.

Rodríguez Fernández, una de las líderes del evento, señala que esta vez centrarán las presentaciones en los barrios, donde confluirán diferentes vertientes del arte callejero como pasacalles, espectáculos circenses, conciertos y presentaciones danzarias; actividades que compartirán espacio con la inauguración de exposiciones fotográficas y la labor de disímiles agrupaciones que eligen la calle como espacio escénico.

De carácter bienal y convocada por el Consejo Provincial de las Artes Escénicas en Matanzas y El Mirón Cubano, en este 2021, la Jornada celebra sus dos décadas de fundada, por lo que su directora artística nos comenta acerca de las novedades y desafíos al desarrollar un proyecto de esta magnitud en tiempos de pandemia.

Los integrantes de El Mirón Cubano en plena preparación del Festival Callejero.

¿Qué va a distinguir esta XI Jornada de Teatro Callejero?

Lo que más identificará esta jornada es que se la dedicaremos a los barrios, pues a partir de la situación epidemiológica todavía compleja en el país, decidimos conformar tres tropas que en las noches se presentarán en distintas comunidades de la ciudad de Matanzas; como es lógico, garantizando el cumplimiento de los protocolos sanitarios.

Para tal empeño hemos desarrollado un trabajo exploratorio previo, de análisis de las condiciones socioeconómicas de cada uno de los barrios, con el fin de lograr un balance y que la mayor parte del pueblo yumurino se sienta parte del evento. Consideramos que hoy no se puede hablar de zonas más “necesitadas”, porque después de tanto confinamiento, cada barrio precisa de un festival como el Callejero, que contribuya al bienestar espiritual de las personas.

De todas formas, mantendremos algunos de los espacios característicos en años anteriores como la Función más larga, que desarrollamos en el Parque de la Libertad, la plaza principal de la Jornada.

Tenemos prevista también, la inauguración de exposiciones fotográficas que, si bien se han desarrollado en otras ediciones, ahora cobrarán mayor protagonismo, al desplegar de los balcones de la plaza de la Vigía varias imágenes representativas de nuestra agrupación en ediciones precedentes del Callejero. A ello se sumará la exposición del artista plástico Alexander Medina, que valiéndose el simbolismo de la ceiba, apelará a sentimientos como el amor, la esperanza y todo lo que nos ha conectado y contribuido a paliar esta etapa de confinamiento.

¿Se organizarán eventos teóricos, tendrán invitados de otras provincias?

Nuestra intención es mantener estos espacios, vitales para nosotros, en que nos reunimos con otros directores de agrupaciones de teatro callejero y compartimos las experiencias durante los dos años que nos distancian de una edición a otra. Tenemos previsto centrar el debate, en el modo en que hemos logrado mantener activo parte de nuestro repertorio durante el extenso periodo de pandemia.

Además, estos encuentros adquieren mayor connotación ahora que celebramos varios aniversarios cerrados, como los 30 años de Teatro Andante y los 35 del grupo D’Morón Teatro. Aunque aún esperamos la autorización del traslado desde otras provincias, las agrupaciones han realizado ajustes para que, al menos, pueda participar una muestra de sus elencos. La idea con ellos es llevarlos a los barrios, acercar su obra al público matancero.

Debemos contar también con la presencia de Dagoberto Gaínza Pérez, Premio Nacional de Teatro 2021 y fundador de las Jornadas de Teatro Callejero, a quien le rendiremos especial homenaje por ser uno de los más reconocidos artistas de la escena nacional.

Rocio Rodríguez Fernández, directora de El Mirón Cubano. Foto Sergio Martínez.

Para El Mirón Cubano, uno de los momentos más importantes radicará en la presentación de la obra La Pamplinera, una pieza con más de diez años de estrenada. ¿Por qué incluirla en esta ocasión?

Siempre hemos abordado temas alegóricos a la vida cotidiana de la ciudad y hace años desarrollamos una investigación sobre sus personajes populares. De todo el levantamiento, Cira Ortiz, La China, resaltó por su carisma y legitimidad entre los pobladores. Ella fue una persona que perdió la mente y terminó su vida creyéndose una afamada vedette de nuestro país.

En el 2009 estrenamos La Pamplinera, una puesta que retomaba esta figura que llegó a ser invitada regular de los carnavales y al llegar a instituciones prestigiosas como el Teatro Sauto, el público solía ovacionar su presencia. Hasta su muerte ella protagonizó una historia muy sensible de amor, de sueños, que a nosotros siempre nos conmovió.

Entonces esta será una presentación especial, en la que volveremos a recordar a La China. Como hicimos en el estreno, la obra comenzará en la casa donde vivió la mujer -en la Calle del Medio-, sitio que marcará el punto de partida del pasacalle hacia la Catedral, abarcando el área de la ciudad donde más se desenvolvió.

A la vez, el mismo día de la función el escultor Sergio Roque develará, en su casa, una tarja en homenaje a tan peculiar personaje.

Esta obra se la dedican a Tony Ávila, ¿desde cuándo surge el vínculo de El Mirón Cubano con el trovador cardenense?

Nuestra relación inicia precisamente a partir del proceso de montaje de La Pamplinera, donde decidimos utilizar música original compuesta por un matancero, y el seleccionado en aquel momento fue Tony Ávila.

Él elaboró todos los temas de la obra y aquel encuentro marcó la primera de una extensa serie de colaboraciones que no ha disminuido con el paso del tiempo, y con el que hemos compartido en diferentes presentaciones, tanto de su banda como de nuestros espacios. Hace poco colaboramos en el proyecto Manos disponibles, que nos funcionó como reencuentro y motivación para fusionar, ahora desde el Callejero, el teatro con el resto de las manifestaciones artísticas. Esto es un hecho necesario para su renovación, sin duda enriquece el evento.

Acerca de las agrupaciones del territorio, ¿cuántas se incluirán?

La mayoría se encuentra vinculada a la Jornada, el Circo América, Danza Espiral, Teatro Papalote con el espectáculo La calle de los títeres, Teatro de Sur que siempre nos apoya desde su sede en Unión de Reyes; convocamos también a narradores orales, cuya presencia es tradicional en ediciones precedentes.

Serían muchos a enumerar y nos complace que nos acompañen, porque la Jornada de Teatro Callejero es el evento de todos, un espacio que favorece el intercambio de intereses y experiencias escénicas y donde cada artista, desde la particularidad de su propuesta, embellece la vida cotidiana de las personas en la ciudad.

 

 


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